Uno de los datos más significativos que arrojaron las elecciones del pasado domingo fue el notable aumento del número de votos en blanco que se depositaron en las urnas. Según los datos oficiales del Ministerio del Interior, se contabilizaron 915, el 2,58% de los sobres contabilizados. Este voto suele ser de protesta o de desencanto ante las distintas candidaturas y, con los movimientos generados en torno al 15-M, ha vuelto a tomar protagonismo. Sin embargo, este voto beneficia notablemente a los partidos con mayor respaldo ya que hace más difícil que los pequeños puedan acceder al mínimo necesario (5% de los votos válidos) para optar al reparto de concejales. De hecho, para optar a un edil era necesario, al menos, unos 1.700 votos.

No obstante, UPYD y Democracia Participativa quedaron muy lejos de aspirar a la representación. De hecho, la primera apenas alcanzó el 3,2% de los sufragios mientras que la segunda no llegó ni al 0,70%. No obstante, el número de votos en blanco se ha duplicado con respecto a los recopilados hace cuatro años, una tendencia, no obstante, que se ha producido en toda España.

Asimismo, el número de votos nulos fue tres veces mayor que hace cuatro años (431 por 127) lo que evidencia también que muchos electores optaron por esta opción para mostrar su desencanto. El voto nulo únicamente computa a efectos de participación sin que afecte al reparto definitivo de concejales.

De las elecciones del pasado domingo también destacó que se logró alcanzar una de las mejores participaciones en unas municipales en la ciudad en el actual periodo democrático. De hecho, más del 53% de los portuenses con derecho a voto lo ejercieron durante las horas que estuvieron abiertas las urnas en los distintos colegios electorales. No obstante, la ciudad sigue estando en unos niveles más bajos con respecto a la media provincial (el pasado domingo se situó en el 60%).

Sin embargo, los comicios locales no han llegado aún a los niveles de participación que se han logrado en convocatorias a autonómicas o generales, donde la abstención no ha llegado al 35%.