La realidad es dura, muy dura para el Decano. Tras dos semanas de triunfos y alivio, el Recre se reencontró en Mérida con la crudeza de la competición, con su liga, esa en la que ya avisó Ceballos lo mucho que va a sufrir este equipo para lograr al menos la permanencia en la categoría. El Mérida le dio un baño, pero no de fútbol sino de realidad. Lo fijó al suelo y le recordó cuál es su sino.

Mientras los partidos están cerrados y le vale con no cometer errores tendrá posibilidades. En cuanto aparece el primer contratiempo se le ven las costuras a un bloque cogido con pinzas, plagado de futbolistas fuera de su posición natural y sin recursos para reconducir una situación adversa. Así pudo sacar los dos anteriores. Una vez que se encontró con el choque del estadio Romano cuesta arriba ya no pudo hacer nada por evitar la derrota.

A la contundencia del varapalo se sumó que el artífice de la victoria emeritense fue uno damnificado por la fallida planificación deportiva albiazul. El olontense Aitor García demostró que tendría sitio de más en este equipo con un soberbio partido con gol incluido. 

Precisamente de sus botas nació la jugada del primero. A los nueve minutos un lanzamiento cruzado local lo dejó franco Rubén Gálvez. El meta no despejó convenientemente y la defensa tampoco cerró como debía. Entre la falta de contundencia de unos y otros apareció Aitor para adelantar al Mérida. Es cierto que la acción vino precedida por una clara falta a Dani Molina, pero las protestas no cambiaron el signo de acción que definió el partido.

Se acabó. Una vez le dan un golpe a este Recre ya no levanta cabeza. Ofreció una muy mala primera parte. Apenas fue capaz de construir nada, no pisó el área contraria y su escaso fútbol no pasó de lanzamientos sin sentido a unos atacantes ausentes. Ni siquiera el eterno Antonio Núñez dio señales de vida en los metros finales, con lo que los argumentos ofensivos fueron casi nulos.

Tampoco el Mérida hizo gran cosa. Con el tanto a su favor se ordenó para no conceder opciones a su rival, defendió con seriedad y planteó una fuerte batalla en el centro del campo que desgastó a su oponente. Esperó su ocasión para dar el zarpazo definitivo sin ninguna prisa. Con la ventaja ni el Decano fue capaz de tomar el mando del partido ni al Mérida le importó lo más mínimo ceder el protagonismo para buscar el contragolpe. 

Lo que pudo haber planteado Ceballos en el vestuario para él se quedó. Cualquier intento de reacción albiazul quedó abortado a las primeras de cambio. Un buen centro desde la derecha tras un saque de banda permitió al goleador del Mérida Pedro Conde cabecear al fondo de la portería. No hubo más partido. El Decano lo intentó con poca fe mientras su rival esperó su oportunidad de nuevo para asestar otro golpe letal. 

Se encontró además con la inspiración del onubense Aitor de nuevo. El de Gibraleón se marcó una gran jugada por la banda izquierda para ceder a Pedro Conde en el tercero a la hora del partido. Una acción de calidad del onubense en la que además se benefició de la debilidad de la zaga albiazul. Los recreativistas cometieron un error y luego no lo supieron tapar. Sin pegada arriba ni contundencia atrás, lo mejor que podía pasar era terminar cuanto antes el suplicio con el menor daño posible.

Sólo entonces dio un paso al frente el Recreativo. Ya no tenía nada que ofrecer. Plantearse siquiera remontar el choque con sus mimbres resultaba una utopía irrealizable, pero al menos intentó maquillar el abultado marcador. 

Ceballos movió sus escasas piezas y sólo Miguelito desde el banquillo aportó algo de chispa al bloque albiazul. Siguió nadando hacia la nada el Recre, consciente de que pese a tener la pelota en la última media hora habría más posibilidades de ver el cuarto de los emeritenses que una oportunidad recreativista. El meta Raúl Moreno prácticamente no tuvo que intervenir porque el balance ofensivo onubense fue prácticamente nulo.

Con el querer y no poder se agotó el Recreativo en una lucha estéril y sin ninguna fe. Bregó y bregó para no llegar a ningún lado. Al contrario, cada vez más roto y entregado fue una víctima propicia para el festín extremeño. El recién salido Martins se aprovechó de ello para hacer el cuarto en el minuto 88.

Ficha técnica:

Mérida: Raúl Moreno, Jesús González, Jhony, Zamora, Morgado, Javi Chino, Joaqui (Martins 68'), Borja, Pedro Conde, Moscardó (Matas 46') y Aitor (Vivancos 77').

Recreativo: Rubén Gálvez, Edu Moya, Álvaro Moreno, Carlos Delgado, Iván Robles, Ale Zambrano, Manu Molina, Dani Molina (Miguelito 60'), Ernesto (Rubén Mesa 69'), Núñez y Cristian Fernández (Domínguez 80').

Goles: 1-0 (Aitor 9'). 2-0  Pedro Conde (49'). 3-0 Pedro Conde (60'). Elton Martins (88').

Árbitro: Escudero Marín (castellano-manchego). Mostró amarillas a Pedro Conde (10'), Chino (13'), Joaqui (23') por el Mérida; y a Dani Molina (69'), por el Recreativo. 

Incidencias: Encuentro disputado en el estadio Romano de Mérida ante unos 3.000 espectadores. Unos 300 seguidores del Decano en las gradas.