La aldea de Huelva con nombre de montaña a la que se puede llegar andando y donde viven apenas 17 personas entre calles de piedra y casitas blancas
Un rincón escondido en uno de los pueblos serranos más bonitos de Huelva donde la vida transcurre tranquila entre piedra, silencio y aire puro
La aldea de Huelva con dos calles y 14 habitantes que te recuerda cómo suena el silencio
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La aldea hippie de Huelva con nombre de verdura que vive al ritmo de la naturaleza
A tan solo un kilómetro de la localidad de Alájar, en pleno paraíso natural de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche, se encuentra El Collado, una diminuta aldea que parece sacada de una película rodada entre bosques y montañas.
Sus calles empedradas, sus casas encaladas con puertas de madera y su ambiente de serenidad la convierten en una de esas paradas imprescindibles para quienes buscan la esencia más pura de la Andalucía rural.
Aunque carece de ermita o monumentos destacados, El Collado conquista por su sencillez y en otoño se viste de colores ocres que enamoran. Caminar por sus estrechas y pedregosas callejuelas, envueltas por el olor a chimenea y romero, es una experiencia sensorial que conecta con lo auténtico.
Una pequeña población a un paseo de Alájar
Desde el pueblo de Alájar, se puede llegar fácilmente por un sendero de apenas un kilómetro, rodeado de castaños y alcornoques, que ofrece unas vistas encantadoras del valle. Un precioso paseo que complementa la visita turística a este encantador municipio.
La armonía arquitectónica de sus casas, su limpieza y la hospitalidad de sus vecinos hacen que muchos viajeros la consideren una de las aldeas más bonitas de Huelva. Es el lugar perfecto para perderse un rato, sacar la cámara y disfrutar del silencio del campo.
Y su nombre, también tiene magia. "El Collado" se refiere a su ubicación geográfica: Un paso de montaña o una zona alta entre colinas. La palabra "collado" describe un término topográfico común para describir estas elevaciones.
Arquitectura, naturaleza y turismo
El suelo empedrado, las fachadas blancas y la disposición de las casas proyectan una armonía visual muy atractiva para quienes buscan escapadas fuera del circuito turístico habitual.
Además, al estar inmersa en un entorno protegido, la naturaleza se interrelaciona con lo humano: Encinas, alcornoques, senderos y miradores combinan para generar una experiencia de desconexión.
Por ejemplo, gracias a su cercanía al núcleo de Alájar, los visitantes pueden alternar paseo por las calles blancas con rutas más amplias de senderismo o incluso experiencias rurales.
Además, a pesar de que apenas haya poco más de una veintena de casas, hay varios alojamientos muy bien valorados que te invitan a vivir la experiencia serrana completa, como Casa del Bosque Mágico, Casa Rural del Balcón de la Sierra de Alájar, Alojamiento Rural La Encina o Casita Collado 3.
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