Huelva

El 82% de los seropositivos logran tener un nivel de VIH casi "imperceptible"

  • El porcentaje se duplica en 10 años según el grupo Cohorte Vach, liderado por Ignacio Suárez, infectólogo del Infanta Elena

La eficacia de los tratamientos antirretrovirales (TAR) que se aplican a las personas con VIH ha experimentado un avance que puede calificarse de asombroso. Esta es una de las últimas conclusiones de los estudios que realiza el grupo de investigación Cohorte Vach, formado por especialistas de Infectología de 23 hospitales españoles y que está dirigido por el jefe de la Unidad de Infecciosos del Infanta Elena, Ignacio Suárez,

Si en 2001, el 40% de los seropositivos en tratamiento TAR conseguía mantener la carga viral de VIH en un límite considerado prácticamente imperceptible, ese porcentaje, diez años después, ha subido nada menos que hasta el 82%.

Los TAR no eliminan la presencia del VIH, pero pueden llevarlo a un nivel prácticamente indetectable, en el que la posibilidad de contagio a otras personas es muy baja, aunque no imposible, de modo que no hay que dejar de lado en ningún momento las medidas preventivas. Según los datos facilitados por el grupo Cohorte Vach, el límite al que los TAR apuntan es que el portador mantenga una carga viral inferior a 50 copias de ARN. La carga viral habla tanto de la eficacia del tratamiento como del avance de la enfermedad. El ARN es algo así como el molde que el virus del VIH utiliza para crear nuevos virus. Cada VIH tiene dos ARN. Esa es la razón por la que el nivel de copias se usa como medida de progreso o retroceso de la enfermedad.

Ignacio Suárez subraya que el progreso que ha acontecido en el caso de los seropositivos tiene difícil parangón en el mundo de la medicina, aunque en el del sida siguen surgiendo caras negativas.

Ese es el caso de las nuevas infecciones. El facultativo del Infanta Elena indicó que el segmento de población más vulnerable en estos momentos es de los homosexuales de menos de 30 años. Junto a esto, el mayor reto es atajar el diagnóstico tardío ya que, como en otros aspectos incluidos en la salud, un temprano tratamiento beneficia al paciente y, tampoco hay que olvidarlo, al gasto sanitario.

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