Fernando Bolívar Galiano | Catedrático de Bellas Artes y biólogo

“Es necesaria la cohesión de todos los gremios culturales para que la sociedad avance"

Fernando Bolívar Galiano .

Fernando Bolívar Galiano . / DS

Fernando Bolívar Galiano nació en Alcalá la Real (Jaén) pero ha desarrollado toda su vida laboral e intelectual en Granada. Es catedrático de Bellas Artes y biólogo. Ha colaborado en iniciativas de restauración del Coliseo de Roma y la Fontana de Trevi. En España fue director de los proyectos de intervención botánica en el Jardín del Marqués de la Vega-Inclán del Real Alcázar de Sevilla y responsable del proyecto de tratamiento botánico en el Jardín de la Concepción de Málaga. Hombre polifacético y humanista, ha creado una corriente filosófica llamada ‘ligalismo’, que piensa que será la corriente cultural del siglo XXI.

–Antes que nada. ¿Qué es el ligalismo?

–Es un corriente que necesita con urgencia la sociedad para que reine la paz y la prosperidad, porque entre otras cosas, fomenta las relaciones vitales igualitarias y las posibilidades de elección y realización personal. Por ello, creemos que va a ser la corriente cultural del siglo XXI, al promover la combinación de disciplinas de toda naturaleza para múltiples fines humanísticos.

–Usted pasa por ser el creador de esta corriente.

–Sí, lo mismo que reconocí a mis cuatro hijas, debo reconocer a esta hija intelectual. Sólo que, en este caso, me tocó acudir al Registro de Patentes y Marcas en lugar del Registro Civil. Esta paternidad no se hubiera producido sin haber tenido la suerte de nacer en una gran familia muy culta y diversa. Sin duda su memoria me influyó, no sólo, a estudiar Biología, si no, al mismo tiempo Bellas Artes, lo que me llevó a comprobar la importancia de la sinergia entre disciplinas, que parecen no tener nada que ver, pero realmente son complementarias.

–Es una palabra que se parece mucho a ‘legalismo’.

–Es inmenso el poder que tiene una sola letra, que cambia el significado completamente. El “legalismo” es burocrático, estricto y supone una traba para el desarrollo de iniciativas; mientras que el “ligalismo” es todo lo contrario, la unión facilitadora, la única corriente que admite en su seno a todas las demás.

–¿Desde cuándo existe y cuál ha sido su trayectoria?

–El ligalismo nace en 2015, un año después de la exposición Arte y Ciencia: el Extraño Gabinete del Profesor Bolívar Galiano, cuyo éxito mediático hizo ver la necesidad del fomento de la cohesión entre todos los gremios culturales. Enseguida saltó a la capital de Estados Unidos, donde fundé la ONG Ligalismo INC. En pocos años ya estábamos también en Costa Rica, Portugal, Chequia, Rusia, Alemania, Curaçao, Perú, Francia…, y contando con muchos artistas de primer orden, especialmente pintores. Y al mismo tiempo con el apoyo de científicos importantes españoles, italianos y americanos.

–¿Cree que en la época en la que estamos quedan corrientes culturales por descubrir?

–Estoy seguro que cada siglo tendrá al menos una gran corriente nueva que supondrá la actualización de las corrientes precedentes. Me refiero a que siempre habrá una que prevalecerá sobre las restantes coetáneas, como ha venido ocurriendo hasta ahora.

–Pero lo que ustedes propugnan ya lo hicieron los renacentistas. ¿no?

–Una buena parte del ligalismo podría ser el renacimiento del Renacimiento, con la ventaja de que ahora contamos con avances tecnológicos que ni siquiera Leonardo Da Vinci podría haber imaginado. En esa lúcida época todos los artistas, científicos y filósofos intercambiaban conocimientos, lo que trajo una gran prosperidad que acabaría pocos siglos más tarde con la separación de las disciplinas en museos especializados y en departamentos irreconciliables. La principal diferencia es, que en el Ligalismo, el objetivo principal es la utilidad humanitaria y no tanto la perfección, y menos, el poder sobre la competencia o la guerra para mantener la ciudad-estado.

–Música, pintura, escultura, literatura… ¿Hay alguna ciencia o actividad que puede predominar sobre las otras?

–No siempre, depende de cada caso, toda disciplina tiene su importancia y puede predominar en un momento determinado, pero todas son consideradas igual de importantes para generar la infinita variedad de manifestaciones surgidas del método ligalógico, consistente en aplicar, ya sea la hibridación o, en otros casos la adaptación, de las disciplinas entre sí.

–Creo saber que el símbolo son los dedos entrelazados y el pulgar haciendo una ele. ¿Por qué?

–Sí, la corriente necesitaba una imagen gestual que fuera fácil de recordar y a la vez que estuviera al alcance de la mano, nunca mejor dicho. Con ella podemos representar la convergencia de las 4 grandes disciplinas: las Artes Visuales, las Artes Escénicas, las Ciencias Naturales y las Ciencias Sociales. Y al mismo tiempo sus 4 campos de actuación: la Cultura, la Educación, la Investigación y la Cooperación Social. El dedo restante, el pulgar, se desliga porque tiene la misión de construir visualmente la L de ligalismo, desplazándose unos 90 grados.

–Ya cuentan ustedes con una fundación. ¿Cómo funciona?

–Es una fundación de ámbito nacional e internacional como medio de actuación y difusión de la corriente desde el año 2020. Es la mejor forma de dar carta de naturaleza a las misiones humanitarias y culturales del Movimiento Ligalista. Se han realizado varios proyectos sociales y artísticos en residencias de mayores en Granada y se ha iniciado un proyecto con niños hospitalizados; contamos con un proyecto de museo, en nuestro caso llamado Ligaseum En definitiva, el ligalismo tiene la virtud de congregar a todo el mundo, pues tienen cabida todas las buenas actividades humanas, en especial las que ligan el sentimiento humano, como la música, la danza, el teatro y las artes plásticas.

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