Aroche y Cortegana abrían la temporada en el Nuevo San Mamés, en un derbi por todo lo alto en una mañana calurosa. El partido, cargado de alicientes, se resolvió en una segunda mitad frenética en la que el conjunto local tuvo capacidad de reacción y sentenció gracias a dos goles de Mellao.

El conjunto local tomó el mando del partido, en el minuto 12 centro de Tejero y Cecilio, con todo a favor, cabecea alto en la primera gran ocasión del choque; pasarían los minutos con mucho respeto entre ambos conjuntos, el Aroche dominaba mientras el Cortegana apostaba por el contragolpe pero sin generar mucho peligro. En el m. 40 Alan se planta ante Javi pero remata mordido y mal, buena ocasión desaprovechada, con la que se llegó poco después al descanso en una primera mitad igualada y sin goles.

Comenzó la segunda como el final de la primera, de nuevo con Alan como protagonista; ahora prueba a Javi Chuy centrado sin peligro y para el meta local. Cada equipo intentaba jugar sus bazas; así, el Aroche ponía el juego y un Cortegana peligroso salía a la contra; en el minuto 55 Pablo chuta y el balón se marcha cerca del marco local; en el 57' responde el Aroche con una clara de ocasión cuando Abel corre por la derecha y su centro lo saca Esteban Cortés cuando José Ruiz iba a poner el 1-0.

Los minutos pasaban y el encuentro crecía en emoción, tanto por la rivalidad como por lo incierto del marcador.

En el minuto 64 Carlos Jesús, de cabeza, conseguía inaugurar el marcador, anotando el 0-1 que llevó el delirio a la afición visitante. El Aroche no acusó el golpe y se fue por el partido alentado por su grada, logrando el premio del empate en el m. 75 en una falta que saca Juli y Abel pone el 1-1 con un cabezazo inapelable. La afición local mete presión y se vuelva animando a los suyos.

Poco después llega un descanso para que los jugadores se hidraten, y no se había repuesto el Cortegana del mazazo del 1-1 cuando Álex Fara rompe por su banda, centra y Mellao remacha el 2-1, consumando la remontada cuando se cumplía el minuto 77. La grada se venía abajo; un Aroche tocado le daba la vuelta al marcador en tres minutos, pero todavía quedaba casi un cuarto de hora por jugarse.

La sentencia llegaría en el minuto 85 en un pase al hueco de Cecilio y de nuevo Mellao dribla al portero y no perdona, anotando el que sería definitivo 3-1. La afición local se desató y empezó a disfrutar de una victoria en el derbi después de 28 años. Con poco más que reseñar Sánchez Gómez pitaría el final, destacando el despliegue físico de ambos equipos ante la calor, además de la deportividad entre ambos conjuntos.