El parqué
Jornada en rojo
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No eran ni las 2:45 cuando los almonteños saltaron la reja para llegar hasta la Virgen del Rocío y dar pie así a la procesión del Lunes de Pentecostés, el momento culmen de la romería. El tiempo se paraba a las 2:42 y los hijos de la Blanca Paloma saltaban la reja para reencontrarse con la Virgen en el que ha sido uno de los saltos más rápidos del siglo, un cuarto de hora más tempranero que el del pasado año.
Instantes después del salto a la reja, el hermano mayor de la Matriz, Isabel Díaz, portadora de esta insignia, se ha situado cara a cara ante la imagen y, en ese momento, las personas que ya se encontraban en torno al paso han procedido a bajarla del presbiterio para alcanzar la nave central de la ermita entre el sonido del repique de campanas de la ermita y los continuos vítores y palmas.
El 'salto' ha tenido lugar 15 minutos antes que el año pasado -2:57- y apenas cuatro minutos después, a hombros de los almonteños, la Virgen ha alcanzado el pórtico del Santuario para salir a una explanada frontal en la que la esperaban miles de fieles.
Tras salir de la ermita, se ha dirigido, como es tradicional, a su lateral izquierdo, el de la marisma, para empezar a visitar a sus 127 hermandades filiales -la primera de ellas la de Huévar del Aljarafe (Sevilla)- en un paseo que concluirá cuando decida el pueblo de Almonte y que este año se ha ampliado a su llegada a la Plaza Doñana para darle más agilidad. Una ampliación que permitirá, además, vivir momentos hasta ahora inéditos como el paso de la Virgen por la puerta de la casa de la Hermandad de Sevilla.
Tiempo antes, multitud de devotos de la Virgen del Rocío se congregaban dentro y fuera de la ermita la espera de vivir el momento más esperado de la romería. Una procesión que este año amplía su recorrido al llegar a la plaza de Doñana para darle más agilidad, lo que, además, supone nuevos momentos y vivencias para esta multitudinaria romería.
Desde antes de medianoche la gente se iba acercando al santuario, por el que desde poco antes de las 00:30 pasaban los simpecados de las distintas hermandades filiales en el rezo del Santo Rosario. Si eran muchas las personas que se concentraban fuera de la ermita, no fueron menos las que esperaban dentro de ella, completamente abarrotada horas antes del salto a la reja. Además, como es habitual desde hace años, la nave central del templo quedaba vacía al objeto de facilitar la entrada del Simpecado de la Hermandad Matriz de Almonte a su regreso tras el rezo del Santo Rosario.
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