Pedro Sánchez ha dado la razón a los críticos que, desde las elecciones de diciembre, pensaban que su preferencia para formar Gobierno pasaba por un acuerdo con Podemos y con los grupos independentistas si le fallaba Ciudadanos. "Al final, ha dejado al descubierto lo que pensábamos todos, el Gobierno Frankenstein, el Gobierno de los retales", explicó un parlamentario del PSOE de Andalucía, una de las federaciones que se opondría a un Ejecutivo que contase con el apoyo de Esquerra o la antigua Convergència. Porque eso es a lo que ya se enfrenta el partido la próxima semana, a un duro debate en el que Sánchez solicitará al Comité Federal del 1 de octubre una autorización para negociar un "Gobierno alternativo". Así es como lo denominan los pedristas y la dirección de Ferraz, aunque siguen sin especificar a qué partidos busca Sánchez.

Pero, aunque no lo revelen, todo está muy claro: una vez que Ciudadanos ha conestado que no formará un Gobierno que apoye a Podemos, la única alternativa de Sánchez es sumar a los de Pablo Iglesias con ERC, PNV y la vieja Convergència. "Aleluya". Así recibió el jefe de la formación morada la noticia de este giro del líder socialista, mientras que Rivera opinó en las redes: "Un Gobierno de 85 escaños, con división interna, dependiente de 44 partidos, es inviable".

Ferraz comunicó ayer que Sánchez buscará ese Gobierno del cambio y que mantendrá su negativa a Mariano Rajoy. El secretario general del PSOE pasa a postularse, de nuevo, como candidato a la Presidencia, a pesar de lo que comunicó a principios de septiembre. Una de sus mujeres de confianza en la Ejecutiva, Adriana Lastra, reflejó en Twitter la dureza con la que el PSOE encara este debate: "Y si al final los poderes fácticos acaban con nosotros, en nuestra lápida pondrá muertos por votar no a la derecha".

El PSOE andaluz se opondrán hasta el final a un gobierno que cuente con los apoyos de los independentistas. Es más, una fuente sostuvo que ni el comité ni la militancia, si se les consulta, apoyará este tipo de acuerdos, por lo que cree que "Sánchez, como siempre, está buscando tiempo, cuánto más, mejor para él". El acuerdo al que llegó el Comité Federal el pasado 28 de diciembre excluía de los pactos a los independentistas y a quienes defendían el referéndum para segregar Cataluña, caso de Podemos.

Prueba del enfrentamiento abierto en el PSOE es que Susana Díaz reveló que se enteró de la convocatoria del Comité Federal por la prensa. Durante varios días, Ferraz ha amagado con convocar ya el congreso federal para bloquear la posibilidad de que los críticos defenestrasen a Pedro Sánchez en el comité federal, mediante una moción de censura, o en la Ejecutiva, mediante la dimisión de la mitad más uno de sus miembros. En el PSOE andaluz no se hará nada hasta después de conocer el resultado del este domingo.