"No hay que pensar en la vejez como el fin del mundo, sólo hay que tomar conciencia"
Anna María Agustí, ‘Nina’. Actriz, cantante y escritora

Anna María Agustí, conocida como Nina, con décadas de espectáculos en vivo y televisión a las espaldas, desde Operación Triunfo a Mamma Mia, ha escrito un libro donde cuenta su experiencia tras sufrir una menopausia abrupta a causa de una cirugía, cuando tenía 44 años.
Con un título directo, Menopausia, y un subtítulo esperanzador, Los mejores años de tu vida, la directora de la academia más famosa del país aparece totalmente renovada, con cabello corto y liso, para romper tabúes sobre esta etapa vital, en la que lleva perfecta y felizmente instalada desde hace 15 años.
Actriz, cantante, licenciada en logopedia y autora de un libro sobre menopausia...
El libro fue un encargo de mis editoras, quienes querían que compartiera mi experiencia personal. Para mí, fue una oportunidad para hablar de mi oficio y de cómo, a lo largo de los años, he tenido que cuidarme mucho, especialmente en relación con el deporte y la alimentación, lo cual ha significado llevar conmigo unas baterías muy cargadas para afrontar la menopausia.
El título es conciso y directo Menopausia, pero se acompaña del subtítulo Los mejores años de tu vida. ¿Lo son?
Para mí, sí, lo son. Pero ese subtítulo va dirigido a la lectora, a la que quiero transmitirle que no hay oscuridad, sino luz, conocimiento, experiencia y madurez, formando un patrimonio personal muy valioso. Quiero que se vea que no solo se enfoca en el envejecimiento o las arrugas y las canas, sino en todo lo que hemos aprendido y ganado a nivel cognitivo. Además, la menopausia suele coincidir con una etapa en la que ya todo está más asentado, y en la que, tras cuidar a padres, maridos, hijos y abuelos, ahora es momento de cuidarnos a nosotras mismas, porque en la menopausia, si no nos cuidamos, podemos tener dificultades.
Su caso es peculiar. En el libro explica que por una cirugía pasó directamente a la menopausia sin vivir esa etapa previa que te va preparando. ¿Qué diría que ha sido lo más positivo y lo más negativo?
Lo peor es que de la noche a la mañana te levantas, te miras al espejo y dices, ¿y tú quién eres? Porque el envejecimiento llega de forma abrupta. La parte positiva de pasar por el climaterio, que es esa etapa tan temida, donde aparecen todos los síntomas, es que el cuerpo va envejeciendo poco a poco y te vas encontrando con esa nueva situación con tiempo de descuento para aclimatarte. La parte más negativa de no pasarlo es que, al menos en mi caso, la vejez asomó a mi puerta con 44 años. Por suerte te vas adaptando, te vas haciendo con esa nueva cara, con ese nuevo rostro y ahora me siento infinitamente mejor que hace 14 años cuando me sucedió.
¿Qué diría que es lo que más desconocemos las mujeres de la menopausia?
No nos educan en la escuela. No nos hablan de esta etapa. Todas las mujeres sin menopausia a las que le he preguntado sobre ella me responden lo mismo: no sé nada, no me interesa o cuando llegue ya me preocuparé de ello. De la misma forma que durante muchos años las mujeres nos hemos tapado las canas, hemos tapado también la menopausia y no hemos hablado de ella porque lo asociamos a vejez, a envejecimiento y declive. No hay que pensar en la vejez como el fin del mundo o el apocalipsis, sólo hay que tener conciencia de lo que te está ocurriendo y tomar cartas en el asunto, entrar en acción y cuidarte.
Cuenta en su libro cómo la menopausia le afectó a la voz...
