Una de las mejores playas de España (y Europa) está en Huelva, según The Guardian: "Arena dorada, mar transparente y cero aglomeraciones"

Entre pinares, marismas y atardeceres, esta playa onubense se despliega como un brazo de arena dorada que desafía al tiempo y al turismo convencional. A medio camino entre lo salvaje y lo sagrado, esta lengua de tierra que avanza lentamente sobre el Atlántico es, sin duda, una de las playas más singulares y fascinantes de Andalucía.

La Flecha del Rompido está considerada por los lectores y expertos en viajes del conocido periódico británico The Guardian, como una de las más bonitas y destacadas no solo de España, sino de Europa, y las razones son obvias.

Y aunque le de nombre y esté situada frente al núcleo costero de El Rompido, en pleno Paraje Natural Marismas del Río Piedras, la Flecha, está dentro de la Flecha de Nueva Umbría, y pertenece al municipio de Lepe.

Para llegar a ella, no se deja conquistar fácilmente: Es necesario cruzar el río en una pequeña embarcación que parte desde el puerto deportivo. Un viaje corto (apenas cinco minutos) pero que funciona como un ritual de desconexión. Al otro lado, te espera una playa virgen donde no hay hoteles, ni chiringuitos, ni hamacas... solo arena fina, dunas, y el sonido rítmico del mar abierto.

La Flecha del Rompido no solo destaca por su belleza intacta, sino también por su origen geológico. Se trata de una formación natural única en Europa, nacida del constante choque entre las corrientes marinas y el río Piedras, que ha ido modelando esta barra arenosa desde el siglo XVI. Cada año crece unos 40 metros hacia el este, como si la propia naturaleza la dibujara a su antojo.

Este rincón salvaje de la costa de Huelva es perfecto para quienes huyen de las playas masificadas y buscan un lugar donde sentir la naturaleza sin filtros. El baño en sus aguas claras es solo el principio: aquí puedes caminar kilómetros sin cruzarte con nadie, practicar deportes náuticos en calma, observar aves en plena marisma o simplemente tumbarte a contemplar cómo el cielo y el mar se funden al atardecer.

La Flecha del Rompido no es solo una playa, es un lugar al que no se llega por casualidad, sino por el deseo de reencontrarse con lo esencial: la tierra, el mar y el silencio.