El Papa León XIV sorprende con un mensaje a los rocieros en la Misa Pontifical: "Un saludo con afecto a los peregrinos que acuden ante la bienaventurada Virgen del Rocío"

El obispo de Huelva, Santiago Gómez Sierra, ha llamado este domingo a los rocieros a ser "fermento de esperanza", una esperanza, la cristina, que "siempre queda asegurada" pese a las ilusiones o de desengaños que se derivan de las situaciones culturales, sociales, políticas y económicas de nuestros días

Imágenes del comienzo de la Misa Pontifical este domingo en El Rocío

La Misa Pontifical de este domingo en la aldea. / Jesús Fernández

Ya lo adelataba el presidente de la Hermandad Matriz de Almonte, Santiago Padilla, hace un mes cuando el mundo entero lloraba la pérdida del Papa Francisco. "El Rocío tendrá "muy presente a Francisco y a León XIV, al que desde la Matriz invitamos a venir en alguna ocasión", contaba a este periódico.

Y así ha sido. La Misa de romeros de este domingo en la aldea contaba con el mensaje inesperado del nuevo Papa. Al cuminar la celebración, los miles de devotos allí presentes pudieron escuchar la bendición del pontífice. "Su Santidad León XIV saluda con afecto a los peregrinos que acuden ante la benaventurada Virgen del Rocío de Almonte, en Huelva, el Día de la Solemnidad de Pentecostés, y se une espiritualmente a ellos en esta significativa celebración, pidiendo al Señor que por intercesión de María Santísima derrame con abundancia los dones del Espíritu Santo sobre cuantos participan en esta tradicional peregrinación de fe y devoción", pronunciaba Salvador Aguilera, consultor del dicasterio para las iglesias orientales, llegado para la ocasión desde Roma.

Asimismo, proseguía, "Su Santidad alienta a todos a dejarse transformar por la acción del Espíritu, para que cada uno sea testigo valiente del Evangelio, sembrador de reconciliación y servidor alegre de los más necesitados. Con estos sentimientos e invocando la constante protección de la benaventurada Virgen María del Rocío sobre todos los peregrinos, familias y comunidades que participan de esta fiesta de fe, el Santo Padre les imparte la implorada bendición apostólica. En el Vaticano, a 8 de junio de 2025, Solemnidad de Pentecostés. Firmado por Su Excelencia Monseñor Edgar Peña Parra, arzobispo titular de Telepte y sustituto de la Secretaría de Estado de Su Santidad".

Una grata sorpresa que llegaba en una Misa Pontifical especialmente simbólica este 2025, cuando se celebra el Año Jubilar. Precisamente por ello, este año la esperada celebración eucarística del domingo se cambiaba de ubicación, pasando del Real del Rocío --donde se hace habitualmente-- hasta el Paseo Marismeño, con el objetivo de ampliar el espacio debido a la asistencia de más hermandades.

Así, este 8 de junio se congregaron en el nuevo espacio, frente a las marismas de Doñana, un total de 147 simpecados. Los 127 de las hermandades filiales del Rocío, otros 22 de hermandades agregadas y 16 de cultos.

Con Doñana como telón de fondo, daba comienzo la celebración eucarístíca en la festividad de Pentecostés minutos antes de las 10:30 de la mañana, presidida por el obispo de Huelva, Santiago Gómez Sierra, y concelebrada por los capellanes de las hermandades del Rocío.

Todas ellas asistían, como cada año, junto a sus Simpecados e Insignias a la Misa que en esta ocasión estuvo acompañada musicalmente por el Coro de la Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de Málaga.

El obispo de Huelva, Santiago Gómez Sierra, llamó a los rocieros a ser "fermento de esperanza", una esperanza, la cristina, que "siempre queda asegurada" pese a las ilusiones o de desengaños que se derivan de las situaciones culturales, sociales, políticas y económicas de nuestros días.

Gómez Sierra, durante la homilía, habló de la resistencia al Espíritu Santo que "tiene lugar en el interior de cada uno" y que encuentra en las diversas épocas históricas, también en la actual, sus manifestaciones externas, tales "como las guerras con la consiguiente carrera armamentista de nuevo reactivada, persistencia de la indigencia y el hambre en extensas regiones del planeta, indiferencia ante los derechos de inmigrantes y refugiados, corrupción en la vida la pública".

"Conflictos irresolubles. Desprecio de la vida desde el seno materno hasta sus últimos momentos propiciado cada vez más por iniciativas legislativas que, como ha dicho nuestro Papa León, invocan la libertad no para dar vida, sino para quitarla. No para proteger, sino para herir", añadía.

"El amor total, fiel y fecundo en tantos matrimonios que se irradia en las familias entre padres, hijos y abuelos. La preocupación y el cuidado de los enfermos, los débiles, los niños, los inmigrantes, los ancianos, los exiliados, los refugiados, los pobres o los presos", remarcaba.

El obispo quiso recordar que Testigos de esperanza en el mundo "es el lema propuesto para la jornada de este año santo jubilar y debemos ser fermento de esperanza. Una esperanza que tiene un nombre, Jesús".

Al final de la homilía, las 127 hermandades filiales renovaron su compromiso con la Blanca Paloma, pasando los presidentes y hermanos mayores ante un libro con la leyenda "creemos en todos y cada uno de los dogmas adorables de nuestra sacrosanta religión, católica, apostólica y romana, única verdadera, y estamos dispuestos a derramar por ella hasta la última gota de nuestra sangre si fuese necesario".

La celebración culminaba como cada año con los sones de la tradicional Salve Rociera de los Romeros de la Puebla. Tras ella, los vivas a la virgen por parte de las hermandades servían para descontar los últimos minutos de un domingo en el que la Patrona de Almonte volvería a reencontrarse con sus fieles tras un año de espera.

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