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¿Qué hay detrás de la adicción a las redes sociales?

¿Qué hay detrás de la adicción a las redes sociales?

Las redes sociales, como Twitter, Facebook, Instagram o TikTok, pueden tener buenas finalidades: para promocionar tu empresa, para saber de amigos que se encuentran fuera, vender cosas, pasar un buen rato viendo algunos videos graciosos, contactar personas que viven lejos y que no sabemos de ellos desde hace años... Internet nos sirve para encontrar cosas e información necesaria, noticias del mundo, del día a día, pero en un exceso de tiempo, ocupando la mayor parte del día, genera graves consecuencias físicas y psicológicas.

Comprobar una y otra vez qué hacen tus amigos, personas que tengas interés por saber de su vida (como algún ex), mirar compulsivamente a influencers, moda, etc, va generando mucho enganche. Porque el síndrome de abstinencia que se da en cualquier adicción es el síntoma más característico que aparece cuando no puedes acceder a dichas redes o a internet. Sientes ansiedad, palpitaciones, irritabilidad, pensamientos depresivos... Al ser una adicción que no es por sustancias, se le llama adicción comportamental.

Está demostrado que afecta el rendimiento en el trabajo y perjudica las relaciones personales, ya que aunque estés con personas, estás en lo tuyo, aislándote de tus seres queridos, parejas y amigos.

Es muy gratificante el efecto que producen que pinchen y le den a “me gusta” en las publicaciones, ya que funcionan como reforzadores positivos o recompensas. Hay muchos famosos que viven angustiados cada día por ver si sus likes o seguidores aumentan o bajan, generando grandes problemas psicológicos. Incluso algunos han llegado al suicidio y muchos padecen de fuertes depresiones. Se pierde muchísimo tiempo, se dejan de hacer muchas actividades, estudiar, trabajar, hacer deporte, cosas pendientes.

A nivel de salud hay muchos efectos perjudiciales, como muchas contracturas musculares de cuello, tensión ocular, cansancio, problemas de concentración, insomnio... Son muchos los que utilizan el móvil para irse a la cama creyendo que les producirá sueño y es todo lo contrario: las pantallas, por la luz, y las redes, por sus contenidos, nos activan más, impidiendo que no lleguemos a dormir. Las horas de sueño se reducen muchísimo a 6-5 horas.

También hay consecuencias a nivel psicológico: se pierde la privacidad, muchas personas necesitan continuamente exponer su vida y pierden un poco el control de lo que comparten con personas que no conocen de nada.

La soledad es quizás el mayor efecto del abuso de las redes sociales: cuanto más tiempo pasas solo y más lo cubres con esto, más lo vas a utilizar como sustituto de esas carencias afectivas y el vacío que sientes.

Cuando hay problemas de habilidades sociales, el acceso a redes sociales puede hacernos creer que somos capaces de relacionarnos con las demás, pero esto lo único que hace es que nos aislemos y nos quedemos en nuestra zona de confort, ya que cuando nos tenemos que enfrentar a las interacciones sociales directamente y no virtualmente, nos produce mucha ansiedad y soledad.

La búsqueda de gustar a los demás, de mostrar imágenes de felicidad, de su aspecto físico para así sentir que gusta y aumentar la autoestima, es otra de las trampas que al ego le encanta y que con las redes se retroalimenta muchísimo: buscar la aprobación en el exterior para sentirnos válidos.

¿Qué hay detrás de las redes sociales? ¿Qué hay detrás de las redes sociales?

¿Qué hay detrás de las redes sociales?

Dentro de las recomendaciones que se pueden dar para prevenir este tipo de adicción podemos destacar varias. Intenta desconectar el móvil unas cuantas horas al día o ponerlo en silencio; o también puedes establecerte un horario predeterminado. Intenta que tus conversaciones y relaciones presenciales sean superiores a las virtuales. Cuando salgas de viaje, observa los detalles, disfruta del paisaje sin tener que fotografiarlos y subirlos a las redes continuamente.

Hay una relación muy directa en personas con sintomatología severa de depresión y el nivel alto de adicción a las redes sociales e internet. Los síntomas depresivos entre ellos se manifiestan en una baja autoestima, con una percepción negativa de uno mismo, junto con el aislamiento social. Las redes sociales en general no son malas ni peligrosas, el problema es el mal uso que hacemos de ellas. Siempre que sigamos poniendo el foco fuera, hacia el exterior, esperando que nos aporte la felicidad que realmente se encuentra en nuestro interior, seguiremos sintiendo este vacío.

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