Molina seca al Recre (1-2)
Trofeo Colombino
El delantero bético dio la vuelta al encuentro con sus dos goles en la segunda parte. El Decano se adelantó con un tanto de Delgado que puso la rúbrica a una gran primera mitad.
El Trofeo Colombino ha sido, es y será algo especial. Lo es porque Huelva recupera su conexión con el fútbol y porque es un termómetro fiable en la mayoría de las ocasiones. El Recre de ayer volvió a dejar cosas positivas, como el talento de Carlos Delgado, el sacrificio desmedido y siempre con sentido de Zambrano o la eterna juventud de Jesús Vázquez. También es cierto que el Decano fue uno en el primer tiempo y otro en el segundo y que de su regularidad dependerá su rendimiento en Segunda B. La Carabela zarpó hacia el Guadalquivir, pero la sensación es que el Recre va por buen camino y que, si acierta en lo que resta por venir, tendrá plantel para lanzarle un pulso al Cádiz.
La primera parte fue competida, y eso ya hablaba bien del Recre. El Betis no puso su once de gala, pero el equipo bético seguía teniendo jugadores que en Segunda División jugarían donde quisieran. El Decano comenzó siendo sólido, especialmente por dentro, con una armadura doble conformada por Zamora y Carlos Delgado en el centro de la zaga y por Jesús Vázquez y Ale Zambrano en la medular y sólo la movilidad de Portillo hacía daño al cuadro de Dominguez. La primera ocasión del partido nació de una falta en la frontal del área del Decano, pero Rennella estrelló el esférico en la barrera. Entonces el Recreativo comenzó a explotar la banda derecha, en la que Tarek sufrió de lo lindo y comenzó a conceder posibilidades en jugadas a balón parado. De una falta surgió la primera tentativa albiazul, pero Zamora remató un poco desviado un buen servicio de Manu Molina.
El centrocampista onubense se cambió la bota por el guante y en la siguiente oportunidad que le dio la pelota quieta le puso el balón en la cabeza al debutante Carlos Delgado, que aprovechó la rosca imprimida por su compañero y la connivencia de Dani Giménez. El tanto fue el broche de oro que el de Puerto Real le puso a su primer encuentro con el Recreativo, pues tuvo que ser relevado por el canterano Aitor Brioso (que hizo un partido soberbio) por culpa de una sobrecarga. No obstante, en media hora demostró que tiene entidad de sobra para convertirse en un puntal dentro del nuevo proyecto albiazul. Zamora no quiso quedarse atrás, ni en lo del balón parado ni en lo de tener galones y trató de sorprender a Dani Giménez con una falta desde el centro del campo que el meta bético rescató sobre la línea de gol. El recital en la estrategia de Manu Molina prosiguió antes del descanso con otro servicio envenenado que nadie acertó a empujar y que un defensor de la entidad de las trece barras sacó bajo palos.
En la segunda parte cambió el guión, y también el semblante de Pepe Mel, que se marchó mordiéndose la lengua en el descanso y que quiso darle la vuelta a lo que estaba viendo cambiando a medio equipo. La verdad es que lo consiguió y el Betis comenzó a someter al Decano. Lo hizo por fuera con la aparición de Álvaro Cejudo, que lo primero que hizo fue marcharse de Nuno para sacarse un tiro raso que detuvo bien Rubén. El cuadro verdiblanco fue encontrando huecos en la zaga recreativista hasta que apareció Jorge Molina, siempre fiel a su cita con el gol, para recoger un pase atrás de Fabián y establecer las tablas de nuevo con un tiro ajustado a la media vuelta.
Con el empate el Betis ganó en confianza y se tiró arriba, aunque el Recre quiso reaccionar y lo hizo, pero muy tímidamente con un disparo cruzado de Zambrano desde la frontal. El Recre cada vez jugaba más lejos del área y ello obligó al Decano a multiplicar sus esfuerzos para poder llegar a la meta de Giménez en el segundo acto. El Betis empezó a volcarse con las incorporaciones de Piccini y Molinero, precisamente el canterano del Atlético de Madrid puso a prueba a Rubén con una intentona desde lejos que se encontró con la respuesta del meta onubense.
El mejor del Betis en el encuentro, Jorge Molina, se sacó un zapatazo desde 30 metros que se fue a estrellar en la parte superior del larguero. Fue el preludio del segundo y definitivo tanto del partido. El Recre le dio continuidad a la colocación de todos sus hombres dentro del área en las jugadas a balón parado, y le ofreció al Betis la posibilidad de ganar varias segundas jugadas hasta que en una de ellas apareció Jorge Molina para aprovechar la indecisión de la zaga albiazul y hacer el segundo tanto del encuentro. La postrera aparición de Keita y Miguelito no sirvió para reactivar a un Recre que trató de tener alguna llegada, pero que pagó el esfuerzo realizado en la primera hora de partido.
El epílogo del choque fue idéntico al del último duelo liguero entre Recre y Betis, es decir, con una jugada polémica dentro del área de gol sur, pero esta vez el colegiado sí que castigó la entrada de Edu Moya a Rubén Castro, mucho menos clara que aquella de Bruno a Menosse. De todas formas, la jugada fue intrascendente a la postre, pues Jorge Molina mandó el balón a La Ría, quizás al interior de la Carabela que él mismo había conquistado para el Betis.
Ficha técnica:
1.- Recreativo: Rubén Gálvez; Edu Moya, Zamora, Carlos Delgado, Nuno Malheiro; Jesús Vázquez, Zambrano; Núñez, Manu Molina, Antonio Domínguez; y Rubén Mesa. También jugaron Aitor Brioso, Dani Molina, Miguelito, Keita, Víctor Barroso y Salvi.
2.- Betis: Dani Giménez; Molinero, Pezzella, José Carlos, Tarek; N'Diaye, Xavi Torres, Petros; Fabián, Portillo y Rennella. También jugaron Bruno, Didier, Piccini, Álvaro Cejudo, Jorge Molina, Francis, Rubén Castro y Heiko.
Árbitro: José Caucedo Sace (Colegio Andaluz). Amonestó a los locales Rubén Mesa y Edu Moya; y a los visitantes Rennella, Petros y Jorge Molina.
Goles: 1-0, M. 29: Carlos Delgado; 1-1, M. 61: Jorge Molina; 1-2, M. 84: Jorge Molina.
Incidencias: Partido correspondiente a la edición número 51 del Trofeo Colombino, disputado ante 6.111 espectadores en el estadio Nuevo Colombino.
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