Esta playa de Huelva sin multitudes podría ser la más pura del sur de Europa (y lo vas a querer comprobar)

Se trata de una encantadora playa ubicada en el entorno natural de Doñana que destaca por su ambiente familiar y por acoger un tipo de turismo mucho más respetuoso con el entorno que el que se suele encontrar en otros destinos del litoral andaluz.

En el sector oriental de la provincia de Huelva se esconden playas de gran belleza, algunas muy conocidas y otras más discretas, aunque todas ellas comparten un fuerte vínculo con el ecosistema protegido de Doñana.

En este caso, nuestro recorrido comienza en Mazagón, un enclave costero compartido por los municipios de Moguer y Palos de la Frontera, que lo gestionan a través de una mancomunidad, donde uno de sus mayores atractivos es, aparte de sus playas, el puerto deportivo, que constituye un punto clave de interés para visitantes y residentes.

Aunque desde hace siglos existió en la zona una pequeña comunidad de pescadores, fue a finales del siglo XIX cuando habitantes de localidades cercanas como Bonares, Rociana del Condado y Lucena del Puerto empezaron a frecuentar estas playas en los meses de verano, tras finalizar la temporada agrícola. Acampaban al pie del acantilado que hoy recorre la transitada Avenida de los Conquistadores y la del pintor Miguel Ballesta. Esta última es conocida por las Casas de Bonares, en referencia a los primeros veraneantes que se asentaron allí procedentes de dicho municipio.

Con más de 9 kilómetros de costa virgen, rodeada por el Parque Natural de Doñana, Mazagón ha mantenido su esencia como playa tranquila y familiar. Es habitual que muchos visitantes sean residentes de ciudades como Huelva, Sevilla o Badajoz, que tienen aquí su segunda residencia, alejándose del turismo masificado que predomina en otras zonas costeras de Andalucía.

Mazagón se ha consolidado como una de las playas más bellas, limpias y visitadas de la provincia. Sus servicios e infraestructuras mejoran año tras año. La Playa del Parador, por ejemplo, cuenta con la prestigiosa Bandera Azul y la Q de Calidad Turística, que avalan sus excelentes condiciones.

El visitante puede disfrutar de paradas urbanas muy populares como Las Dunas, Chicago, El Remo, El Alcor, el antiguo Club Náutico o las ya mencionadas Casas de Bonares. Muchas de estas zonas cuentan con chiringuitos, restaurantes y alojamientos cercanos. Para quienes buscan más tranquilidad, existen áreas menos transitadas como Ciparsa o El Vigía, ubicadas entre el puerto deportivo y el puerto exterior de Huelva.

Uno de los principales reclamos de Mazagón es precisamente su puerto deportivo, que alberga numerosas embarcaciones de recreo y ofrece completos servicios náuticos. Desde 1996 ostenta la Bandera Azul gracias a su compromiso con la calidad y sostenibilidad. Aquí operan empresas dedicadas al alquiler de barcos, material náutico y de pesca, además de una cafetería con terraza que ofrece vistas al paseo marítimo. En sus alrededores se pueden practicar actividades como la vela o la pesca deportiva, bajo la imponente silueta del espigón de Huelva.

En la zona alta de Mazagón, sobre los acantilados, se concentra la oferta de ocio con una amplia variedad de restaurantes, heladerías, hoteles y supermercados. También hay espacios para el esparcimiento, como un parque público y el emblemático faro, construido en 1861 sobre la Punta del Picacho. Además, este núcleo costero alberga puntos de interés cultural como la biblioteca y la sede de la mancomunidad.

Gracias a la calidad de sus aguas, su entorno natural y su ambiente acogedor, Mazagón se posiciona hoy como uno de los destinos costeros más destacados para quienes buscan mar, tranquilidad y naturaleza en estado puro.