La menopausia afecta muchos aspectos de nuestro cuerpo, y uno de ellos es la voz. Un síntoma muy conocido de esta etapa es la sequedad, que no solo afecta la zona vaginal, sino toda la mucosa que nos recubre. Esto incluye las cuerdas vocales, que son dos mucosas que necesitan estar muy hidratadas para vibrar y producir sonido correctamente. Durante la menopausia, nuestro cuerpo pierde elasticidad y colágeno, lo que provoca una sequedad generalizada. Como resultado, la voz puede entrecortarse, y a veces no podemos hablar con la misma claridad o fuerza de siempre. Es una afectación que no es conocida.
¿Qué ha aprendido?
Más bien he descubierto cosas como que hasta hace dos o tres décadas no se empezó a hacer investigación sobre la menopausia. Eso nos indica que al hombre, que es mayoritariamente el que se dedica a hacer investigación, no la ha interesado porque no padece ni insomnio, ni sofocos, ni dolores, ni otros síntomas y, quizás por eso, no ha sido un tema objeto de investigación. En cuanto la mujer ha empezado a meterse en investigación es en el que ha proliferado la literatura científica.
¿Qué visión diría que tiene la sociedad en general de esta etapa?
Yo creo que, en general, se ve como una etapa más que a las mujeres nos tocará vivir y no le damos la importancia que tiene y, en cierto modo, creo que hacemos bien porque no tenemos que vivir atormentadas pensando en ello, pero sí que es cierto que ya que tenemos mucha información y muchos remedios a nuestro alcance, además de los que nos da el cuerpo, sería interesante conocer lo básico, sobre todo, para que luego no nos coja desprevenidas.
¿Y los hombres en particular?
Aquí le diría que la menopausia es una etapa que si no la vives, si no sientes esa sintomatología, es muy difícil empatizar con ello. Sólo la mujer que lo vive sabe lo que es la niebla mental, sabe lo que es no tener manera de dormir tres horas seguidas, lo que es el sofoco y todo el repertorio de síntomas que provoca. Es por ello que siempre digo que este es un libro para hombres. Creo que es el libro que cualquier hombre debería leer para poder acompañar a su pareja mejor.
¿Qué es la dieta del sentido común a la que apela en el libro?
Es la dieta de mi abuelo. Mi abuelo era andaluz, de Cuevas de Almanzora, de Almería y con 13 años a se fue a vivir a Cataluña. Él vivió la primera guerra mundial, la segunda, la guerra civil y la posguerra. En mi casa, que éramos una familia muy humilde, yo he visto un ejemplo determinado de conducta alimentaria. Que es mucha prudencia, mucho valorar la comida y micha conciencia de lo que comes. Comer poquico, como decía mi abuelo, y comer lo que te da la tierra. Cuanto más mayor me he hecho, me he dado cuenta de lo mucho que esa idea me ha influido y es a eso a lo que dedico un capítulo.
¿Qué queda de la Nina de Operación Triunfo que marcó toda una época a principios de siglo?
Todo. Yo soy quien soy hoy gracias a todo lo que he hecho. Y OT es de los proyectos más extraordinarios que yo habré hecho en mi vida junto con Mamma Mía. Mamma Mía en teatro y OT en la televisión. Eso es algo que yo lo siento como un privilegio haberlo vivido. Y también, ahora con la distancia, veo el privilegio de haber vivido ese fenómeno social porque caló y marcó a muchas personas. El bien que hizo. Es precioso y es una sensación de agradecimiento y de privilegio haberlo vivido.
¿Qué proyectos tiene?
Ahora, de momento, con el libro, y ya pensando en el siguiente, pero también con la mente muy puesta en el estreno de la serie que he hecho con los Javis, Mariliendre, que estrenó los dos primeros capítulos en el Festival de Cine de Málaga, y posteriormente en la plataforma de Atresmedia. Tenemos muchas expectativas porque es una serie muy potente, que no va a dejar indiferente. Ya incluso se está hablando de la segunda temporada. Es un regalazo, sobre todo, por el momento en el que me llega, ya con casi 60 años, y, además, porque me llega por mi voz. Es una serie musical y es un placer que me escojan a mí para representar a la madre de la protagonista, que es un personaje muy determinado, porque vocalmente doy con las características.
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