Andalucía

Los armadores de los tres buques retenidos en Guinea pagan 300.000 euros por el rescate

  • Deciden abonar la sanción por repostar en alta mar después de agotar la vía diplomática

La pesadilla ya casi se ha terminado. Los armadores de los tres buques onubenses apresados en Guinea Bissau desde el pasado 8 de octubre abonaron en la mañana de ayer la sanción impuesta por el Gobierno del país africano (300.000 euros, a razón de 100.000 euros por nave) después de que les acusara de no abonar las tasas para repostar en alta mar, una operación conocida como bunkering, que ascienden a 1.500 euros por barco. De nada sirvió que los armadores apelaran a la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar que determina que si el repostaje se realizar a más de 24 millas de la costa no es necesario abonar los impuestos. Tampoco la mediación de representantes europeos ni la de diplomáticos españoles.

La transacción bancaria se realizó a primera hora de la mañana. El resto del día, los representantes del Sierra de Huelva, de la empresa Baltimar, el Alfonso Riera I, de la empresa lepera de nombre homónimo, y el Febel III, de Mariscos Rodríguez, se dedicaron a emprender los trámites que desembocarán en la recuperación de la documentación de los pesqueros y, lo más importante, de la libertad. Al cierre de esta edición, los trámites burocráticos seguían activos, a la espera de que el Ministerio de Pesca guineano diera el visto bueno a la liberación definitiva.

El buque marisquero Sierra de Huelva emprenderá ahora su viaje al caladero de Mauritania, en el que faena regularmente, según explicó el presidente de la Asociación Nacional de Buques Marisqueros (Anamar) y armador, Ángel Muriel, que agregó que el barco se encontraba en Guinea Bissau coyunturalmente, "ya que el caladero mauritano estaba en paro biológico". Por su parte, el Alfonso Riera I volverá a mariscar en aguas guineanas, "donde faena habitualmente", señaló el armador lepero Gaspar Riera.

Después de 21 días sin actividad, las pérdidas económicas "son muy cuantiosas", aunque por el momento ninguno de los armadores ha sacado la calculadora, "pero después de tanto tiempo retenidos pagando sueldo y seguridad social de la tripulación, sin pescar", apuntó Muriel, amén de la citada multa, no cabe duda de que la cifra será millonaria.

Ésta ha sido la primera vez en que embarcaciones con bandera europea han sido apresadas por circunstancias relacionadas con el bunkering. Sin embargo, el armador onubense estimó, además, que el apresamiento de los pesqueros "sentará precedente" no sólo para los barcos de Huelva y españoles, sino para todos los que faenan en esas aguas, una apreciación que no creyó factible Gaspar Riera, que aseguró que con el Gobierno centro africano "nunca hemos tenido ningún problema".

En declaraciones a Efe, el patrón del Febel III, José Fernández, explicó que están esperando a que los llamen desde la empresa para volver a alta mar.

"Estamos revisando el barco y el motor que, tras 21 días parado no presenta ningún problema para volver a faenar con normalidad", relató.

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