Soledad

El centro percibe el Silencio

  • La cofradía realiza su procesión en el año del 75º aniversario de su fundación

En el mismo momento en que las puertas de La Soledad se abrían, un tanto de lo mismo pasaba en La Concepción. Un centenar de nazarenos salía a Méndez Núñez con el objetivo de realizar su estación de penitencia. Momentos antes, el párroco de La Concepción, Diego Capado se dirigía a los cofrades, recordándoles que esa salida era un "testimonio de vuestra fe en Jesús y María" y que ellos les ayudaran a ser "mejores cristianos". El párroco pidió que Nuestra Señora en su Soledad "consuele las soledades de las personas y de las familias; soledades que vienen en muchas ocasiones originadas por los problemas de la vida y que hunden a la gente en esa soledad, quitándoles la ilusión por vivir".

El silencio y discreción con que esta cofradía se mueve, no dejan pasar inadvertida la belleza de su paso, de enorme elegancia y que tras la salida del templo se adentró por la propia calle Concepción para efectuar un itinerario privilegiado de calles estrechas que favorecen aún más si cabe, la estética del paso. La belleza y desolación de la Madre -quizá la imagen más familiar de cuantas se encuentran en La Concepción- que porta los clavos y la corona de espinas del Hijo ya descendido, aportan matices a la jornada; matices que no pasan desapercibidos para los cofrades ni para el público en general que contempla su paso.

Pese a su discreción, la salida del pasado Viernes Santo tenía un matiz bastante especial. Este mismo año, la hermandad celebrará el 75º aniversario de su fundación. El paso estrenaba el dorado del respiradero trasero, así como el puñal que no pudo estrenar el año pasado debido a la suspensión de la procesión, por la adversa climatología. El exorno floral era su habitual de lirios morados.

La Virgen de manos delicadas y cara de niña fue, como es habitual, la última en entrar en la carrera oficial y de este modo, poner el punto y final a los desfiles procesionales. Un total de cinco horas en las que la cofradía se deleitó en su recorrido, sin olvidar el fin y fundamento.

En cuanto al 75º aniversario, La hermandad celebró una misa de apertura de los actos conmemorativos. El resto se traslada a septiembre, pasada la Fiesta de la Cinta. El día 14 será la presentación del cartel conmemorativo. Habrá una exposición titulada Iuxta crucem lacrimosa y la presentación de un retablo cerámico conmemorativo que realizará el pintor ceramista Carmelo del Toro Ponce. La exposición estará abierta hasta el 30 de septiembre.

En octubre, habrá solemne triduo del 22 al 24. El día 25, meditación ante Nuestra Señora en su Soledad y el día 26, se programa el pontifical que presidirá el obispo José Vilaplana Blasco. Está previsto para el sábado 26 de octubre, la salida de la procesión extraordinaria, un acto en el que La Soledad irá con acompañamiento musical. Durante los días 16 y 17, La Soledad esté expuesta en besamanos ante la imagen de Jesús Nazareno en su capilla, con misa de clausura.

También habrá un programa de conferencias sobre la historia y la devoción a Nuestra Señora en su Soledad.

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