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Atracan a mano armada un banco de La Palma del Condado: así se vivió hace 23 años

Atracan a mano armada un banco de La Palma del Condado: así se vivió hace 23 años

Atracan a mano armada un banco de La Palma del Condado: así se vivió hace 23 años / M.G. (Huelva)

¿Sabías que un día como hoy hace 23 años hubo un gran atraco en un pueblo de la provincia de Huelva? Si abrimos el periódico Huelva Información del 31 de agosto del año 2000 descubriremos un terrible suceso que ocupó la portada del día y que mantuvo en vilo a todos los onubenses.

'Atracan una sucursal de El Monte en La Palma llevándose más de 3 millones', anunciaba el titular a toda página.

F. Quiroga firmaba la noticia que comenzaba narrando cómo sucedió todo en pocos minutos. Mientras tres clientes hacían cola en la ventanilla de la sucursal que la Caja de Ahorros El Monte tenía en la calle Padre Luis Gordillo de La Palma del Condado, dos hombres de entre 25 y 35 años irrumpieron en la entidad pidiendo que se diera todo lo que había en la caja.

A cara descubierta y armados con pistolas requirieron al joven cajero (un licenciado en Económicas de 24 años, y originario de un pueblo de Sevilla, que realizaba una sustitución laboral en el período de verano) que les entregara el dinero. Debido a la tensión que se creó en un instante en el establecimiento bancario, uno de los atracadores golpeó en la cara al cajero, creyendo que este iba a pulsar el botón de la alarma, como relataba la propia víctima, quien tuvo que recibir dos puntos de sutura en un labio en el centro médico de la localidad.

En el momento en que se produjo el atraco se encontraban en la oficina bancaria cuatro empleados y el director, además de tres clientes, según contaba la Policía Local, quién aseguró que los atracadores se dieron a la fuga en un Opel Kadett con matrícula falsa de Valladolid.

Todo apuntaba a que el botín alcanzó una cifra de 3,5 millones de pesetas. Según el relato de los empleados del banco, uno de los dos atracadores "que tenía entre 25 y 30 años, era delgado y con mal aspecto" se quedó vigilando en la puerta mientras su compañero, de entre 30 y 35 años, con ropa de turista y una gran serenidad, se puso a esperar en la cola a que llegase su turno".

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