Un árbitro onubense vuelve a parar un partido en Tercera Federación por insultos desde la grada
Luis Espina, que hace tan solo un mes detuvo el encuentro entre la Balona y el Sevilla C, repite decisión en el Coria-Córdoba B por los gritos ofensivos recibidos
El árbitro de Huelva Alejandro Quintero, protagonista de la derrota del Real Madrid ante el Celta
Las buenas -o malas- decisiones arbitrales suelen ser protagonistas de muchos partidos de fútbol, independientemente de la categoría. Sin embargo, en demasiadas ocasiones son los propios colegiados quienes sufren la cara más amarga y menos amable de este deporte. En este contexto, el árbitro onubense Luis Espina Domínguez ha decidido alzar la voz y detener hasta en dos ocasiones partidos del grupo X de Tercera Federación, -en el que militan Atlético Onubense, San Roque de Lepe y Bollullos,- en el último mes, debido a los gritos ofensivos recibidos desde la grada.
El pasado nueve de noviembre detuvo hasta en dos ocasiones el encuentro que enfrentaba a la Real Balompédica con el Sevilla C, amparándose en que se oían insultos desde la grada, repitió su decisión este último domingo en el Guadalquivir de Coria, también del grupo X, que enfrentó a los ribereños con el Córdoba B y que finalizó en tablas (1-1) El trencilla responsabilizó en este caso de los hechos a la afición visitante.
Luis Espina Domínguez está decidido a cambiar la conducta de los aficionados al fútbol. El pasado nueve de noviembre interrumpió el Balona–Sevilla Atlético de la décima jornada al escucharse gritos ofensivos hacia él y hacia uno de sus auxiliares por parte de algunos aficionados situados en la grada de Tribuna del Ciudad de La Línea. Uno de esos cánticos, según reflejó él mismo en el acta, era “qué malos eres”.
El duelo estuvo detenido hasta diez minutos después de que el colegiado ordenase a los protagonistas de ambos equipos retirarse del terreno de juego.
Como resultado de aquellos hechos que el Comité catalogó como “de suficiente gravedad”, este mismo organismo determinó imponer al equipo de casa una sanción de "multa en cuantía de ciento cincuenta euros (150,00 €), como responsable de incidentes de público de carácter grave, con apercibimiento de clausura de sus instalaciones deportivas en caso de reincidencia.
Pues bien, en el transcurso del Coria–Córdoba B del pasado domingo, ya bien entrada la segunda parte, Espina Domínguez detuvo el juego, se dirigió al delegado local y puso en marcha la primera de las medidas del protocolo: advertir a través de la megafonía que no permitiría más insultos y que en caso de que no cesasen retiraría a los protagonistas del césped.
El juego estuvo detenido durante un par de minutos y, al no producirse reiteración de los insultos, no hubo más anomalías en este apartado. El trencilla, que afronta su quinta temporada en la Tercera Federación, responsabilizó de los hechos a personas que él identifica como aficionados visitantes... que apenas eran una veintena.
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