Roger Federer no para de asombrar y Rafael Nadal no termina de convencer: tras el título del suizo en Indian Wells todo es posible, incluso que el español pierde al número dos del mundo y que el 16 veces campeón de Grand Slam recupere en las próximas semanas el número uno. "Pasó mucho tiempo desde que fuera tan exitoso aquí, aunque tuve muchos buenos partidos", dijo Federer, de 30 años, que entre 2004 y 2006 ganó tres veces consecutivas Indian Wells.
"Estoy extremadamente orgulloso de mi actuación esta semana", añadió, ya con la vista puesta en Miami, segundo Masters 1000 de la temporada y en el que debutará el fin de semana.
Cómo no estarlo. El 7-6 (9-7), 6-3 sobre el estadounidense John Isner en la final fue el triunfo número 39 en 41 partidos del suizo, que ganó seis de los ocho últimos torneos que disputó. Fue el título número 73 de su incomparable carrera.
Federer impresionó con su implacable tenis el sábado para derrotar a Nadal 6-3, 6-4 en semifinales. El suizo jugó a un nivel pocas veces visto en los últimos años, y en condiciones teóricamente desfavorables para él: al aire libre, con humedad y fuertes rachas de viento. Hay que remontarse a la final de Miami 2005 para encontrar una victoria de Federer en condiciones similares.
Nadal no gana un torneo desde Montecarlo, 11 meses atrás, pero el español asegura estar conforme con lo hecho hasta ahora. "Estoy jugando con energía. Estoy muy feliz de estar aquí compitiendo con los mejores del mundo y de intentar lo mejor cada día en cada entrenamiento", dijo el español, que derrotó a Federer en enero en las semifinales del Abierto de Australia.
"Voy a considerar éste un buen año si sigo jugando del modo en que vengo jugando. Incluso si no gano algo realmente importante estaré feliz", añadió Nadal, que enseguida matizó levemente lo que sonaba como una frase difícil de creer.
"Claro que los títulos son importantes, pero lo que es más importante es la sensación. Me siento feliz de estar hoy aquí y estoy disfrutando del circuito. Eso es lo más importante, seguir por este camino". "Ése es el camino para tener éxito este año. Jugar agresivamente como lo hice en los últimos juegos (del partido ante Federer) y cómo en el inicio del partido, ése es el camino".
Nadal, de 25 años y ganador de 10 títulos de Grand Slam, seis menos que el récord de Federer, aseguró que 2011, un año en el que ganó sólo tres torneos, y todos en arcilla, fue bueno para él, y dijo estar seguro de que 2012 también funcionará.
"No me considero tan bueno como para pensar que el 2011 fue un mal año. Tengo un buen año, jugué la final en Australia y las semifinales aquí, para mí es un muy buen comienzo del año".
"Mis resultados del año pasado, en mi opinión, fueron muy buenos. Las sensaciones no eran tan buenas, me cansé de la competición en algunos momentos, y ésas no son las mejores sensaciones". El de Indian Wells fue el primer torneo de Nadal tras perder a fines de enero una maratónica final de seis horas con el serbio Novak Djokovic. El español estuvo muy cerca de ganar aquel partido, y la incógnita, tras seis semanas de ausencia, pasaba por ver qué heridas había dejado en su mente aquella dolorosa caída, la séptima consecutiva en finales con el serbio.
Situación muy diferente a la de Federer, que apunta a sumar un nuevo título en Miami y luego descansar. "Tengo que manejar mi calendario hasta Roland Garros", dijo el suizo, que hace del descanso una forma más de entrenamiento.
Ex número uno del mundo, Federer recortó con Nadal más de 2.000 puntos desde el mes de octubre, cuando ocupaba el cuarto puesto del ranking. Hoy, la distancia es de 825 puntos, e incluso existe la posibilidad de que Miami le devuelva el número dos al suizo si llega lejos en el certamen y Nadal es eliminado prematuramente.
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