33.046 gaditanos depositaron este domingo su voto a favor de la candidatura liderada por Teófila Martínez. Votos que le dieron a la política popular su quinta mayoría absoluta en la capital de la provincia y que a pesar de llevar dieciséis años en el poder ha sufrido un desgaste mínimo, casi ridículo, de un concejal. Frente a ella, el PSOE gaditano, arrastrado por la ola de castigo al gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, se deja en su ya larga travesía por el desierto un edil. La coalición Izquierda Unida, se aprovecha de la debacle socialista y, seguramente, del tirón hacia arriba del porcentaje de votantes, para triplicar sus escaños y lograr tres.

Tal vez de todos los resultados locales y regionales que han colapsado la realidad ciudadana desde primeras horas de la noche del pasado domingo electoral, han sido los de la capital gaditana los más previsibles. No había ambiente en el ciudad para un vuelco como el que dejó en la cuneta al PSOE en 1995; tampoco estaban los socialistas (con la crisis económica apretándoles) como para aspirar a más de lo que tenían; mientras que la coalición de izquierdas sí podía confiar en conseguir el segundo concejal que había perdido cuatro años antes por apenas cuatro votos. E incluso se marcaban metas más elevadas, como así ha sido.

LOS VOTOS

Todo ello con un elevado porcentaje de votantes, para lo que se estila en esta ciudad, con más de cinco puntos por encima de lo logrado en 2007. En este caso, la democracia 'real' funcionó acudiendo a las urnas frente a la reflexión reclamada por los indignados que han llenado estos días nuestras plazas. Un mayor porcentaje de votantes que ha favorecido a IU (con 1.800 votos más que en 2007), frente a la pérdida de 2.500 votos de los socialistas y apenas 900 que se ha dejado por el camino la lista del Partido Popular. Un mayor porcentaje de votos que también ha permitido un abundante reparto entre los partidos minoritarios, algunos de reciente formación y con resultados muy llamativos como los 915 votos de Izquierda Anticapitalista, aunque siempre lejos de rozar el 5% que les asigna un escaño. Y también hay que tener en cuenta el elevado número de votos blancos y nulos que han alcanzado los dos millares en conjunto.

No obstante, más del 40% de los ciudadanos optó por quedarse en casa (o en la playa, o en el campo) y no ejercer su derecho constitucional. Una cifra extremadamente alta que alguna vez tendría que abrir una reflexión entre los partidos políticos. Muchos de ellos serán, sin duda, los jóvenes y no tan jóvenes indignados, cuya petición de una regeneración democrática no debería de ser ni ignorada ni despreciada por los nuevos gobernantes.

Teófila Martínez afronta su quinto mandato con mayoría absoluta. 15 ediles en 1995 y 18 años en las convocatorias posteriores. Sólo el candidato de Almería ha obtenido un porcentaje mayor de votos que la cabeza de lista del PP de Cádiz. Siguen siendo unos resultados espectaculares aunque más de uno en este partido abrigaba la esperanza de acercarse a los 20 ediles.

Lo conseguido este domingo está apenas seis puntos por debajo de la marca lograda en 1999, cuando acumuló el 62% de los votos, su récord. Cuando agote este mandato que ahora se inicia cumplirá 20 años al frente del Ayuntamiento, más que ningún otro alcalde democrático en la trimilenaria historia de Cádiz. Sólo la supera José León de Carranza, alcalde durante 21 años sin pasar por las urnas e impuesto por la dictadura militar del general Franco. En 2015, se presente o no de nuevo, una parte de los jóvenes gaditanos que acudan a ejercer su voto por primera vez en su vida sólo la habrán conocido a ella como alcaldesa de Cádiz. Otra cuestión que debería de hacer reflexionar, por la incidencia que ello tiene en la formación de quienes algún día asumirán la gestión de la propia ciudad.

AÑOS DIFÍCILES

Inicia Teófila Martínez su quinto mandato y, sin duda, el más complicado de todos. Cuatro años trascendentales.

En menos de un año se iniciarán todos los actos relacionados con el Bicentenario. El trecho final en su preparación se atraviesa en un contexto de una fuerte reducción del gasto público, que ya está afectando de lleno a la organización del evento. Por si fuera poco, la aportación estatal está más que nunca en el aire debido a la crisis interna del PSOE tras su debacle electoral en el conjunto del país el pasado domingo. Mucho tendrán que presionar Teófila Martínez y los dirigentes locales socialistas para que el gobierno de la nación preste la atención debida a los últimos y decisivos flecos de la organización del Bicentenario.

Serán, son ya, años de recortes en el gasto. Tras las sonrisas electorales llega ahora la hora de la realidad. El PP se ha comprometido a mantener el presupuesto en servicios sociales, que se lleva un buen pellizco de las cuentas municipales, e incluso aumentarlos; no puede ni debe reducir el ritmo de obras públicas, tanto por su incidencia en la preparación del 2012 como en la propia dinámica de la ciudad, pero para ello necesita un dinero que hoy no tiene. Y está claro que ni el gobierno central ni el autonómico están para sacar adelante nuevos planes de inversión, que en los dos últimos años han sido vitales para financiar proyectos del Ayuntamiento.

