Hoy vamos a hablaros de los principales problemas oculares en nuestras mascotas, que son motivo frecuente también de visita a las consultas veterinarias. De hecho soléis acudir cuando veis que el animal tiene el ojito más cerrado de lo normal, no lo abre bien o se rasca continuamente.

En primer lugar, hay que valorar el estado de la córnea. Ésta siempre debe ser brillante, lisa y avascular. Si observamos alguna pequeña manchita o lesión en el ojo es importante acudir rápidamente al veterinario.

Además de una exploración ocular externa, es importante también realizar un test de Shimmer para valorar la producción de lágrima en cada ojo. La producción normal es de 15mm en treinta segundos. En el caso de que estemos en unos niveles inferiores hablamos de queratoconjuntivitis seca. Cuando nuestro animal la padece, al menos uno de los dos ojos serán incapaces de producir una cantidad de lágrima adecuada para mantener el ojo hidratado, por lo que hablaremos de sequedad ocular. 

Lo que solemos ver en casa es que el ojo de nuestra mascota tiene muchas legañas y mucha secreción y no observamos brillo. Además, el animal tiende a rascarse los ojitos por el picor que le produce dicha sequedad. 

Este problema es bastante molesto para nuestros amigos peludos. Para que os hagáis una idea: tirad de vuestro párpado inferior hacia abajo durante 30 segundos y empezaréis a notar una sensación incomodísima y molestias importantes. Pues eso es lo que notan nuestros pequeños cuando a este problema no le ponemos tratamiento.

Las causas de la queratoconjutivitis seca pueden ser muchas pero siempre es importante descartar un problema de hipotiroidismo y de diabetes.

Una vez tengamos el diagnóstico, pondremos un tratamiento a base de distintos colirios, que actúan a diferentes niveles, y serán necesarias unas revisiones periódicas para evaluar la eficacia del tratamiento. En este caso, es muy importante cumplir con su aplicación porque si no, será imposible la mejoría del animal.

Problemas oculares en nuestras mascotas

Una vez evaluada la producción de lágrima, se valorará si existen lesiones en la córnea, como las úlceras corneales, que es la lesión más frecuente en consulta. Para ello se aplica un colirio que tiñe de color verdoso la lesión y así observaremos con más precisión la úlcera.

Si el problema se ha producido recientemente, el pronóstico será muy favorable, ya que en un porcentaje muy alto de los casos se resuelve mediante la aplicación de tratamiento a nivel ocular. En el caso de que la úlcera lleve activa más tiempo, puede que sea necesario realizar cirugía para poder solucionar el problema. Consiste en realizar una queratectomia, que es el raspado de la lesión para limpiar la zona. A veces también es necesario realizar tarsorrafia (sutura del tercer párpado), infiltración de factores de crecimiento, colocación de lentillas…

Hoy en día, las técnicas quirúgicas oculares están muy avanzadas y el pronóstico es muy bueno.

Muy importante, por mucha pena que nos de: ¡¡¡collar isabelino siempre puesto en los problemas oculares!!!

Otro de los problemas oculares más frecuentes en la consulta es que empezáis a observar que el perrete presenta una inflamación en la zona del lagrimal, como un bulto. Veremos una masa rojiza que asoma por detrás del tercer párpado. Se trata del prolapso de la glándula del tercer párpado.

Podemos intentar solucionar el problema con tratamiento medico pero en la mayoría de los casos vuelve a aparecer, por lo que es necesaria la cirugía para corregirlo definitivamente.

La importancia de solventar este problema a la mayor brevedad posible es para intentar conservar una función lagrimal normal y evitar la desecación, inflamación e infección secundaria de la glándula, entre otros motivos.

Nunca se debe realizar la escisión de dicha glándula (salvo en caso de tumores), ya que puede favorecer la aparición de queratoconjuntivitis seca. Lo que se debe hacer es reintroducir la glándula en su posición anatómica normal mediante la técnica que decida realizar el cirujano.

También queremos hacer mención al principal problema de visión en los abuelitos, que son las cataratas. Todos hemos visto alguna vez a un animal con cataratas en los ojos y lo distinguimos fácilmente porque observamos que el ojo está completamente blanco.

Un problema habitual: cataratas

Las cataratas pueden afectar a uno o dos ojos y suelen aparecer de manera progresiva: poco a poco el animal va perdiendo visión hasta quedar completamente ciego. La causa más frecuente de aparición de las cataratas es el envejecimiento pero puede darse también en cachorros, en animales diabéticos o por un traumatismo o proceso inflamatorio.

Las razas de perros más afectadas por las cataratas son los cocker, caniche, fox terrier y bulldog, y en el caso de los gatos, los persas son los más propensos a padecer este problema.

Es importante saber que el único tratamiento para las cataratas es la cirugía. ¿Cuándo se recomienda operar? Una vez que la pérdida de visión provocada por la catarata esté interfiriendo negativamente en las actividades del día a día de nuestra mascota. No se recomienda esperar a que la catarata esté muy evolucionada, ya que la operación será mucho más compleja.

Si decides intervenir a tu macota, recaba información sobre el mejor lugar donde realizarlo, ya que es una cirugía que requiere de gran experiencia y disponer de los medios adecuados.

En el caso de que la cirugía no pueda realizarse, debemos saber que nuestro animal se adaptará a la nueva situación con nuestra ayuda y hará vida normal en poco tiempo.

Estas son las principales patologías que encontraremos en nuestras mascotas. Recordad que los problemas oculares siempre son prioritarios y no debemos dejar pasar la asistencia veterinaria. Una buena atención primaria evitará grandes problemas en el futuro.