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Trigueros se prepara para la salida de su Patrón y sus tradicionales "tiradas"

Trigueros se prepara para la salida de su Patrón y sus tradicionales "tiradas"

Trigueros se prepara para la salida de su Patrón y sus tradicionales "tiradas" / Rafa del Barrio

Como cada año, la localidad onubense de Trigueros se prepara para la llegada de una de sus fiestas más importantes, las que se conmemora el último fin de semana del mes de enero en Honor a su Patrón, San Antonio Abad.

Estas fiestas de invierno se caracterizan por reunir una serie de tradiciones únicas que la hacen ser muy singular. Pero además de ello, existe todo un preámbulo de acontecimientos que te va preparando, desde el punto de vista emocional, hasta la llegada del último domingo del mes.

Y es que los triguereños saben, como nadie, despedir la Navidad. Ya que el mismo día 6 de enero, en la Epifanía del Señor, los cochinos del Santo ya salen a la calle acompañados por el tamborilero y los operarios municipales que van vendiendo las papeletas. Se trata de un rito centenario que se repite cada año y que supone uno de los atractivos más peculiares entorno a San Antonio Abad.

Seguidamente cada mañana a las 12:00 h en punto y desde el día 9 tiene lugar los llamados “repiques”. Es cuando las campanas de la Iglesia Parroquial y de la Capilla del Santo empiezan a sonar al unísono durante media hora, acelerando el pulso de cualquier vecino que las oye pues anuncian que las fiestas se acercan.

Las plazas y calles son un ir y venir de gente que hacen acopio de todo lo necesario preparar las comidas y tratar de tener todo listo para cuando se acerque el momento. Se ultiman las tareas de limpieza y se acicalan las fachadas. El Ayuntamiento prepara el pueblo para que luzca perfecto cuando el Santo nos visite.

Candelas de San Antonio Abad Candelas de San Antonio Abad

Candelas de San Antonio Abad

Mientras tanto, y siguiendo con las tradiciones, se celebran las Candelas del Santo. Se trata de un momento muy especial en que Trigueros arde durante la noche del 16 de enero. Los repiques de las campanas, en torno a las 22.00 h, anuncian que ya se puede prender fuego a esos haces de olivo, carrasca, lentisco, romero…  que previamente se han ido a recoger al campo en una extraordinaria jornada de convivencia con familiares o amigos.

San Antonio Abad ya está en su paso en su Capilla. Adornado con flores, presencia cada noche de novena y al termino de esta, la tradicional candela en su puerta. De la misma manera, se repite la estampa a las puertas de la Parroquia hasta la llegada del sábado del Santo.

A las puertas de la Capilla en la antigua calle Audiencia una multitud de gente se agolpa para verlo salir. Es sábado del Santo.  En la reja, un grupo de triguereños se afanan por entrar los primeros y poder meter su hombro bajo sus andas teniendo así el privilegio de poder llevarlo en su traslado hasta la parroquia. El Alcalde, con el resto de autoridades, el cura párroco, hermandades de la localidad y la banda de música, porta la llave que entrega a la primera persona que guardó su sitio durante días, a la espera de poder ser el afortunado de “abrirle” la reja.

San Antonio Abad San Antonio Abad

San Antonio Abad

San Antonio Abad ya esta en su Iglesia y tras las solemnes vísperas y la última de sus novenas, el cielo se ilumina de color y se llena de luz en la tradicional función de fuegos de artificio.

Amanece en la localidad y los sones de la Banda ameniza sus calles en la alegre diana. La bendición de los animales y la Procesión de Tercia protagonizan la primera parte de la mañana del domingo. El centro del pueblo es un hervidero de gente que va aumentando según pasa la mañana y se acerca la hora de la función principal.

La coral envuelve con sus cantos a los presentes, en un templo gótico mudéjar que no deja a nadie indiferente, parece evocarte a otros tiempos en un acto totalmente solemne. San Antonio Abad ya es portado por su pueblo, que lo lleva hasta la puerta de la Parroquia. El Alcalde, en ese instante, lanzara unos sentidos vivas haciendo la entrega al pueblo y entregando su vara de mando al Capataz del Santo. Comienza el recorrido del Santo por todo Trigueros donde, visitando cada casa de cada vecino, repartirá su bendición. En cada hogar triguereño le reciben con entusiasmo, todo un año de espera para verle de nuevo frente a ellos y rodeado de su gente.  Unos vivas, unas lágrimas, un poema,… y así casa por casa.

Es durante este recorrido ininterrumpido que llega a superar las 36h cuando tienen lugar las conocidas “Tiradas del Santo”. Y así, desde los balcones y las terrazas, llueven viandas en forma de panes, chorizos, bacalaos o roscas del Santo. Que la multitud se afana en coger a pie de calle o en las reconocidas “parihuelas” que le ayudan a alcanzar mejor posición intentando hacerse con mejor provisión.

Tiradas del Santo Tiradas del Santo

Tiradas del Santo / Josué Correa

No faltaran esos ratos de fraternidad en las casas de los triguereños que durante los días previos han preparado los mejores manjares de la gastronomía triguereña con el fin de agasajar a sus invitados y que “no les falte de na”.

Los tamborileros que tienen un papel tan importante durante todas las fiestas, van precediendo a la imagen, anunciando que se acerca pero sólo hay un momento donde guardan silencio. Junto a ellos, todas las personas que acompañan al Santo. El amanecer se hacer presente y San Antonio Abad va a visitar el Cementerio. El Capataz ordena ese silencio mudo que solo rompe el pequeño tintineo de las campanillas del paso, se hace la oración y tras ella, se regresa al recorrido, con el mismo silencio, con el mismo respeto hasta el lugar que marcó el Capataz. Es quizás de los momentos más emocionantes de todo el recorrido, porque son muchas las emociones que afloran durante esta visita de San Antonio Abad al Campo Santo.

El recorrido de San Antonio Abad por su pueblo está llegando a su fin. A su paso por el Ayuntamiento la tirada de los niños o la tirada de los mayores son dos momentos importantes en la tarde noche del lunes. Las tracas en la Plaza de la Constitución y  “La Escapailla”. Los triguereños no quieren aún guardar a su Santo en la Capilla de donde salía el sábado anterior y salen literalmente a correr calle arriba hasta llevárselo a un lugar, por tradición desconocido, donde las autoridades locales junto al párroco y la banda de música deberían ir a buscarlo.

Tras ello, la rifa de los cochinos a las puertas del Ayuntamiento para finalmente y acompañados por los sones de la banda, San Antonio Abad sea llevado por su pueblo hasta su Capilla donde aguardará todo un año para poder volver a visitar las casas de los triguereños repartiendo su bendición.