Durante el agosto de 1992 la Hermandad de la Cinta se preparaba para uno de los momentos más especiales de su historia, el día de su coronación canónica. La mañana del día 8 de septiembre la Virgen bajaría hasta la Catedral,  donde el día 9 comenzarían los rezos de la novena preparatoria de la coronación canónica del 26 de septiembre. 

La Hermandad de la Cinta se afanaba en concluir las tareas de las mejoras del santuario mariano de El Conquero para que estuviese lo más bello posible para la festividad de la Virgen y las numerosas visitas que se esperaban durante la celebración de los Congresos Internacionales Mariano y Mariológico. Las páginas de este diario recogían cómo se estaba procediendo al blanqueo y a finalizar las tareas de restauración  del altar de la imagen. 

Una de las curiosidades de ese año es que la Virgen no bajó al centro de la ciudad hasta e día 8 para que los rezos coincidieran con los días previos al acto de la coronación. La novena se realizó del 9 al 17 de septiembre sirviendo de preludio a los Congresos Mariano. La ciudad se llenó de devotos en una de las fechas más importantes para la Hermandad de la Cinta que este año cumple 31 años desde su coronación.