Iberoamericano

Libres espectadores de un certamen que también es suyo

  • La directora mexicana Lucía Carreras, con su ópera prima 'Nos vemos, papá', y el protagonista de la cinta 'De martes a martes', Pablo Pinto, presentan sus trabajos en el centro penitenciario de Huelva.

No les mueve nada. Ni intereses personales, ni mediáticos. Y sus críticas son naturales, espontáneas y sinceras. Los internos de la cárcel onubense constituyen un público más que respetado del Festival de Cine Iberoamericano y, con la misma frescura y entrega que hace 25 años -cuando el maestro Paco Regueira tuvo la iniciativa de llevar el certamen a la cárcel (y con ello, aires de libertad y esperanza a los internos del centro)- soplan estos días las velas de las bodas de plata de la filial de la muestra.

Lo hacen entre banderolas, carteles, proyecciones, votaciones y, como no, entre las preguntas curiosas y directas que los reclusos lanzan a los actores y directores que, en esta 38 edición del certamen, pasan por las instalaciones de la cárcel tras exhibir sus cintas (todas ellas forman parte de la sección oficial, de modo que compiten por el Colón de Oro).

El salón de actos del área sociocultural, donde se celebran las sesiones de cine y las charlas posteriores, ayer lució con más brillo porque recibía a la mexicana Lucía Carreras, directora del filme Nos vemos, papá, y al actor Pablo Pinto, intérprete principal de la cinta argentina De martes a martes.

"Este año el público es el mismo y está formado por todos los alumnos de las clases, así que el resultado será más objetivo", relató Carmen, una interna que se encargó de llevar la batuta del acto y que, entre confidencias y bromas, aseguró que "aquí es muy importante que la actriz sea guapa para que a los chicos les guste la película". Tras cada sesión de cine, los internos votan la película que más les ha llegado, de forma que al final de esta semana otorgarán la decimosegunda Llave de la Libertad, un galardón entrañable y muy esperado cada año. El público asume esta tarea con orgullo y con mucha ilusión, tal y como explicó César Martínez, un venezolano que ya ha vivido varios festivales en la cárcel de la mano de Paco Regueira.

Según el joven, la celebración de la muestra en la cárcel les hace sentirse "importantes", por lo que están muy agradecidos. "Acá, día a día, se nos pasan las horas y nos sentimos excluidos, así que el hecho de que vengan los actores y directores y de que podamos hablar con ellos directamente hace que uno se sienta un poquito más persona", señaló. El joven recluso, además, reconoció que en algunas ocasiones juega con ventaja a la hora de captar el sentido de los filmes que se proyectan, ya que los temas, en sus palabras, "a veces nos tocan un poco más de cerca a los latinoamericanos porque hay realidades un poco distintas a las que se ven en Europa".

Precisamente César fue uno de los presos que intercambió opiniones con Lucía Carreras, al asegurarle que su película le resultó "chocante" en un sentido positivo, ya que le hizo pensar "y cumplió su cometido" aunque, personalmente, aseguró no estar de acuerdo con el modo de actuar de un personaje: el hermano de Pilar, la protagonista del filme, quien "se lavó las manos".

Víctor, por su parte, preguntó a la directora por el estilo que cultiva: "Tarantino tiene el suyo, ¿cuál le gusta a usted? A lo que la cineasta contestó sentirse conforme "con acercarme un poquito al de Ingmar Bergman", refiriéndose a películas como Personas o Secretos de un matrimonio.

"¿No le parece arriesgado el guión", "¿cree que puede haber vida más allá?" o "¿cuál es el mensaje de su película?" fueron algunas de las preguntas a las que se enfrentó la cineasta, mientras que Pablo Pinto lo tuvo más fácil, ya que la película que protagoniza aún no se había exhibido en el centro penitenciario.

Así, aprovechó la ocasión para promocionar su película, que "tiene unos códigos muy similares a los que han vivido ellos y hay una enseñanza". Impactado por la "fuerza" de los internos y su ilusión por "recuperarlo todo", el actor confesó que la experiencia de visitar la cárcel le impidió conciliar el sueño la noche antes. Sin embargo, una vez llevado a cabo el encuentro con los internos, pudo comprobar que simplemente la prisión "es gente", nada más y nada menos. "Nos encanta que vean cine y que tengan su cabeza abierta. Como experiencia está bárbara", concluyó.

Para Lucía la sesión de ayer también resultó "increíble". "Ha sido maravilloso sentarme con ellos y poder oírlos y verles la cara. Me encantó, es una de esas cosas que te llevas en la vida y que no se olvida. Que me digan que no les gustó la película o que no la entendieron me parece una actitud mucho más honesta, menos forzada que con otros públicos de festivales", señaló.

La nueva subdirectora de la prisión, Esther Montero, aseguró estar comprobando estos días de primera mano que la celebración del festival en la cárcel es muy positiva, tras alabar el papel que están realizando los maestros y destacar que este tipo de actividades mueven al centro entero: "Los internos están contentos y tienen ilusión por portarse bien, ya que para venir aquí escogemos a quienes tienen buena actitud. Estas actividades fomentan la buena conducta, les aportan ilusión y cambian las monotonías de sus vidas. Y además, me consta que este tipo de actividades salen muy bien y todo el mundo queda contento", indicó.

Agradecida porque "todo lo que organizan Paco y los maestros sale bien", así como por la ayuda de educadores y funcionarios, la nueva subdirectora ya hizo balance de la extensión del festival al considerar que "tiene sentido hacer todo esto cuando ves las caras de felicidad de los internos".

Regueira, por su parte, comentó que probablemente si los internos estuvieran en libertad no irían a ver estas películas al cine pero en la cárcel, al ser lo único que tienen, se agarran con "mucha firmeza, interés y cariño". Porque para ellos es una forma de salir del módulo y ver a otros compañeros, de disfrutar de un espacio de unión. "Van a ver una película, se van a entretener y después podrán ver a los protagonistas, pudiendo preguntarle lo que quieran al actor o director. Eso no se puede hacer en los cines de Huelva ni durante el festival", señaló.

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