Baloncesto

Vílchez: "Recuerdo el miedo que daba el Andrés Estrada por cómo estaba de gente"

  • El base onubense rememora el ascenso a la ACB hace 23 años. "Cada uno tenía claro su papel, nadie se salía del guión; eso fue clave y costó bastante, porque había jugadores con mucho temperamento"

Vílchez supera a MIkhailov durante la visita del Real Madrid al Andrés Estrada en la ACB.

Vílchez supera a MIkhailov durante la visita del Real Madrid al Andrés Estrada en la ACB. / H. Información

Miguel Ángel Vílchez fue uno de los protagonistas de la histórica gesta que vivió el deporte onubense con el ascenso a la ACB el 20 de mayo de 1997 (hoy se cumplen 23 años), cuando el Ciudad de Huelva derrotó al Andorra en el quinto y definitivo partido. El base onubense rememora aquella época con nostalgia.

“De aquel día recuerdo el miedo que daba el Andrés Estrada por cómo estaba de gente, lleno hasta la bandera. Otros años ya vivimos esa sensación de jugar un play off de ascenso, por ejemplo con el Cornellá, pero ese día lo teníamos tan a mano, en casa...La responsabilidad era máxima y no queríamos fallar. Luego llegó la victoria, la celebración en la fuente... fue la locura”, asegura.

Los nervios no los tienes en el partido, los tienes la noche antes, cuando sabes que tienes una oportunidad de oro y aparece una sensación en el estómago... cuando calientas, te pones los zapatos y empiezas a jugar sólo piensas en ganar”, añade.

Desde el principio el equipo tenía ambición pero los resultados tardaban en llegar. “Yo siempre que he jugado he aspirado a lo máximo, aunque nuestra plantilla, por nombres, no era favorita para subir; los nacionales eran contrastados pero a Vickery no lo conocía mucha gente, Cartwright no era una estrella... El objetivo era ver cómo trascurría la competición para ver dónde podíamos llegar. Fue una temporada con dientes de sierra porque éramos capaces de lo mejor y lo peor; nuestro momento dulce llegó en la segunda vuelta”, destaca.

Era como un gallinero con muchos gallos pero por fortuna todo se engrasó bien", destaca Vílchez

El base onubense cree que la clave del éxito estuvo en que “había una unión especial y cada uno tenía muy claro cuál era su papel, nadie hacía nada fuera del guión. Eso fue fundamental, pero costó bastante porque había jugadores con mucho temperamento, que venían de ser protagonistas en sus equipos, era como un gallinero con muchos gallos, pero por fortuna todo se engrasó bien y el equipo tuvo una identidad muy marcada. Tras ganar al Viajes Aliguer Pineda empezamos a darnos cuenta que si cada uno hacía lo que sabía podíamos lograr el ascenso. No éramos un equipo excesivamente defensor, pero si teníamos que apretar atrás, todos apretaban. Había una gran capacidad de sacrificio, sobre todo en los partidos, más que en los entrenamientos (risas)”.

Vílchez sigue dando claves de aquella campaña. “Éramos un grupo de amigos, salíamos juntos, los extranjeros estaban integrados, nadie se quejaba y cuando ves que todo fluye es fácil jugar; todo eso se hizo más notorio en la segunda vuelta; además teníamos jugadores para afrontar partidos de ese nivel, estaba Vickery, Cartwritght, Javi Chica, Benítez, Luis Barroso... a nadie le iba temblar la mano. Funcionábamos como una banda de música. Cada uno sabía lo que tenía que hacer. Estábamos bien físicamente pero eso no te asegura el éxito, puedes estar como una moto pero si luego no la metes...”.

El público invadió el Andrés Estrada justo al acabar el partido con Andorra. El público invadió el Andrés Estrada justo al acabar el partido con Andorra.

