Vía Augusta
Alberto Grimaldi
La conversión de Pedro
Huelva presume de rincones naturales que brillan los doce meses del año, pero si hay un lugar que alcanza su máximo esplendor en otoño, ese es el Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche.
Un auténtico paraíso en la sierra onubense donde los colores ocres y verdes se mezclan con el aire puro, la buena mesa, patrimonio único, naturaleza sin igual, vida vibrante y llena de ferias y actividades culturales, además de la excelsa hospitalidad y belleza de sus pueblos.
Con sus senderos entre alcornoques, encinas y castaños, este enclave ofrece al viajero una experiencia completa: Naturaleza, deporte, cultura y, cómo no, la mejor gastronomía.
Es el destino perfecto para una escapada otoñal en la que perderse por sus rutas de montaña o dejarse llevar por la tranquilidad de sus pueblos blancos, que guardan siglos de historia y sabor.
Entre sus atractivos más buscados están las rutas de senderismo que conducen a lugares tan emblemáticos como el Cerro de San Cristóbal, Los Madroñeros o la Ribera de Jabugo, escenarios ideales para conectar con la naturaleza.
Pero la magia del otoño serrano va mucho más allá de los caminos: Son sus pueblos los que realmente conquistan a quienes visitan la zona.
Hay decenas de pueblos y aldeas llenas de encanto en la temporada más gustosa de esta bella comarca, pero estas localidades, algunas de las más populares, son un hervidero de actividades, ferias, atractivos turísticos y eventos para llenar cada fin de semana de octubre, noviembre y diciembre.
Un tesoro medieval que esconde la única mezquita rural en pie de España, datada en el siglo X y rodeada de murallas que parecen detener el tiempo. Pasear por sus calles empedradas es viajar a otra época: Es el único pueblo onubense perteneciente a la conocida asociación Pueblos Más Bonitos de España.
La capital serrana, vibrante y acogedora. Aquí se encuentran el Castillo de Aracena, el Museo del Jamón y, sobre todo, la joya subterránea más espectacular de España: la Gruta de las Maravillas, una cueva que deslumbra a todo el que la visita. Además, su vida cultural y gastronómica es imparable, con restaurantes de primera que convierten cualquier visita en un festín.
Nombre universalmente ligado al jamón ibérico de bellota DOP Jabugo, considerados por muchos el mejor jamón del mundo. Sus dehesas, donde los cerdos se crían en libertad, son la esencia de un producto reconocido en todo el planeta. Aquí, la tradición se convierte en arte culinario y en identidad local.
Un lugar que respira historia en cada rincón. Su castillo medieval domina el horizonte y sus calles, ermitas y fuentes invitan a perderse sin prisa. Es un destino perfecto para quienes buscan turismo sostenible y un contacto directo con la naturaleza.
Temas relacionados
También te puede interesar
Lo último
No hay comentarios