Devoción en el adiós a la Concepción

cincuentenario cintero | traslado a la merced

Cientos de onubenses custodian a la Virgen de la Cinta en su viaje a la catedral La Agrupación de la Salud y la Banda Sinfónica Municipal realizan el acompañamiento musical

La Patrona de Huelva, encarando Plus Ultra tras su salida de la iglesia de la Concepción, con el balcón de Huelva Información al fondo.
La Patrona de Huelva, encarando Plus Ultra tras su salida de la iglesia de la Concepción, con el balcón de Huelva Información al fondo.
Raquel Rendón Huelva

08 de septiembre 2014 - 01:00

La Concepción despidió en la tarde de ayer con todos los honores a la Virgen de la Cinta en un emotivo traslado en el que los onubenses mostraron en la calle de forma multitudinaria la devoción por su Patrona. Eran las 20:00 cuando la solemne comitiva partía del céntrico templo para poner rumbo a la catedral de La Merced, presidida por el máxmo responsable de la Hermandad de La Cinta, Manuel Roméu, el presidente de la Real Sociedad Colombina, José María Segovia, el presidente del Colegio de Farmacéuticos, Fracisco Peinado, y un representante de la Marina.

La Agrupación Musical de la Salud abría el cortejo de una forma muy especial, integrando a componentes de cofradías de Huelva y de Sevilla, para acompañar a la Virgen en este especial traslado. La cruz de guía abría un amplio desfile de mantillas blancas y representantes de las hermandades de gloria y penitencia de la capital, con el Consejo de Hermandades al frente, las cofradías hermanas de la Cinta (Pasión, Victoria y Rocío), representantes municipales, de la Junta, del Estado y de la Diputación, el presidente de la Audiencia de Huelva, Antonio Pontón, y el comisario de la Policía Nacional, Antonio Placer.

Murmullo y expectación en la calle Concepción para ver a la Madre de Dios en el inicio de su traslado. Caía el sol -se había disipado cualquier amenaza de lluvia- y se desparramaba su luz anaranjada por las azoteas cuando el paso de plata de la Virgen Chiquita se asomaba por el pórtico de la Concepción. Aplausos y vítores. Olor a nardo blanco (900 varas de esta flor y rosas de pitiminí exornaban el paso) y música de la Agrupación Musical de la Salud en la despedida de la imagen, uno de los instantes más fotografiados del itinerario por el corazón de Huelva, que este año toma todavía un cariz más especial por ser el del medio siglo del patronazgo cintero. La Banda Sinfónica Municipal interpretó el himno de España y la marcha procesional del cincuentenario, Corazón de cintero, en la salida.

Luego, el templo de la Concepción quedó atrás y la Virgen encaró Plus Ultra para virar en La Placeta hacia José Nogales. Por ella desembocó la procesión en la calle de Isabel Segunda. Como si navegara, mecido por los costaleros de la Hermandad de la Cinta, atravesó el paso plateado de la Virgen Chiquita el tramo de la calle Puerto que la llevó hasta San José y el Paseo de Independencia. Cientos de onubenses se arremolinaban por las orillas de estas céntricas vías para ver a su Patrona, presignándose a su paso como señal de respeto.

La Plaza de La Merced era un hervidero cuando la noche ya había desplegado su oscuro manto sobre Huelva. Las campanas de la catedral daban la bienvenida a la Virgen de la Cinta y a su Hijo a la que será su casa temporal por unas horas, hasta que hoy la abandonen para regresar a su Santuario en la cima del Conquero en el Día grande de la Patrona.

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