La venta de carretera en Huelva que no tiene carta, pero en donde comerás como en casa

Si te gusta el cuchareo y los platos de siempre, esta venta onubense con un ‘Solete’ Repsol se ha convertido en parada obligada para quienes buscan sabor auténtico y trato familiar

El menú degustación que enamora en un pueblo de Huelva por menos de 60 euros: "Una joya gastronómica escondida que recomiendan Michelin y Repsol"

El buffet libre cerca de Huelva que está arrasando: Pescado sin límite por 13 euros

Una pequeña venta de comida casera a muy buen precio
Una pequeña venta de comida casera a muy buen precio / Google Daniel Fernández

A las afueras de Huelva, en la carretera de San Juan del Puerto, se esconde uno de esos lugares familiares que ya pocos se conservan. Un pequeño restaurante donde aún se guisa con calma, donde el pan se sirve caliente y el aceite brilla sobre un buen mollete.

Su nombre es Venta Angelito, y a pesar de su humilde oferta gastronómica, tiene un ‘Solete’ de la Guía Repsol, reconocimiento que distingue a los sitios auténticos donde se come bien sin necesidad de etiquetas. "Una de las cocinas más honestas que me he encontrado últimamente", apunta el conocido influencer sevillano Juan Antonio Aguayo (@guiasevillana).

Pocos fuera de la zona conocen este local, pero quienes trabajan o pasan a diario por esa carretera saben perfectamente de lo que hablamos. Frente a los talleres y concesionarios, la Venta Angelito se ha convertido en el refugio de quienes buscan comida casera, buena atención y precios honestos. Un sitio donde los guisos huelen como los de antes y las albóndigas de choco, el rabo de toro o la carne mechada te reconcilian con la cocina sencilla y bien hecha.

Hasta el chef Xanty Elías, uno de los grandes nombres de la gastronomía onubense, lo tiene claro. En palabras del cocinero de Finca Alfoliz, “es el sitio por excelencia al que van muchos trabajadores de la zona: Un clásico”. De hecho, allí fue donde celebró junto a su equipo los dos Soles Repsol del desaparecido Acánthum y su Sol Sostenible. No es poca cosa.

Venta Angelito
Venta Angelito / Google Javier Ramón Muñoz-Cruzado y Sánchez

Además de sus guisos, los desayunos de Venta Angelito son otra de sus joyas. Molletes grandes con jamón y aceite, café bien servido y una sonrisa detrás de la barra. Detrás del comedor y su terraza, el ambiente es familiar, de esos en los que los camareros te llaman por tu nombre y los clientes repiten semana tras semana.

“Comida de antaño, me recordó la de mi abuela”, “Un señor bar de los clásicos, donde puedes degustar comida casera que estás viendo cómo te la hacen y con un sabor que te recuerda a la cocina de tu madre”... Son solo algunas de las opiniones que dejan los comensales que se han dejado caer por este ‘Solete’ con alma de venta.

En tiempos de prisas, la Venta Angelito reivindica el sabor de lo cotidiano y la calidez de lo cercano. Porque a veces, los mejores restaurantes no están en las grandes urbes, sino justo al borde de la carretera.

stats