Barcos fantasma

...y de allá

DESPUÉS de meses en los que el debate sobre Astilleros de Huelva ha estado en la ratificación de la hoja de ruta, (ahora en el epígrafe de cesión de los derechos políticos de los accionistas), la construcción de barcos ha quedado en un segundo lugar. Y tanto en Huelva como en Sevilla urge reactivar la fabricación de buques para evitar perder la carga de trabajo que le queda a las atarazanas, cuyo cumplimiento es indispensable para hacer frente al futuro. En el caso de Huelva, el embargo que pesa sobre el único barco finalizado, el 827, impide su entrega y ese retraso cuesta dinero a la empresa cada día que pasa. En Sevilla, el armador del Viking Line ya ha advertido de su intención de cancelar el contrato del buque, algo que podría ejecutar en febrero.

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