El público invadió el Andrés Estrada justo al acabar el partido con Andorra. / H. Información

La pareja de extranjeros la formaron el canadiense Joey Vickery y el estadouniende Phill Cartwright. “Dos personas excepcionales que se integraron genial en Huelva. La mayoría de los extranjeros viven en un mundo aparte, quieren meter sus puntos, ganar dinero y ya está; Vickery no es así, es un ganador nato con una implicación máxima, hiperprofesional, con ganas de entrenar; él vivía en Mazagón y cada vez que teníamos un día libre hacíamos una paella, éramos como una familia y el buen rollo se notaba. Vickery me llamaba muchas veces para contarme sus historias, hablaba de los sistemas, se implicaba y a mi a veces me tocaba hacer de psicólogo. Cartwritght al principio quería más balones, él era el americano, pero luego se adaptó a su papel y si tenía que anotar 8-10 puntos y coger 15-20 rebotes lo asumía, trabajaba para el equipo; también daba el cien por cien todos los días. Son dos jugadores que han dejado huella”.

Miguel Ángel Vílchez mantiene contacto con algunos de aquellos compañeros: “Con Javi Chica hablé hace relativamente poco por tema de trabajo ya que es ingenerio de Caminos, vive en Granada; con Luis Barroso tengo un amigo en común y creo que sigue en Madrid; a Vickery lo felicito por facebook por su cumpleaños, creo que está en Suiza, se casó y ha estado jugando hasta hace poco, del resto no sé mucho, salvo los de Huelva”.

Con Sergio Valdeolmillos tengo una buena amistad; Manuel Felipe fue un presidente atípico y una buena persona"

Otras dos figuras importante en el ascenso fueron el entrenador y el presidente: “A ambos los recuerdo con cariño. Antes los entrenadores no confiaban mucho en los jóvenes y Pirulo y Sergio Valdeolmillos apostaron por mi; Sergio me dijo que me echase el equipo encima y se lo tengo que agradecer, tengo una buena amistad con él. Ese año del ascenso fue complicado porque había muchas vacas sagradas en el equipo y era difícil de gestionar, y él, a su manera, supo sacar el máximo del equipo. Manuel Felipe Pérez fue un presidente atípico; todo el que se ponga al frente de un equipo se merece el máximo respeto; le tocó la 'patata caliente' de que no cobrábamos al día, pero era una persona clara, no andaba con dobles puertas ni nos engañaba. Una buena persona y disfrutó como un enano con el ascenso”.

La presencia de Huelva en la Liga ACB fue efímera: “Fue un año bonito pese al descenso, fue un gustazo ver en tu ciudad al Barcelona, al Real Madrid, al Joventut... eso de enfrentarse a figuras como Djordjevic queda para contarlo a la familia”. Luego fue llegando el declive.

Vílchez, que fue el tercer onubense en llegar a la ACB tras el pivot ayamontino Adolfo Fernández y el base Antonio Märquez, trabaja en una consultoría con oficinas en Huelva y Lepe. Mantiene su afición por el mundo del caballo y no descarta jugar la Liga de Veteranos de Huelva. “Me hizo ilusión que Martín Pastoriza, Juan Ramírez y otros me animaran a participar y es una opción que está ahí, el problema es que apenas tengo tiempo libre”.

Por último, no es muy optimista sobre el futuro del baloncesto en Huelva. “Me da lástima la situación; vi que esa chispa se recuperaba con el Conquero, con partidos que recordaban los mejores tiempos del Estrada, pero es muy complicado tener un proyecto sólido. Antes el baloncesto tenía más presencia y ahora el fútbol absorbe demasiado; además todo es cuestión de dinero. Nosotros vivimos una época en la que el baloncesto tenía notoriedad pero hoy en día resulta complicado porque para consolidar un club hace falta una dirección deportiva consistente detrás y es difícil desarrollar un proyecto de ese nivel en Huelva. Esa semilla de baloncesto que hay aquí no se debería perder y hay que seguir alimentándola hasta que surja un proyecto ambicioso y que se pueda consolidar con una implicación empresarial e institucional”.

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