Entrevista a María Galiana

"Huelva es mi segunda casa"

  • La actriz sevillana protagoniza este viernes en el Gran Teatro 'El abrazo'.

  • A caballo entre Cuéntame y su nueva obra de teatro, Galiana confiesa que "siempre hay tiempo para disfrutar de los encantos de la provincia onubense".

La actriz María Galiana durante una función de la obra teatral 'El abrazo'

La actriz María Galiana durante una función de la obra teatral 'El abrazo' / Pentación Espectáculos

Es una de las caras más queridas de la pequeña pantalla. Su papel de Herminia en la longeva serie de televisión Cuéntame la ha catapultado a lo más alto y a día de hoy, 20 años después de su inicio, son muchos los que la siguen considerando "la abuela de España".

María Galiana (Sevilla, 31 de mayo de 1935) no puede decir que lleve toda la vida dedicándose a la interpretación. De hecho, no fue hasta su jubilación -ejerció como profesora de Historia e Historia del Arte- cuando decidió dedicarse de lleno al mundo del espectáculo. A sus 65 su carrera en los escenarios comenzó a coger altura. Aunque poco tienen que ver los años cuando el talento y la vocación llaman a la puerta.

Su carisma especial ante la cámara le ha llevado a ostentar premios como el Goya o la Medalla del Círculo de Escritores Cinematográficos en el año 2000, por su personaje de Rosa en Solas (la primera película del andaluz Benito Zambrano).

Y aunque es una enamorada del cine y la televisión, la actriz no puede ocultar su especial cariño por el teatro. Un formato que le apasiona y con el que está especialmente vinculada en la actualidad, tras el estreno de su obra El abrazo. 

La actriz junto a Juan Meseguer en 'El abrazo' La actriz junto a Juan Meseguer en 'El abrazo'

La actriz junto a Juan Meseguer en 'El abrazo' / Pentación Espectáculos

Los onubenses podrán disfrutar de ella este mismo viernes en el Gran Teatro de la capital, a partir de las 21 h.

Galiana se ha mostrado "encantada de volver a actuar en Huelva", una provincia que, dice, "siempre responde" y en la que ella se siente como en casa.

¿Con ganas de actuar en Huelva?

Claro que sí. He actuado en la capital en varias ocasiones, con obras como La casa de Bernarda Alba o Conversaciones con mamá, esta última junto al actor Juan Echanove. El Gran Teatro me parece pequeño pero precioso. Es un teatro con gran solera, una buena sonoridad y con una estructura pensada para el teatro de siempre. Ofrece cercanía y te hace estar más en contacto con el público.

¿Cómo le ha respondido siempre el público onubense?

Muy bien. Yo me siento como si estuviera en casa porque siempre he sido muy de Huelva. He tenido durante muchos años piso en Punta Umbría, y ahora tengo una residencia en Isla Cristina y otra en Los Marines. Aunque no he tenido muchas vacaciones, cada vez que he tenido algunos descansos me he ido a Huelva. Yo llego a Sevilla (mi casa) desde Madrid o de donde venga de trabajar, en el AVE, y tal cual vengo, cojo el coche y me voy a Isla Cristina. Ni duermo en Sevilla. 

¿Qué tiene de especial para usted Huelva?

Huelva es una de las provincias más completas de España. En verano tiro, sin dudarlo, para la playa. Pero en invierno no cambio mi casita con la chimenea por nada. Y qué decir de su diversidad gastronómica, maravillas del mar y la montaña. Tesoros nunca vistos. Yo soy muy comilona y sería incapaz de escoger un solo plato o producto de la tierra para comer. A mí me gusta todo. Está claro que las joyas de la corona son el jamón y las gambas, pero yo también soy muy fan de aquellas recetas tradicionales y desconocidas de la tierra, como la coca isleña o los hornazos de Isla Cristina, verdaderas maravillas. 

Además, es una provincia muy cómoda. Tiene todos los servicios y al mismo tiempo son cercanos y accesibles. Por no hablar del clima y de la luz que tenemos. Como el de Huelva en ningún sitio.

¿Qué encontraremos en El abrazo?

Es el encuentro de dos mayores (Juan Meseguer y yo) que fueron amantes y que en un momento determinado tuvieron la ilusión de tener un hijo. Entonces, aparece un personaje nuevo que se presenta como el hijo que nosotros quisimos tener. Es una función basada en el realismo mágico. Tiene cierto matiz surrealista, en el sentido de que las cosas no aparecen como son. No puede considerarse una historia de amor, ya que el amor entre nosotros, tal y como aparece, no existe. Nosotros rememoramos aquello que fue pero no trasladándolo al presente. Es un juego en el que veremos momentos dramáticos pero llevados con sentido del humor. La gente lo puede pasar muy bien.

¿Qué opina usted del amor?

Una cosa es lo que yo pueda pensar y otra es lo que yo quiero para mí personalmente. Yo creo que para el amor no hay edad, porque lo veo. Pienso que la gente puede enamorarse, ¿por qué no?, eso no está reñido ni con la edad ni con los achaques en la vejez, pero a mí ni se me pasaría por la imaginación. Yo hace trece años ya que soy viuda, pero nunca jamás, en la vida, por nada del mundo, metería a un hombre en mi casa ¡Ni loca!. Pero no por la sensación de meter a alguien extraño, sino porque soy incapaz de convivir con una pareja. Yo no me podría enamorar nunca. Primero porque es imposible que yo encuentre a un hombre como mi marido o semejante y segundo, porque yo amo la soledad. No solamente no me pesa estar sola, es que me encanta estarlo.  