En estos cuatro años se terminarán y se deberán de poner en uso numerosos equipamientos ciudadanos de gran calado: nuevos museos, centros culturales, equipamiento sociales, que necesitan de cifras casi millonarias para su mantenimiento y desarrollo adecuado. Y, a la vez, tendrá que cumplir compromisos realizados en la pasada campaña que suponen sacar la exhausta chequera para poder financiarlos.

Son, así, años difíciles en los que Cádiz deberá concretar de una vez por todas su modelo de desarrollo. Cierto es que no todo debe estar en manos de la administración local, pero también es cierto que ésta es motor de buena parte de lo que se mueve en esta isla.

Aunque la pérdida de un edil tras dieciséis años de gobierno es casi imperceptible, también es cierto que esta cifra se puede incrementar si en los años difíciles que nos esperan el Ayuntamiento, y el PP que lo gobierna, no sabe estar a la altura de las circunstancias.

LAS INSTITUCIONES

Como en 1995, Teófila Martínez tendrá que esperar menos de un año para contar con el apoyo de un gobierno central en manos del PP, si se confirma la más que previsible victoria de Mariano Rajoy en los próximos comicios nacionales, que si no se adelantan se celebrarán en marzo de 2012. Para entonces se podrán dar circunstancias excepcionales que como tales no se han repetido en ningún momento en estos años: que el PP gobierne en la Diputación, como así va a ser, y que el PP gobierne en la Junta de Andalucía, como parece que va a ser. Se repetirá entonces lo que ya vivió el socialista Carlos Díaz en parte de su etapa de gobierno en la ciudad: un solo partido al frente de todas las administraciones públicas: ayuntamiento, diputación, Junta y gobierno central. Entonces no se supo aprovechar para beneficio de Cádiz; ahora sólo hay que saber hacer las cosas y que Teófila Martínez haga valer su poder en Madrid, como ya lo hizo durante el mandato de José María Aznar.

Cabe destacar que la llegada al gobierno de la Diputación Provincial del PP va a incidir en el propio gobierno local, como ya preveían quienes en su día montaron la lista popular en la capital. Habrá que ver quién la preside y quienes de Cádiz se marcharán a gestionar la provincia. Habrá que ver si Teófila Martínez deja marchar a dos de sus pesos pesados, Mercedes Colombo e Ignacio Romaní, y como ello va a tener incidencia en el nuevo gobierno popular.

Y habrá que ver si el PP va a aprovechar las circunstancias y reclamar cuestiones a la Diputación que no lograba cuando en la plaza de España gobernaba el PSOE. Dos ejemplos: la cesión de las obras de Aduana para llenar las naves del Centro de Arte Contemporáneo y el futuro de la vieja sede de la Audiencia Provincial, que el PGOU de Cádiz quiere eliminar y el PSOE pretendía proteger.

Y más. ¿Qué pasará si el PP gana en la Junta de Andalucía?

EL BICENTENARIO

La victoria en la Diputación va a suponer que el equipo de esta institución encargada del Bicentenario pase a ser controlado por el PP. No es cuestión menor: desde hace unas semanas estos técnicos forman parte de la columna vertebral de la propia Oficina del Bicentenario. Aunque entre ésta y el mismo Ayuntamiento hay buenas relaciones, habrá que ver cómo se organiza este grupo teniendo en cuenta que al frente de la misma está la Junta socialista. Y, sobre todo, habrá que ver si se mantiene en Diputación una oficina específica dedicada al Doce donde, curiosamente, trabaja la candidata socialista Marta Meléndez.

Cabe esperar que el PSOE no se disperse entre tanta crisis interna y que mantenga su compromiso con este evento.

EL PSOE

13.015 gaditanos han votado a la lista socialista encabezada por Marta Meléndez. Era una apuesta arriesgada defendida por el secretario local, Federico Pérez Peralta. Al final, se ha quedado con siete concejales, uno menos que en los dos mandatos de Rafael Román y superior también en uno a la debacle de 1999, cuando el PSOE se quedó con seis. Es significativo que en 2011 el PSOE haya logrado el mismo número de votos de los conseguidos por IU en 1995.

Aunque ha realizado una buena campaña Meléndez ha tenido que luchar contra los del PP, con Teófila Martínez omnipresente en la ciudad, y contra los propios del PSOE y la herencia que ha dejado en todos el gobierno de Zapatero.

Decían algunos dirigentes socialistas que 2011 era el primer paso para recuperar la alcaldía de Cádiz en 2015. Bueno, tal y como están las cosas y como se prevén que sigan el PSOE va a tener que esperar unos cuantos años más.

EL GOBIERNO DE TEÓFILA

Buena parte del equipo de Teófila Martínez elegido en las elecciones del pasado domingo repite como concejales. Tendrá que hilar fino la alcaldesa para dinamizar el trabajo de todos ellos una vez confeccione su nuevo gobierno, sobre todo cuando tendrá que mandar a la plaza de España a varios de sus ediles más preparados.