Educación, conservación, organización y, sobre todo, solidaridad. Esa es la ecuación ECOS que el astrofísico Juan Pérez Mercader propone para luchar contra la crisis medioambiental del siglo XXI, el cambio climático. Una ecuación a desarrollar por administraciones y ciudadanos frente a un problema ante el que "no debemos ser catastrofistas", pero que obligará "a hacer cambios".

Gran parte de ellos pueden desarrollarse en el ámbito local, las ciudades que son protagonistas de la I Conferencia europea para la promoción de acciones locales frente al cambio climático que se celebra en Punta Umbría, en la que participó ayer el ex director del Centro de Astrobiología. Abriendo la segunda jornada de la conferencia, Pérez Mercader recordó que la temperatura ha ido fluctuando en varias ocasiones a lo largo de la historia del planeta, pero en los últimos 150 años lo ha hecho más rápido. "Es posible establecer una relación entre la subida del dióxido de carbono en la atmósfera, en especial en los últimos 45 años, y un aumento de las temperaturas medias".

El cambio climático ya se está produciendo (una idea constante en las diferentes ponencias de la conferencia) y ante él, el científico propone educar a los ciudadanos "para que sepan mejor las consecuencias de sus acciones", algo que se puede promover desde lo local. Y desde ahí llegar al ámbito individual, con medidas como utilizar el transporte público y apagar la luz cuando no sea necesaria.

La conservación de los recursos es otra de las actuaciones que podrían desarrollar los municipios, mientras que en el concepto de organización aplicado al cambio climático el elemento fundamental es la "gobernanza", para que desde las administraciones se implementen estrategias para la educación y la conservación. Pero el principal de los cuatro términos es para el astrofísico la solidaridad, entender que "todos estamos montados en una misma nave, la Tierra, y todos tenemos que ser solidarios para sobrevivir".

A pesar de todo, el científico considera que hay que "mirar las cosas con optimismo y con la capacidad de generar soluciones que no sean drásticas, que nos permitan mantener todo lo que podamos de nuestro sistema de vida actual, pero hay que hacer cambios".

En esa necesidad de realizar modificaciones también fue defendida por otro de los ponentes de la jornada de ayer, el director del Instituto Andaluz de Energías Renovables Valeriano Ruiz. Más allá del debate sobre las energías renovables o energía nuclear como formas de combatir el calentamiento global, Ruiz defendió una mejora de un sistema energético que en la actualidad tiene un bajo rendimiento (con un elevado gasto por cada unidad consumida de energía), además de un uso responsable. En este sentido, los consejos fueron en la misma línea defendida por Pérez Mercader y por otros muchos participantes en estas jornadas: apagar las luces o evitar el uso de vehículos para un solo pasajero. Y para las administraciones locales, una petición: "Que se lo crean y actúen de verdad y que los ciudadanos puedan hacer lo que crean que tienen que hacer".

Frente a la mitigación, las medidas para reducir la emisión de gases de efecto invernadero a corto plazo, el director del Centro Andaluz de Evaluación y Seguimiento del Cambio Global, Hermelindo Castro, destacó ayer el papel de la adaptación, las acciones para hacer frente a los efectos seguros de este fenómeno. Las consecuencias ya se están dejando notar, especialmente en el Norte del país, y a largo plazo llevarán a una falta de humedad en el Sur que causará, entre otros, cambios en la flora y fauna como la subida del bosque esclerófilo (encinas y alcornoques) a latitudes más altas. Ante estas perspectivas, el trabajo de las administraciones y especialistas pasa por "predecir lo que va a ocurrir a nivel climático, algo que ya está hecho; analizar las especies vulnerables, predecir la respuesta de esas especies al cambio climático y proponer medidas de gestión adaptativa".

La conferencia europea finalizará hoy con la firma del pacto de alcaldes, un documento por el que las entidades locales se comprometen a ejecutar actuaciones de lucha contra el cambio climático.