"No podemos defraudar al electorado de Huelva, que ha votado con mucha claridad el cambio de política en el Ayuntamiento y el fin de ciclo político de Perico Rodri". Pedro Jiménez dejó así clara su voluntad de llegar a un acuerdo entre las fuerzas de izquierda para formar el Gobierno municipal, tras unos resultados en los que, "de forma evidente, los grupos que representan a la izquierda en el Ayuntamiento suman un mayor número de concejales de los que suman los partidos de derechas". Por eso el candidato de Izquierda Unida destacó que, sin mayoría absoluta, "se hace necesario el diálogo y el acuerdo".

Por si no se entendía su mensaje, Jiménez, en su valoración a última hora de la noche, dejó aún más claro que "nosotros vamos a estar abiertos a ese acuerdo y a ese diálogo". Eso sí, "acuerdos políticos basados en el programa para dar un giro radical a la política que se ha seguido hasta ahora por parte del PP". Y la advertencia a su posible socio de gobierno quedó subrayada: "No vale en absoluto un gobierno de sillones. Cabe un gobierno de acuerdo político, de contenido político, basado en el programa y para hacer cosas totalmente diferentes a lo que se ha hecho hasta ahora mismo". "No cabe una continuidad política de lo que ha hecho el PP -insistió-, cabe un cambio político sobre la base de programas y políticas de izquierda".

Pedro Jiménez habló sosegado pese al ambiente de euforia que le rodeaba. Su reflexiones no se dejaban llevar por el triunfalismo. Ni siquiera tras el cierre de los colegios electorales, cuando el sondeo hecho público por Canal Sur le dejaba un resultado excepcional, histórico, de 4 o 5 concejales: "Esto no quiere decir nada. Hay que esperar a tener resultados reales", pedía a los compañeros más optimistas en la sala de reuniones de la sede.

Pero conforme empezó a avanzar el escrutinio, la alegría se fue haciendo más evidente. A partir de las diez de la noche ya se congregó un buen número de apoderados e interventores de las mesas, que se dejaron llevar ya por la euforia. El arreón final disparó la fiesta por el triunfo con que se sintió el mantenimiento de la representación en la capital y el fin de la etapa de Pedro Rodríguez en la Alcaldía.

"Era insoportable por más tiempo un gobierno del Partido Popular. Estamos muy satisfechos de haber contribuido de manera decisiva a poner fin a esa etapa y que se abra una nueva en la que sea posible llevar a cabo políticas de progreso y de izquierdas en Huelva", apuntó Pedro Jiménez.

Uno de los más eufóricos, el ex coordinador regional, Diego Valderas, aseguró que los resultados "reeditan la confianza del electorado a una fuerza cohesionada, que es la que mejor puede pemirtir el cambio de políticas".

Más allá fue el secretario de Organización provincial, Rafael Sánchez Rufo: "Aquellos que nos daban por muertos, que tengan claro que Izquierda Unida es una organización que sigue viva y coleando, que tiene mucho que decir en el futuro de esta provincia y que es determinante para fijar las políticas de muchos municipios de la provincia y en Huelva capital".

Sánchez Rufo tuvo palabras de reconocimiento a la militancia de IU por su implicación en "una campaña muy dura" en la que "han peleado calle a calle por unos resultados que nos permiten mantener una importancia política de primer orden en la provincia de Huelva".

En su análisis de la provincia, reconoció la "espinita clavada" de Trigueros, donde ha pasado a ser la segunda fuerza más votada, y destacó los resultados de Cala, Zufre, La Granada de Riotinto, Nerva, Zalamea, Aracena y Aljaraque. Pero aclaró que los posibles pactos de gobierno se sustentarán en los programas políticos.