Capitán, padre y maestro
balonmano lPrimera División Nacional
El central sevillano Josema Romero es uno de los líderes del Pedro Alonso Niño


Gran parte de la imaginación del juego del Club Balonmano Pedro Alonso Niño pasa por la cabeza de Josema Romero, un jugador imprevisible, con calidad y una gran capacidad para hacer jugar a sus compañeros. Es muy resolutivo dentro y fuera de la cancha, y por su carácter este central diestro de 29 años ha sido nombrado segundo capitán, tras Alejandro Millán, en su cuarta temporada en el club. Por la sanción de éste los dos primeros partidos, estrena nombramiento, al que suma las funciones de maestro y padre con otros jugadores jóvenes, faceta para la que también está demostrando ser muy válido.
"Estoy encantado de ser capitán, porque represento a amigos, compañeros y chavales; además, tenemos como entrenador a alguien como Flores, que da mucha confianza, y así es muy fácil", declaró Romero, que ejerció de capitán en Lanzarote y que lo será de nuevo en el pabellón Zenobia.
"Para mí va a ser bonito ser el capitán el sábado (mañana) en casa ante la afición, pero no hay que olvidar que el verdadero capitán es Ale, al que estamos deseando recuperar porque es un jugador importante para nosotros".
Recordó que "fui capitán en Palma del Río en los peores años, en los que no se pagaba y había mucha gente que venía de vuelta y fui 'cabeza de turco'. Aquí es muy diferente. Tenemos el ejemplo de Guillermo Sierra, al que han retirado su camiseta, que es algo que no se ha hecho en ningún club que yo conozca, que dice mucho, y es totalmente merecido".
Al papel a desempeñar sobre la cancha, Josema suma otros muy importantes para el grupo. Se ha convertido en maestro de muchos de los jóvenes recién llegados al equipo, y que aún no acumulan muchos partidos en Primera Nacional, y especialmente de los pivotes procedentes del Antequera de Asobal, Juanma Cabrera y José Antonio Jiménez, con los que comparte piso en Moguer adoptando un rol paternal en todo.
"Estoy muy cómodo con mis compañeros de piso. No han estado nunca fuera de su casa y trato de ayudarles en todo lo que puedo. En otros clubes la gente va, entrena, juega y cada uno a lo suyo, pero con estos chavales da gusto. Saben que las cosas que les digo es por su bien y se sienten arropados", explicó. Y en el campo, aseguró que "me hacen el doble de caso, todo funciona bien y me siento cómodo. Siempre he sido el chico en todos los equipos en los que he estado y aquí ya soy de los veteranos. La situación te exige mucho, pero lo llevo bien".
Y es que Josema cree mucho en lo que pueden dar todos los jóvenes del equipo, que "se han dado cuenta del papel que tienen y que el equipo necesita de su rendimiento", algo que ya se vio en el primer partido. Además, el equipo ya cuenta con el aliciente de ser líder. "Me dio mucha alegría cuando vi que éramos primeros. Éste es un proyecto nuevo, con muchos jóvenes, y empezar bien es positivo", señaló el jugador que valoró especialmente el triunfo por 23-30 cosechado en Lanzarote.
"Allí no van a ganar muchos equipos, tienen una plantilla buena y es una cancha difícil para los árbitros. El equipo estuvo muy bien y me sentí genial al final, porque el año pasado tuvimos allí una mala experiencia. Íbamos ganando de seis, acabamos perdiendo y el arbitraje fue malo", dijo el central.
De cara al partido ante el Florida Handbol, Josema fue claro: "En casa no podemos ir con dudas, tenemos que ir a ganar y los resultados desde que estoy en este equipo hablan por si solos, porque han sido muy pocos los partidos perdidos".
Romero y toda la plantilla tienen claro que tras la mala experiencia en la fase de ascenso en Gijón hay que limar asperezas con los árbitros. "Lo que pasó en Gijón nos va a pasar factura. Como capitán hablé con los árbitros en este primer partido y me di cuenta de que nuestros temores se están cumpliendo, porque me trataron con desprecio".
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