El sector agrario es ahora quien pide oxígeno
La desescalada
Agricultores y ganaderos reclaman ayudas urgentes a las administraciones. El mundo rural estaba en plena movilización cuando estalló la pandemia

El sector agrario pide ayuda urgente. No en vano estaba todo el mundo rural en pie de guerra, con movilizaciones conjuntas de las organizaciones agrarias que llenaban de tractores las carreteras y autopistas de todas España cuando llegó el Covid-19 y, sin dudarlo, esos mismos tractores se convirtieron en parte fundamental de la lucha contra la pandemia, ayudando a desinfectar las calles de los pueblos de Andalucía y de toda España.
Agricultores y ganaderos dieron un paso al frente y se convirtieron en garantes de la seguridad de la población, a la que, pese a las dificultades del estado de Alarma, no han faltado los suministros, que siguieron saliendo de sus explotaciones aún en los momentos más duros y han demostrado ser una pieza clave para la estabilidad del país.
Pero todo esto no ha aliviado la crisis que padece el sector debido a la descompensación de la cadena de valor por el bajo precio que reciben los productores y ahora que la sociedad está desescalando y empieza a recuperar lo que han dado en llamar “la nueva normalidad”, agricultores y ganaderos piden algo de alivio: oxígeno económico.
El presidente de Asaja, Pedro Barato ha participado en el grupo de trabajo para la Reactivación Económica constituido en el seno de la Comisión para la Reconstrucción Social y Económica del Congreso de los Diputados, donde ha dejado claro que “es necesario, más que nunca, tener en cuenta al sector agrario y que las administraciones pongan en marcha verdaderas políticas de apoyo a un sector estratégico de nuestra economía. Solo así, seremos capaces de acometer retos esenciales como son el Cambio Climático, la innovación, la digitalización del sector y la vertebración del medio rural”.
Recordó que incluso en los momentos más complicados de la crisis se ha garantizado diariamente el abastecimiento de alimentos variados, sanos, seguros, de calidad y a precios razonables para el consumidor “algo que -dice- no se puede dejar en manos de terceros países, por eso necesitamos un modelo potente, moderno y eficiente”.
Barato hace hincapié en el cierre del canal horeca, “que ha tenido un efecto perverso para muchas de nuestras producciones, en especial determinados productos ganaderos como lechales, cabritos y cochinillos, las partes nobles del vacuno, la leche, las queserías o los sectores del vino y el aceite de oliva”.
Medidas cicateras
Las organizaciones agrarias no están satisfechas con las medidas adoptadas, tanto comunitarias como nacionales. Asaja considera que han sido “poco efectivas y sobre todo cicateras”, cuando se refiere a los 80 millones de euros del presupuesto comunitario y a los 10 millones del presupuesto nacional y los compara con los 19.000 millones de euros habilitados por la Administración americana para ayudar a su sector agrario.
“Estas cantidades son insuficientes para abordar la gravedad de la crisis y hay que insistir ante las autoridades, esencialmente las comunitarias para que se amplíen las partidas aprobadas. Por supuesto, a nivel nacional, España debe aprovechar al máximo los fondos comunitarios cofinanciados que nos han sido asignados y no dejar que se pierdan. Nuestro país apenas ha utilizado un tercio de los fondos estructurales y por ello se pierden más de 30.000 millones de euros que podrían dedicarse a modernización y activación de la economía en nuestro país”, ha explicado el presidente de Asaja.
Pedro Barato reclamó medidas fiscales y en cuanto a planificación e inversión a medio plazo, ha incidido en que es necesario apostar por la modernización de los regadíos, como uno de los elementos esenciales de productividad y las nuevas prácticas que permitan reducir el consumo de agua y su uso sostenible a través de energías renovables.
Reclamó medidas que aseguren, la transparencia, la seguridad jurídica y el equilibrio en la formación del valor añadido del producto y recordó que la exportación se ha demostrado como esencial, no solo para aliviar la presión de los mercados internos, sino como fuente de ingresos y activación económica.
Por último, Barato se ha referido al seguro agrario como estrategia fundamental del mantenimiento de las rentas; la adecuación de la política fiscal y el Salario Mínimo Interprofesional a la realidad del sector y la apuesta por los jóvenes, la digitalización, la Banda Ancha y la tecnología como revulsivo para garantizar el futuro del mundo rural.
El secretario general de COAG, Miguel Blanco, también reclama un fuerte apoyo político y económico a escala europea para el sector agrario y así lo dejó patente en el Congreso de los Diputados, donde presentó “las 100 medidas agrarias para la reconstrucción social y económica de España”.
Reequilibrio
“Hace falta desarrollar políticas de ordenación de mercados, revisando tratados comerciales, estableciendo un control de las importaciones exigiendo el cumplimiento de los altos estándares comunitarios”, dijo Blanco, quien explicó que éste sería un principio básico de preferencia comunitaria.
Las líneas prioritarias de actuación deben ser, a su juicio: “el reequilibrio de la cadena alimentaria frente al actual abuso de posición de dominio de las grandes cadenas de distribución, dotación de tecnológica y democratización de la misma para la digitalización, relevo generacional con el impulso a la incorporación de jóvenes y mujeres, potenciación de las energías renovables, valorización de nuestra contribución a la descarbonización y reforzamiento del presupuesto comunitario para la nueva PAC en nuestro país. “Más exigencias, es decir más costes, debe significar más presupuesto para garantizar la viabilidad de las explotaciones y, en todo caso, estableciendo políticas de prioridad en defensa del modelo social y profesional de agricultura, mayoritario, pero en situación más crítica”, ha remarcado Blanco.
A nivel concreto, el titular de COAG ha pedido al Gobierno y a los diputados la puesta en marcha del Estatuto de la Agricultura Social y Profesional.
Frente conjunto para reclamar más fondos de la PAC
El Gobierno de Andalucía y las organizaciones agrarias representadas en la Mesa de Interlocución (Asaja, COAG, UPA y Cooperativas Agroalimentarias de Andalucía) han expresado su total rechazo ante el que consideran “inadmisible e injusto recorte del 9% de las ayudas de la Política Agraria Común (PAC) propuesto por la Comisión Europea para el periodo 2021-2027, máxime en unos momentos de pérdida de rentabilidad en las explotaciones agrícolas y ganaderas”, afirman en un comunicado conjunto.
Informan que Andalucía, como primera comunidad gestora de estos fondos imprescindibles para el presente y futuro del sector agrario, va a pedir al Ministerio de Agricultura formar una alianza conjunta en defensa de una PAC fuerte, frente a un descenso de estos fondos que supondría una pérdida de 1.160 millones de euros para la comunidad andaluza, en torno a 160 millones por año.
Explican que esto supone una bajada de casi el 10% respecto a lo que actualmente ejecuta Andalucía por año de los fondos de la PAC. Proponen “la conformación de una alianza leal y fuerte con el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación para defender los intereses del campo español y andaluz ante la Unión Europea.
En este sentido tendemos la mano para plantear alternativas a la CE que no supongan mermar las posibilidades de crecimiento del sector agrario, sino todo lo contrario, que nos fortalezcan para seguir adelante en la necesaria transformación digital y transición ecológica”.
“Por último -añaden- solicitamos al Gobierno de España que defienda con decisión el futuro del sector agrario en la próxima cumbre de la Unión Europea del 18 de junio, porque es una actividad estratégica que supone para Andalucía el 11% del PIB y el 10% del empleo”.
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