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Matalascañas, convertido en un improvisado safari nocturno

Matalascañas es mucho más que playas, un paseo nocturno por sus calles

Matalascañas es mucho más que playas, un paseo nocturno por sus calles / M.G.

La presencia de animales de todo tipo en la playa de Matalascañas es ya más que habitual, lo que todavía sigue sorprendiéndonos es verlos campar a sus anchas por el núcleo urbano. 

No hay verano en Matalascañas que no esté protagonizado por las imágenes de las bellas criaturas del coto de Doñana paseando en las inmediaciones de la urbanización, y este no podía ser menos. En la mayoría de los casos, estos animales pasean por error y desorientación. El bollullero Rafael García pasa sus veranos en la playa de Matalascañas, y estos días ha querido mostrar a sus seguidores en redes sociales lo que significa un paseo nocturno por el pueblo costero.

Una familia de jabalíes, zorros, conejos y ciervos toman las calles durante la noche, cuando disminuye la actividad y el tránsito de personas, para alimentarse. En la mayoría de los casos esto sucede por error y desorientación aunque, como señalaba Seprona el año pasado, "las olas de calor también afectan a los animales y, en muchas ocasiones, salen de su hábitat para buscar la expansión, la comida y la bebida que le falta en sus lugares habituales".

Una maravillosa estampa que recuerda a los meses de frío porque, como comentábamos, este no es un caso aislado. Que los animales tomen las calles del núcleo costero es más que habitual, principalmente en otoño e invierno, cuando disminuye la actividad turística de la zona. 

No obstante, es importante no romantizar la presencia de algunos de estos animales, como el jabalí. No debemos olvidar que se trata de animales salvajes y que no deben ser alimentados ni acariciados. Respetar el espacio de estas especies y tratar de evitar el contacto con ellos es evitar situaciones peligrosas. Pero como Matalascañas es la puerta al coto de Doñana, encontrarte con un jabalí puede ocurrir en cualquier momento, si te cruzas con alguno:

No corras, los jabalíes son muy rápidos y pueden alcanzarte fácilmente; haz ruido, habla en voz alta y golpea objetos cercanos para ayudar a ahuyentarlos; no le des la espalda, esto podría provocar que el jabalí te ataque; mira al animal, mantén la vista y aléjate lentamente; defiéndete si es necesario y, si te ataca, llama rápidamente para pedir ayuda.

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