Que a estas alturas el PSOE siga sin designar a su candidato o candidata a la Presidencia de la Diputación Provincial evidencia el desconcierto que los resultados electorales del domingo han provocado en las filas socialistas. El varapalo sufrido por la candidata en Huelva, Petronila Guerrero, la tiene fuera de juego al tiempo que el secretario general, Mario Jiménez, y el diputado Javier Barrero no contaban con que sus alcaldes mejor posicionados fallaran en sus feudos de toda la vida.

El empate a trece escaños en la Diputación con el PP, la consiguiente pérdida de la mayoría absoluta en la Cámara Provincial y la necesidad de contar con IU para formar un gobierno estable les obliga a cambiar de estrategia a mitad del partido. De aquí al 11 de junio, jornada política en pleno ambiente rociero, estarán en vilo pues ese día se constituyen los ayuntamientos y el PSOE no suele aupar a un derrotado o derrotada.

Una treintena de municipios de la provincia de Huelva tendrán que negociar pactos de gobierno para solventar el próximo mandato. Casi el doble que en 2007, cuando sólo 18 necesitaron acuerdos.

El PSOE logra 34 mayorías absolutas, aunque subraya las de Punta Umbría, Aracena y las menores de Calañas o Chucena. Por contra, las pierde en pueblos claves como Cartaya, Almonte, Rociana, Gibraleón o Isla Cristina.

El PP obtiene nueve mayorías absolutas. A las tradicionales de Huelva, Palos, La Palma o Lepe, suma Valverde del Camino, Aljaraque, Villanueva de las Cruces, Santa Olalla y Cortegana, y pierde las elecciones en Moguer, El Cerro de Andévalo y Valdelarco.

IU pasa de tener dos mayorías absolutas en 2007, Hinojos y Corteconcepción, a cuatro mayorías en 2011: las de Cala, Cabezas Rubias, Corteconcepción y La Granada de Riotinto, así como dos mayorías relativas en Zalamea la Real y Zufre.

El PA no ha obtenido ninguna mayoría absoluta tras vencer hace cuatro años en Niebla, Arroyomolinos de León y Galaroza, aunque podrían gobernar a través de pactos en Rociana del Condado, Lucena del Puerto, El Campillo, Niebla y San Juan del Puerto, donde la gestión de Francisco Orta, el escudero de Guerrero en la Diputación, la ha pagado su heredero local, Felipe Prieto.

Aunque el PSOE ha cosechado mayor número de votos en municipios como Ayamonte, Almonte, Alosno, Beas, El Campillo, Cortelazor, Cumbres Mayores, Isla Cristina, Moguer, Nerva, Niebla, Rociana, San Juan del Puerto, Villablanca, Villalba del Alcor, o Castillejos deberá buscar acuerdos para lograr un gobierno estable, al igual que les ocurre a los populares en Paterna del Campo o en Gibraleón e IU en Encinasola.

Hasta catorce municipios pueden caer del lado de socialistas y de IU si las direcciones provinciales sellan la reedición del Pacto de Progreso. Entre ellos los más importantes, Almonte y Ayamonte, Trigueros, Gibraleón, Riotinto o Nerva. Aunque en la capital de Doñana, en las tierras panturranas y en la Cuenca Minera el acuerdo se presenta muy difícil a tenor de las declaraciones que han venido haciendo unos y otros durante la campaña.

Los grupos independientes de una u otra índole han dado varias sorpresas. Pueden formar gobierno a través de pactos en Bollullos Par del Condado (Independientes por Bollullos), Independientes en Linares de la Sierra, la Candidatura Independiente de Higuera de la Sierra, Independientes por Cartaya (ICAR), que han empatado con el PSOE y la Asociación Cumbreña Independiente o Isla Cristina, con el éxito del partido La Figuereta, de Antonia Grao.

Por número de concejales, el PSOE sigue siendo el mejor colocado. Tiene 404 ediles en 2011. Antes tenía 472. El PP ha llegado hasta los 259, por los 188 de hace cuatro años. IU pasa de 87 a 95 y el PA de 73 a 49 concejales.

Precisamente esta letanía de pactos, combinaciones y posibilidades tiene en vilo al PSOE.

El partido de Mario Jiménez solamente tiene un ganador claro en los grandes municipios, Gonzalo Rodríguez Nevado, en Punta Umbría, donde podrá gobernar por mayoría absoluta al menos otros cuatro años. Y otro en un pueblo mediano, Manuel Guerra, en Aracena. Pero ninguno de los dos está en la mesa camilla. El puntaumbrieño es un empresario de prestigio y poco dado a practicar la obediencia debida, y el otro, el de Aracena, el salvador de la Diputación en 2003, proviene de IU y no tiene, hasta ahora, muchos apoyos ni en la Costa ni en El Condado, precisamente los dos partidos judiciales donde el PSOE ha perdido más poder municipal.

Muchas de las referencias locales del PSOE han entrado en periodo de reflexión. No es de extrañar que estemos acudiendo a los últimos días políticos de personajes de la importancia de Juan Antonio Millán, alcalde de Cartaya. En 20 días habrá una solución.

A la hora de buscar candidato o candidata a la Diputación de Huelva el PSOE deberá hilar fino, pues otro resbalón sería ya letal para perder las elecciones autonómicas.

Los socialistas tendrán que activar el plan C, maquillar la derrota de Petronila Guerrero a base de pactos, o esperar al 11 de junio, con el consiguiente riesgo de que los alcaldes incómodos y díscolos con la dirección provincial activen algún tipo de contestación interna.

Con los resultados de las Municipales, el PSOE conseguiría 5 diputados regionales, el PP otros 5 e IU, uno. Y si se extrapolan los mismos datos a unas Generales ganaría el PSOE 3 escaños en el Congreso y el PP 2. Pero ojo, la diferencia entre los dos grandes partidos se ha reducido hasta los 611 votos. Cualquier cosa puede pasar aunque nada tiene que ver este resultado con los demás.