Con un mensaje de "ánimo" a la militancia y un "aquí no se rinde nadie porque vamos a por las municipales", IU trató de digerir ayer la pérdida de su escaño por Huelva tras una noche de nervios y de optimismo baldío en la sede de la céntrica calle Puerto. Hasta el último momento mantuvo la esperanza el cabeza de lista, Rafael Sánchez Rufo, arropado por el exvicepresidente de la Junta, Diego Valderas; por compañeros de lista como Paloma García o Daniel Hernando; y por el coordinador provincial de la formación, Pedro Jiménez, entre otros muchos.

Sin embargo, la demoscopia no erró en esta ocasión: ni el Barómetro Joly elaborado por Commentia ni la encuesta del Centro de Investigaciones Socialógicas (CIS) daban a IU un sólo escaño en Huelva y finalmente así ha sido: tras recuperar en 2008 el diputado que no obtuvo en los comicios de 2000 y 2004, ahora vuelve a quedarse sin representación en la Cámara autonómica.

Sobre la irrupción de Podemos, que ha imposibilitado que IU obtenga en la provincia representación en el Parlamento andaluz, Jiménez destacó el "gran peso" del voto urbano que, a su juicio, también ha sido determinante en los resultados obtenidos por Ciudadanos. Por contra, y a la espera de un análisis más profundo, destacó los "buenos datos cosechados por IU en bastantes pueblos".

A su juicio, la campaña ha puesto de manifiesto que el valor de los programas "se ha reducido a la mínima expresión", que el peso de los candidatos no ha sido determinante y que "lo nuevo ha vencido a lo que había, aunque no se conozca ni su programa, ni su candidato, ni sus objetivos".

No en vano, valoró que "han pesado los mensajes que se han transmitido a través de los grandes medios" y que "la campaña que se ha hecho en la provincia ha servido muy poco". Y eso que fueron más de 150 los actos desplegados para trasladar a los onubenses un modelo de salida de la crisis basado en la banca pública, el banco de tierras, la Ley de Suministros Básicos o la Ley de la Función Social de la Vivienda.

Pero de nada le ha valido a IU, que se erige en la verdadera izquierda, reivindicar su historia -con sus errores y aciertos- o hacer hincapié en la importancia de su programa (prometieron, por ejemplo, 10.000 puestos de trabajo para la provincia con un plan basado en la rehabilitación de viviendas o la creación de empleo verde) frente a los nuevos movimientos populistas que acaparan el voto del descontento.

Tampoco le ha valido la labor desempeñada en el bipartito del que -según ya comentaron tanto el candidato de IU a la Presidencia de la Junta, Antonio Maíllo, como Sánchez Rufo- fueron expulsados "por rojos y decentes".

Sin embargo, más allá de todo esto, este último insistió ayer en que ahora toca poner la vista en las municipales, un objetivo para el que el partido de izquierdas anuncia que trabajará arduo: "Iremos pueblo a pueblo para trasladar a la gente nuestro discurso, que es solvente y con propuestas para una salida distinta a la crisis". El objetivo no es otro que recuperar la fuerza perdida.