Una antigua discusión con Salomón Castiel, actual Secretario General de Cultura de la Junta de Andalucía, acerca de la conveniencia y la oportunidad, o no, de producir la película Sevillanas de Carlos Saura, devino con el paso del tiempo en silencio y enemistad. Yo sostenía, en su momento, la importancia de haber realizado con gran esfuerzo dicha obra ambiciosa, que incorporaba a todas las grandes figuras del flamenco como nunca antes se había hecho, poniéndolas a las órdenes de Carlos Saura, el más internacional de los directores del cine español. Fue siempre nuestro objetivo, conseguir con la máxima emoción y excelencia, que el flamenco, nuestra expresión musical más propia y genuina fuese el principal vehículo para difundir la cultura de Andalucía por el mundo; posición que Salomón calificó de inmediato y de forma algo peyorativa de "antigua" y "folclórica"; por el contrario, su visión era más "moderna" al proponer representar nuestra cultura de una manera diferente en cuanto a formas, actuaciones y contenidos más coyunturalmente de moda y de inspiración casi siempre anglosajona, es decir, abandonar lo propio, que es muy reconocido y admirado, claramente diferenciador y que viene otorgando identidad propia a Andalucía en el mundo, para abrazar por imitación otras formas de expresión cultural lejanas y ajenas, hecho que produce a algunas personas con cierto complejo de inferioridad identitario, cierto sentimiento de euforia personal autocomplaciente.
El tiempo y los hechos parecen haberme dado la razón, y la película Sevillanas de Carlos Saura, es con la Nominación/Finalista a los Premios Emmy en Nueva York y las dos Rosas de Oro y Plata del Festival Rose d’Or de Montreaux en Suiza, una de las tres producciones españolas de televisión más premiadas internacionalmente en la historia, y la única obra española en conseguir entrar en el selecto club de los que ganaron dos Rosas de Montreaux con el mismo programa y en el mismo año; solo cinco lo lograron en sus 62 años de existencia.
Esa enemistad, a la que desde su figura en la actual administración andaluza de Secretario General de Cultura Salomón Castiel aplica silencios y penalizaciones injustas y más propias de otros tiempos, no solo daña mi trabajo, está sobre todo impidiendo que millones de personas en todo el mundo conozcan y admiren, entre otras cosas, las mejores imágenes del gran archivo cinematográfico (400 horas filmadas en más de 500 localizaciones de toda Andalucía) y que precisan con urgencia ser remasterizadas y conseguir que las 300 poblaciones mas importantes de la región, puedan tener acceso a su único archivo cinematográfico histórico de gran calidad y que permanece inédito en un 90%. Material extraordinario que no puede ser reemplazado ni sustituido, y queˋ supuso en su momento, una inversión de más de siete millones de euros y el esfuerzo de años de trabajo a muchos de los mejores profesionales españoles y andaluces del sector audiovisual.
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