El aguaó

ANTONIO / FROCHOSO / GIL

La Junta, esa gran aburrida

HAY un dicho muy popular que dice que cuando la vaca está aburrida, espanta moscas con el rabo. Bueno, pues algo muy parecido a eso es lo que le ocurre a la Junta de Andalucía con respecto a la Iglesia en general y a su asignatura de religión en particular. En vez de tomarse en serio de una vez el continuo fracaso escolar que hace que tanto informes nacionales o internacionales vienen situando a la enseñanza andaluza en niveles ínfimos, se intenta entretener a la gran bancada anticlerical con atacar continuamente a todo lo que se mueva relacionado con la Iglesia católica.

Y como anda bien enredada con los famosos ERE y con las ayudas a destajo a los sindicatos hermanos (los primos son los miles y miles de parados), pues a levantar cortinas de humo para que no se vean sus vergüenzas. Y qué mejor que la Iglesia para todo ello.

Esto viene a colación a que la Junta anuncia que reducirá las horas de Religión al "mínimo exigible" para el próximo curso y para ello rescatará la asignatura-doctrinal de Educación para la Ciudadanía, con la excusa de que "un andaluz del siglo XXI no puede quedarse sin estudiar estos valores" y no se enteran de que en democracia la educación debe ser ideológicamente neutral.

No se preocupan para nada de que, por ejemplo, Andalucía sea de las últimas comunidades de España en tener jóvenes de entre 25 a 34 años con un nivel educativo superior o universitario, somos la antepenúltima comunidad en pobreza educativa, que estamos a casi dos años escolares de retraso con respecto al norte de España, que somos unos de los que tenemos los índices más altos de repetidores.

Ni tampoco se detiene en que desde que se comienza a realizar las Pruebas de Diagnóstico, año tras año, las mismas muestran las carencias del sistema educativo en la enseñanza obligatoria andaluza y eso que cada año el nivel baja y baja para enmascarar el paupérrimo sistema educativo en Andalucía y así, podríamos seguir.

Pero claro, lo que importa e interesa es que se hable de quitar horas de clase de Religión. O que se bloqueen las ayudas a Cáritas Andaluza y, sin embargo, se den subvenciones a sindicatos afines para, por ejemplo, "mejora de las capacidades organizativas y de incidencia política del movimiento sindical en América" para Costa Rica o que se lamenten de que la Iglesia no haya sufrido recortes y que mantenga todos los privilegios intactos como si la crisis no le hubiese afectado.

Si en Andalucía más del 75% se declara católico, ¿a qué viene tanto ataque a la Iglesia? ¿Se imaginan si se dijera que ese porcentaje se refiere a que somos de izquierda? Por favor, dedíquense a lo realmente les importa a los andaluces.

No se aburran más en unos ideales anticlericales. Que eso no quita ni la pobreza ni el paro tan abismal que tenemos. ¡Ah, por cierto!, tampoco el enorme fracaso escolar que desde hace más de 30 años campea a sus anchas por Andalucía. ¿Les suena esa cifra de algo?

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