Pero a sus 85 años no para de emprender proyectos y de trabajar. Así es complicado sentirse sola...

Te voy a poner un ejemplo. El 11 de marzo del 2020, después de estrenar una función en Madrid, nos dijeron que se suspendía todo por el Covid. Cogí el AVE, me fui a mi casa de Sevilla y allí me quedé sola los cuatro famosos meses del confinamiento. Durante ese tiempo no tuve nunca necesidad de que viniera nadie, ni de salir a la calle. Vi muchísimo cine, leí muchísimo... pero te digo, aquí entre nosotras, y sin que nadie se entere, yo estaba feliz sola en mi casa. No me aburro nunca. Como vivo así no vivo con nadie.

Actualmente hace televisión y teatro ¿Tiene algún otro proyecto en mente?

Sí. Estoy haciendo recitales. Empezamos en octubre del pasado año de la mano de la empresa Opera Concert. Me ofrecieron hacer un homenaje a Santa Teresa de Jesús (con motivo del 50 aniversario de su Doctorado) con poemas de Santa Terea, San Juan de la Cruz, para celebrarlo, junto a un barítono (Luis Santana) y el pianista Héctor Carbajo. Estos recitales han ido derivando a otros de reconocidos poetas andaluces, españoles y latinos. A lo largo de este año también surgió la posibilidad de que estos recitales en algunos sitios fueran la lectura de las cartas de amor que le escribió Emilia Pardo Bazán a Benito Pérez Galdós, descubiertas este año, para celebrar el aniversario de la novelista. Ahora, estos recitales que hemos ido haciendo se han quedado parados, ya que los fines de semana estoy representando la obra El abrazo. Sin embargo, probablemente lo recuperaremos una vez pase la gira de este espectáculo. 

¿Cómo aguanta ese ritmo de trabajo con 85 años?

(Risas). Todo el mundo me lo pregunta. Debe ser que yo no echo cuenta, porque si no caería rendida. Con la edad que yo tengo, que no es moco de pavo, lo que me mueve es la pasión por lo que hago. 

La vemos como pez en el agua en el cine, en la televisión, en el teatro...¿Con qué formato y registro se encuentra más cómoda?

En todos. El teatro es cansado y duro, tienes las representaciones y los ensayos en fines de semana, cuando la gente está disfrutando. Pero me gusta mucho.

La televisión me es bastante más descansada, a pesar de que echo muchas horas y me levanto muy temprano. Para la grabación de la serie Cuéntame, por ejemplo, hay días que tengo que levantarme a las 6 h. Pero es más descansada, ya que tienes descansos, entre secuencia y secuencia te vas al camerino, te relajas... pero, desde luego, lo que a mí más me gusta es el cine. El problema es que actualmente el cine en España está muy de capa caída desde el punto de vista de la producción. Se hacen cosas buenísimas pero muy escasas y prácticamente los mayores no tenemos cabida.

María Galiana junto a Ana Duato en la serie de TVE Cuéntame María Galiana junto a Ana Duato en la serie de TVE Cuéntame

María Galiana junto a Ana Duato en la serie de TVE Cuéntame

El personaje de Herminia en Cuéntame, después de tantos años, ¿le sigue dando satisfacciones?

Sí, me gusta mucho. En la última grabación hace unos días, sin ir más lejos, me harté de reír durante una de las secuencias. La conexión con los técnicos y los compañeros es tan grande que verdaderamente me lo paso muy bien, después de tanto tiempo. Esta semana hemos hecho 20 años desde que se emitió el primer capítulo. Nos sentimos como una gran familia. Se me olvidan hasta los dolores porque disfruto.

¿La gente por la calle la sigue parando?

La gente suele ser muy cariñosa, aunque a veces es algo pesada, porque se pasa con la efusividad. Yo, de broma, digo que no soy la Virgen de Fátima. Las señoras mayores, sobre todo, se ponen muy nerviosas y se dedican a fregarme la espalda. Pero nunca me enfado, creo que es injusto, después de que llevan 20 años siguiendo la serie...solo puedo sentirme agradecida y afortunada.

¿Diría que el papel de Herminia en Cuéntame ha sido en su carrera más importante que su Goya por la película Solas?

Desde el punto de vista de la fama y del que todo el mundo me reconozca, Herminia. Ahora bien, como trabajo bueno de interpretación, con esfuerzo y entrega, el de Solas para mí ha sido el mejor que he hecho.

¿Cuál es su objetivo como actriz, María?

Transmitir a la gente que me está viendo la esencia de cada personaje que represento. Que el espectador se olvide de que soy María Galiana y piense: es Herminia o Rosa. Eso es la mayor satisfacción.

¿Se ve hasta el final de sus días haciendo espectáculo?

Mientras tenga salud sí. Únicamente la enfermedad, tanto física como mental, será lo que me impida seguir con esto. 

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