-La Federación Onubense de Empresarios (FOE) le ha concedido la Medalla de Oro por su dedicación a las organizaciones empresariales, ¿qué significa para usted este reconocimiento?

-Esta distinción representa para mí una verdadera satisfacción y un honor, es algo que me llena de orgullo, aunque jamás he esperado nada a cambio de mi trabajo, sólo he tratado de aportar un grano de arena al mundo empresarial.

-¿Por qué apostó por el asociacionismo en un mundo de intereses particulares?

-Desde los años 70, siempre he creído y he luchado por la consolidación del asociacionismo como único camino para la defensa de los intereses empresariales, porque las asociaciones juegan un papel fundamental en la protección de la actividad empresarial. Me gustaría destacar que que incluso muchos empresarios que forman parte de esta organización no tienen conocimiento de la ingente labor que desarrolla la FOE en favor de nuestros asociados y del mundo empresarial en general. He asistido al crecimiento de la FOE en nuestra provincia y he participado en el día a día con verdadera satisfacción. Es verdad que no ha sido fácil, pero siempre he trabajado con entusiasmo, unas veces con más o menos acierto, pero siempre con lealtad a la Presidencia y a la Institución.

-¿Por qué ha abandonado justo ahora el comité ejecutivo y la tesorería de la organización?

-Uno debe conocer sus limitaciones y saber manejar los tiempos, hay que dejar paso a otros compañeros más jóvenes que aporten nueva savia para el fortalecimiento del tejido empresarial. Creo que a mis 73 años debo emprender el proyecto más bonito que un ser humano puede poner en práctica, que no es otro que tener tiempo para pasear a mis nietos.

-¿Hubiera sido posible el desarrollo turístico de Huelva sin esta unidad empresarial?

-Creo que no hubiera sido posible. La organización empresarial ha sido el principal actor. En mis últimas palabras dirigidas a la junta directiva recordaba unas palabras de Sir Winston Churchill que decían 'Nunca tan pocos y hicieron tanto por tantos'. Estamos presentes en todos los órganos empresariales e institucionales relacionados con el sector, para trabajar en la defensa de esta actividad con una sola voz y llevar donde sea necesario el mensaje de que el turismo debe ser una cuestión de Estado, porque nos jugamos el futuro de los puestos de trabajo y de la creación de riqueza.

-¿Qué encontró cuando llegó a Huelva y cómo ha evolucionado el turismo en una provincia tan sensible medioambientalmente?

-Cuando llegué el único núcleo importante era Matalascañas, con sólo 4.000 camas hoteleras y hoy tenemos unas 28.500 en establecimientos de primera calidad. Recuerdo cuando salíamos a hacer promoción y nadie sabía dónde estaba Huelva y ahora, gracias al esfuerzo de todos, la provincia está situada como referente en los principales mapas turísticos europeos. Además, Huelva ha crecido de forma ordenada, siempre cuidando de la naturaleza como el gran valor añadido.

-¿Qué ha sido lo más difícil?

-Quizás el trabajo de concienciación desde el mundo empresarial hacia nuestros políticos, conseguir cambiar la mentalidad de segunda residencia a hotelera, que es como se puede crear empleo duradero y riqueza. Poco a poco eso ha ido cambiando y se trabaja de la mano de las administraciones, el Gobierno andaluz, el Patronato de Turismo, que hace una gran labor de promoción, y con este trabajo de todos se ha conseguido la calidad actual, tanto en los destinos de sol y playa como en el interior, donde la provincia también tiene espacios inigualables.

-¿Qué retos quedan aún por delante en la provincia de Huelva?

-En primer lugar, las infraestructuras pendientes, el AVE, la carretera N-435 y el aeropuerto. En segundo lugar, mayores dotaciones económicas para la promoción y la comercialización del sector turístico. En tercer lugar, que una vez superada la crisis económica, el sector y todos los que intervienen en él recuperen la sonrisa. Como decía el presidente de la patronal hotelera, no hay nada mejor para la imagen de nuestro país que recibir a nuestros invitados con una sonrisa. Y en cuarto lugar, trata de combatir la estacionalidad, pero si esto es difícil de conseguir para otros destinos nacionales, sin las infraestructuras que reclamamos, será una tarea prácticamente imposible.

-Insiste en el aeropuerto, ¿cree que es imprescindible?

-Creo que es necesario. Como ciudadano de esta provincia, no estoy dispuesto a renunciar a ninguna infraestructura que posean otras ciudades hermanas. Los actuales turistas se caracterizan por tomar vacaciones varias veces al año, es decir, utilizan varios fines de semana a lo largo del año y, como consecuencia de ello, necesitan llegar al lugar elegido con mayor rapidez. Todo lo que sea perder tiempo en su itinerario es motivo suficiente para elegir otro destino.

-¿Cómo está sobreviviendo el sector a este tiempo de crisis?

-La crisis está influyendo, porque la mayoría de nuestros visitantes son nacionales y el país está muy castigado. Dejando a un lado el pesimismo, esta temporada está siendo en términos generales parecida a la anterior, pero tal vez con menor rentabilidad, pues observamos que las ofertas de última hora se han potenciado incluso en los meses de temporada. Sólo queda seguir trabajando.

-¿Hay algo que nunca haría?

-No soy partidario de prohibiciones, hay que seguir esforzándose por el desarrollo protegiendo y a la vez promocionando los valores de esta provincia desde la Costa y Doñana a la Sierra y el Andévalo.