Mirandés-Recre . Copa del Rey

Tercera Copa vacía (2-0)

  • El Decano vuelve a caer en la ronda inicial del torneo ante un oponente de su categoría. Pese a tener más la pelota y disfrutar de alguna ocasión, su rival fue más efectivo.

Otro chupito en lugar de Copa, y van tres. El Decano se despidió una vez más a las primeras de cambio de una competición con tan escaso margen de error que no concede segundas oportunidades. Menos aún cuando tienes delante a un oponente crecido en una competición a la que le debe tanto y con tantos elementos a su favor.

Hay escenarios que no admiten un despiste. Anduva es uno de ellos. El recuerdo de la pasada edición de la Copa del Rey y la llegada a semifinales de su titular está presente en casi todos, porque en los jugadores del Decano pareció no estarlo. Menos de un minuto. Apenas 40 segundos necesitó el conjunto burgalés para demostrarle al Recre que en su campo iba a necesitar algo más que fútbol. Fue un robo, un despiste, falta de intensidad en el inicio o como se quiera llamar. Dos o tres toques y Rayco se planta ante Cabrero. Un equipo profesional no puede conceder un gol antes del minuto de juego.

El peor panorama posible ante el rival más duro. Fue como empezar de nuevo, pero no de cero. El Decano remó a contracorriente prácticamente desde el pitido inicial por la pifia de la primera acción. Aún así mantuvo su apuesta clara. Sergi no tocó su planteamiento. Pidió a los suyos que no perdieran la cabeza, se mantuvieran centrados y tomaran el rumbo del encuentro. Posesión, toque y triangulación eran y debían ser los argumentos para salir del lío en el que se había metido.

Enfrente se encontró con un Mirandés crecido y con el viento a favor. El marcador le permitió ceder la iniciativa y dedicarse a sacar rendimiento a sus virtudes. Mucha presión e intensidad para impedir la salida clara del balón onubense fueron los elementos que puso sobre el césped. Fueron 44 minutos disputados, con un dominador aparente del partido, el Recre, pero un control dividido de la situación. La pelota la tuvo el Decano, aunque su oponente rehuyó esa guerra. Ahí iba a tener mucho que perder.

Apenas hubo ocasiones en esos primeros 45 minutos. Al toque le faltó fluidez y velocidad para superar la defensa burgalesa. Las bandas no provocaron el daño de otras ocasiones. Alexander apareció poco y Riolfo sufrió mucho. Jesús Rubio tuvo que asumir demasiado espacio para cubrir las carencias en los metros finales del equipo.

La tuvo Montoro en la única oportunidad real del equipo albiazul. En respuesta al despiste del gol trató el Recre de provocar el suyo. La presión le permitió ganar un balón al valenciano a los seis minutos. Iván Crespo no acertó a detener su disparo que repelió el palo. El rechace lo envió Berrocal por encima del larguero.

Aprendida la lección, el Decano salió con la fuerza que se echó en falta en el inicio del choque. Con una presión más intensa y, sobre todo, mucho más cerca del área del Mirandés, lo que le permitió encerrar a su oponente en su campo y condenarlo al contragolpe.

Sergi movió el banquillo. Fue a por el partido. Dio entrada a Brozek y Chuli. El polaco se estrenó en competición. El onubense sustituyó a Riolfo. La entrada de refrescos en ataque alimentó las opciones recreativistas. El Mirandés vivió sus peores minutos.

El nuevo Recre de esta segunda mitad quedó definido en la primera ocasión clara que tuvo el equipo. Alexander fue con fe a por un balón en el que la indecisión del portero y la defensa a punto estuvo de suponer el empate. El Decano mereció entonces la igualada, pero se atascó en los metros finales. Para solucionarlo Sergi fue valiente. Retiró a Manolo Martínez y dio entrada a Jonathan Valle. El equipo más ofensivo posible sobre el terreno de juego tuvo en cambio el resultado contrario.

El Recre igual que se hizo con el partido lo regaló. Se fue de él y su rival, en su campo, con esa mística que lo rodea no perdonó. Llegó el segundo tanto del Mirandés y se acabó. Soria a centro de Koikili remató la eliminatoria en el 76. Segunda llegada a puerta de los locales. Máxima efectividad.

Con más empeño que fútbol lo buscó el Decano en el último cuarto de hora. Trató de recuperar el terreno perdido volcándose sobre el área de Iván Crespo. Rozó la portería burgalesa sin demasiada fortuna. Merodeó mucho el marco contrario sin encontrar una vía clara de acceso frente a un Mirandés centrado ya en mantener una renta que le sabía a gloria. Es su competición, esa a la que debe el protagonismo y la notoriedad que de otra manera no tendría. Se aferró a ella. Pudo meterse en la eliminatoria el conjunto albiazul, pero Ocón Arráiz le escamoteó un penalti en sus narices que le habría dado al menos una opción.

Árbitro: Ocón Aaráiz l (riojano). Muy protestado por el público local. Expulsó al técnico del Mirandés por protestar a instancias del cuarto árbitro. No pìtó un clarísimo penalti al Decano en el tramo final del encuentro.

Tarjetas: Amarillas Iribas (61') y Alain (87'), por el Mirandés; y Montoro (73') y Córcoles (80'), por el Recreativo.

Goles 1-0 (1') Rayco. El Mirandés se aprovecha del despiste inicial del Recre. 2-0 (76') Soria. Remate a centro de Koikili en el que Cabrero pudo hacer algo más.

Incidencias: Encuentro de la segunda ronda de la Copa del Rey disputado en el municipal de Anduva de Miranda de Ebro ante unos 4.197 aficionados, con una testimonial presencia de seguidores de Recreativo en las gradas. Terreno de juego en perfectas condiciones.

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