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El choco, rey de la cocina onubense

El Choco escrito con mayúscula es una de las estrellas de la gastronomía de la provincia de Huelva, llegando al extremo de que a sus habitantes se les llama choqueros como apelativo cariñoso.

Otro factor que nos halaga a los que seguimos la gastronomía de nuestra provincia es que siempre que vienen personas de fuera, cuando salen a tapear, comer o cenar siempre piden choco en cualquiera de sus múltiples formas de cocinarlo.

Esto hace que en cualquier establecimiento de restauración nos presenten en su carta una o varias formas de consumir el choco y que en el mercado de Huelva tengamos varios puntos de venta de pescado en los que sólo se vende choco y un punto de venta en el que te preparan las albóndigas de choco a tu petición con tu receta y, o bien te las lían, o llevas la masa a casa para liarlas con posterioridad.

Cuando digo con tu receta debemos tener en cuenta que hay quien añade a la masa perejil picado, culantro picado, pimentón, huevo, gambas o algunas especias, sal y pimienta

Por todo lo anteriormente expuesto nos ha llamado la atención de que la cocina del choco de Huelva sea menos extensa de lo que esperábamos, se sustenta en tres pilares a más del choco frito: los guisos de choco, las albóndigas de choco y el choco con habas. Sobre estos tres pilares se sustenta una cocina amplia y diversa, que se basa en potenciar los diferentes sabores de los componentes del plato con unos resultados espectaculares.

El choco sepia officinalis es un cefalópodo de aspecto robusto, aplastado dorsoventralmente, el manto dorsal recubre la concha de forma de barquito y presenta dos aletas laterales que le permiten un desplazamiento pausado.

Sus brazos presentan numerosas ventosas, siendo dos de ellos mucho más largos y con una maza en su extremo.

Su color es variable desde el pardo amarillento al marrón grisáceo y su envergadura puede llegar a cuarenta centímetros aunque su tamaño medio está en los treinta centímetros.

Su hábitat es nectobentónico, vive desde la línea de costa hasta profundidades de doscientos metros, en fondos arenosos o fangosos recubiertos con algas; su distribución es muy extensa en todos los mares aunque naturalmente con pequeñas variaciones morfológicas o de color pero siempre chocos.

Este hecho hace que en los mercados se presentan muy a menudo recubiertos de su tinta para atestiguar que siempre estamos ante un choco y no ante otra especie similar, cosa que verdaderamente sería una tontería, el choco no es un producto caro que admita "el gato por liebre".

Su alimentación es a base de crustáceos y peces; come en tres tiempos: atención, posicionamiento y captura, siendo esta última rapidísima. Una vez capturada la presa, se lleva a la boca y se trocea con la mandíbula. Se pescan con arrastre, enmalle, artes de tiro, nasas y poteras.

Su carne es muy apreciada y tiene una gastronomía propia muy importante en la provincia de Huelva como ya hemos dicho antes siendo su cocina: estofado, cocido, asado, frito, guisado, plancha, grill y crudo.

Son especies similares con pequeñas diferencias el choco canario sepia bertheloti, el choquito sepia elegans y el choquito picudo sepia orbingyana.

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