El Club Balonmano Pedro Alonso Niño de Moguer venció ayer en la primera de las tres complicadas salidas consecutivas que tiene por delante. No fue fácil el partido ante el Ebidem Melilla (25-26), ya que el PAN debió ir superando una dificultad tras otra hasta la última posesión del partido, en la que consiguió que los de Melilla ni siquiera lograran lanzar a puerta.

Comenzaron los de Fernando Castelló algo fríos ante un equipo melillense muy alto que salió en tromba, y que sin dudas quiso poner en aprietos al PAN como lo hiciera el Pines Badajoz hace una semana con su gigantesca defensa. Como consecuencia de ello, los locales fueron por delante en los primeros compases del encuentro (4-3, minuto 5), pero cuando los moguereños se pusieron el mono de trabajo dominaron el marcador y, poco a poco, fueron poniendo tierra de por medio, con 2 ó 3 goles de ventaja, pero sin llegar a romper el partido.

En la segunda parte sí pudieron dar un golpe definitivo al choque, cuando los visitantes consiguieron 5 goles de ventaja (13-18) en los primeros minutos tras la reanudación.

El último tercio de partido fue más animado para el espectador, ya que diversas circunstancias supusieron que el Ebidem Melilla se acercara en el marcador e incluso llegara a ponerse con un gol arriba (25-24) en los últimos compases.

A partir de ese momento, el PAN apeló a la heroica, como ha hecho esta temporada en muchas ocasiones, y consiguió que el partido que había ido ganando todo el tiempo no se le escapara de las manos.

La expulsión de Joaqui a falta de 15 minutos del final coincidió con la irrupción del melillense Borja Campoy en el partido, que convertía en gol cada ocasión en que, desde los 9 metros, armaba su brazo hasta llegar a 8 tantos en su cuenta. Hasta ese momento, Joaqui estaba haciendo un buen partido, y la adaptación de Ángel Burgos llegó en unos momentos difíciles que le sobrepasaron.

Por otro lado, con Moisés sin poder jugar al cien por cien, Carrillo sólo podía jugar en defensa, ante la imposibilidad de esprintar. A todo ello se unía el partido gris que realizaron jugadores como Raúl Martínez y Peter Salomon, a pesar de marcar 4 goles cada uno. Raúl no tenía recambio natural en su posición, ya que Josema estaba moviendo muy bien el equipo de central y no iba a ser sacrificado para dar descanso al joven goleador. Para colmo, Jorge Fragio fue expulsado tras su tercera exclusión a cinco minutos del final.

Ante este panorama, con dos penaltis fallados (Peter Salomon y Moisés León) y con Guillermo Sierra en el banquillo muy frío como para realizar un lanzamiento definitivo, Emilio se enfrentaba a un lanzamiento de 7 metros que valían dos puntos. Y el sevillano no falló.

Los norteafricanos, con un jugador menos, no lograron llegar a lanzar a portería en esa última posesión de partido que duraron treinta eternos segundos. Sin embargo, el Ebidem Melilla siempre se mostró como un buen conjunto capaz de todo y puso en serios apuros al líder.

Estos dos puntos de la jornada 15 suponen que el PAN siga liderando la clasificación con 26 puntos y una sensible autoridad (trece victorias y una derrota).