Cómo financiar un máster

El Ministerio de Educación, los propios centros, instituciones y empresa son algunas de las entidades a las que pueden recurrir quienes necesitan ayudas para acceder a estos estudios

Realizar un máster supone una inversión considerable.
Realizar un máster supone una inversión considerable.

No hay duda de que la formación continua es un paso fundamental para acceder o mejorar las perspectivas laborales, y los másteres, ya sean online o presenciales, se han convertido en una herramienta perfecta, no solo para aquellos que acaban de finalizar sus estudios de grado, sino también para quienes ya trabajan, pero desean dar un giro profesional a su vida. Sin embargo, son muchos para los que el gasto que suponen estos puede echar por tierra este propósito. Ante ello, los futuros alumnos se preguntan: ¿Qué hago si no puedo pagarlo? Estas son algunas de las alternativas a las que se pueden recurrir.

Solicitar una beca al Ministerio

Las becas del Ministerio de Educación, Formación Profesional y Deportes, las famosas MEC, se pueden solicitar entre los meses de marzo y mayo.

Este curso, se han compuesto de una cuantía fija y una cuantía variable. La fija incluía la beca de matrícula, que cubre el importe de los créditos del máster matriculados por primera vez; una cuantía por renta familiar (1.700€), otra por cambio de residencia durante el curso (2.700€) y otra de excelencia académica (50-125€). La variable era de un mínimo de 60 euros y se repartió teniendo en cuenta la nota media del expediente y la renta per cápita familiar.

Entre los requisitos figuraban ser español/a o tener la nacionalidad de un estado miembro de la Unión Europea, no haber obtenido un título de nivel igual o superior a los estudios para los que se pide la beca, estar matriculado en un máster con un mínimo de 60 créditos. También se podía recibir si se estaba matriculado de al menos 30 créditos.

Además, exigía, tener una nota media de 5 puntos en los estudios que dan acceso al máster, tanto en el habilitante como en el no habilitante.

Por otro lado, para los estudiantes de segundo curso de máster, debían tener aprobados el 100% de los créditos del curso anterior y una nota mínima de 5 puntos. También se exigía reunir unos requisitos económicos en función de los ingresos de la unidad familiar en el ejercicio fiscal del año anterior.

Solicitar una beca al centro

Aquellos que optan por un máster de título propio, aquel que está reconocido por la institución educativa que lo imparte, no pueden acceder a una beca del Ministerio de Educación, por tanto, la mejor idea es recurrir al centro educativo seleccionado, que suele tener ayudas de este tipo para el alumnado.

Acudir a instituciones o empresas

Existen instituciones y empresas que conceden becas para estudios de máster, como la Fundación Princesa de Girona, Fundación La Caixa, las famosas Fulbright o la Fundación Carolina. A modo de ejemplo, Iberdrola ha convocado este curso 27 ayudas para estudiar en universidades de España, Reino Unido y México y están dirigidas a estudios de ingeniería, tecnología, ciberseguridad o negocios.

Las becas cubren la matrícula completa en la universidad o centro de enseñanza superior, más una ayuda económica para transporte y alojamiento.

Solicitar financiación en el banco

En los últimos años los bancos han incluido en su catálogo de productos préstamos específicos para estudiantes, cuyo total suele darse gradualmente. Por lo general, incluyen un periodo de carencia, es decir, un plazo en el que solo se pagan intereses (carencia parcial) o en el que no se tienen que pagar ni intereses ni capital (carencia total).

Pagarlo a plazos o acceder a descuentos

La inmensa mayoría de centros ofrece planes de financiación y descuentos. Estos pueden ser por pagar al contado antes del inicio del curso o por matriculación temprana. También se puede ofertar el pago a plazos sin intereses dividido en tantas cuotas como meses dure el programa.

Colaboración de la empresa

Con el objeto principal de retener el talento, algunas empresas acuden a la fórmula de financiar el máster, una alternativa no muy común. Quienes acceden a este método, normalmente, firman un compromiso de permanencia.

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