Huelva

El PSOE sube un escaño y Podemos y Ciudadanos logran diputado

  • El partido del puño y la rosa se beneficia de la dispersión del voto a pesar de llegar a su suelo electoral. El PP pierde un tercio de sus votantes e IU Huelva desaparece de la Cámara.

Huelva partía como bastión socialista y sigue siéndolo. El empuje de los partidos emergentes se cobró ayer dos víctimas en la provincia, PP e IU, y restó menos apoyos un PSOE que se benefició de la dispersión del voto: pese a perder votantes respecto a 2012 recuperó el escaño que había perdido entonces. Fue uno de los vencedores de la noche: los otros fueron Podemos y Ciudadanos, que se hicieron con un diputado cambiando completamente la configuración del conjunto parlamentario onubense, que sólo en 1990 tuvo cuatro partidos en él.

Ni la fuerte desafección ciudadana hacia los partidos tradicionales, ni los casos de corrupción destapados en Andalucía, ni los 33 años de gobierno socialista pudieron con la hegemonía del PSOE en la provincia de Huelva, como no pudieron tampoco en las elecciones anteriores que dejaban al popular Javier Arenas a las puertas del Palacio de San Telmo. Los socialistas esgrimían frente a las encuestas que los dejaban con cinco o incluso cuatro diputados que sus datos eran otros. El PSOE tocó ayer su suelo en la provincia, el menor porcentaje de apoyo de su historia en unas elecciones autonómicas, por debajo de la barrera de los 100.000 votos que hace tiempo cruzó. Pero esa pérdida de apoyos, los 6.000 votantes que se suman a los 38.000 que se quedaron atrás en 2012, no ha repercutido en una menor representación parlamentaria, al contrario. Gracias a la dispersión del voto y al sistema de reparto de escaños, el PSOE recupera un diputado.

En un escenario de participación muy similar al de 2012, con un 61,06% de participación para un 60,05% entonces, los socialistas son los que menos papeletas han dejado en las sacas de Podemos y Ciudadanos. La situación del PP, por contra, es dramática, cumpliendo los peores augurios: se queda con sólo tres diputados frente a los cinco que tiene ahora, una situación que no se producía desde marzo de 2004, en plena marejada de descontento hacia el PP proveniente de Madrid. Los populares han perdido prácticamente un tercio de sus votantes, casi 29.000, quedándose en 62.000 papeletas. Se dejaban en el camino pueblos como Punta Umbría y Lucena del Puerto que habían apoyado al PP hace tres años. El secretario general de los populares en Huelva, Guillermo García Longoria, marca el límite parlamentario.

El trasvase de apoyos a Ciudadanos es innegable: buena parte de los 16.861 votos recibidos por el partido liderado por Albert Rivera provienen del descontento de los votantes populares, pero no sólo han ido a esta formación, de planteamientos ideológicos similares a los del PP. Los ex votantes populares también han ido a parar a Podemos, que ha pescado casi 31.000 votos de un caladero que tiene el mismo tamaño que en 2012 (238.000 votos aproximadamente).

La joven formación liderada por Pablo Iglesias cumple así con sus expectativas de obtener diputado onubense con su fuerte irrupción en el Parlamento andaluz. Las encuestas daban ese escaño para los podemitas como seguro; en algunos casos les atribuían la posibilidad de obtener incluso algún parlamentario más. Pero la evolución de la campaña ha beneficiado más a Ciudadanos que a Podemos a tenor del avance de las encuestas; los naranjas tienen una llave de gobierno en sus manos gracias a ese avance.

El tirón de Rivera ha sido suficiente para una formación de escasa implantación en la ciudad y en la provincia. A pesar del bajo grado de conocimiento de la candidatura andaluza y onubense de Ciudadanos, este partido ha logrado el apoyo de casi 17.000 onubenses, un 7,22% de los votos depositados. El PP se ha visto perjudicado, pero también Unión Progreso y Democracia, que ha perdido 2.300 votos respecto a los anteriores comicios autonómicos. Aun así sigue por delante del Partido Andalucista, que prosigue su caída en picado perdiendo otros 1.800 votos hasta quedar con un residual 1,53% de los apoyos.

En profunda crisis se sitúa Izquierda Unida. La federación que formaba parte del Gobierno andaluz hasta hace unos meses y que ostentaba un vicepresidente onubense, Diego Valderas, pierde 11.000 votos que van a parar a Podemos, dejando a IU con el menor apoyo de su historia en unas autonómicas. La formación vuelve a quedarse sin representante onubense en la Cámara andaluza, algo que no ocurría desde 2008, pero además pierde dos puestos en el ranking provincial tras ser adelantada por Podemos y Ciudadanos. Todo ello a dos meses escasos de las municipales.

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