Miércoles Santo en Granada

El pregonero de la Semana Santa condena a muerte a Jesús de las Tres Caídas

  • Pepe Espinel elabora un texto de marcado acento realejeño y albaicinero

En una Semana Santa tan aciaga como la que nos está tocando vivir en 2024, si algo parece reconfortar a los cofrades es que algunas de sus tradiciones y costumbres sigan inmutables. Como un bálsamo para las heridas, el ritual con el que cuentan las hermandades y cofradías arroja un escenario de lo más cofrade en mitad de una Semana Mayor marcada por la ausencia, precisamente, de cofradías.

Fiel a la tradición, el Miércoles Santo volvió a revivirse en la iglesia de Santo Domingo el último acto de la Hermandad del Rosario ante de su estación de penitencia. Ese en el que se corona la Inmaculada del frontal del respiradero, reservado a una persona allegada a la hermandad o que ha destacado por su trabajo durante el año, así como el que brinda el pregonero de la Semana Santa firmando el edicto, como si de Poncio Pilatos se tratara, que condena a muerte al Señor de las Tres Caídas y que porta, como siempre, el centurión que capitanea la delantera del paso. 

En esta ocasión, ha sido Pepe Espinel como pregonero de la Semana Santa de 2024, el encargado de redactar esa sentencia condenatoria en la que, tomando referencias de los evangelios apócrifos, se dio forma al texto con múltiples referencias a la ciudad de Granada. El texto reza así.

Sentencia a muerte a Jesús de las Tres Caídas

Teniendo conocimiento y testimonio de la conducta de Jesús de Nazaret que hasta mi sede en el Hospital Militar sito en el Campo del Príncipe ha llegado:

ORDENO

YO Poncio Pilatos, aquí Presidente Romano del barrio judío de Granada, condeno y sentencio a muerte a Jesús llamado de las Tres Caídas (“milagroso, antiguo y verdadero”), y de patria albaicinero, hombre sedicioso, contrario al grande Emperador Tiberio César; y determino, y pronuncio por ésta, que su muerte sea en Cruz, y fijado con clavos a usanza de los reos, porque aquí congregando, y juntando muchos hombre ricos, y pobres; no ha cesado de mover tumultos por todas las calles del Albaicín y el Realejo, haciéndose hijo de Dios, y Rey de Jerusalén, con amenazarles la ruina de esta Ciudad, y de su Sacro Templo, negando el Tributo al César, y habiendo aún tenido el atrevimiento de entrar con ramos por el Arco de Elvira y Triunfo.. Y mando a mi primer Centurión Cecilio Cornelio lleve públicamente por la Ciudad de Granada a Jesús humillado y azotado, y que sea vestido de púrpura en la Plaza de Santo Domingo y coronado de espinas, con la propia Cruz en los hombros para que sea ejemplo a todos los malhechores: y con él quiero sean llevados dos Ladrones homicidas, y saldrán por la puerta sagrada,  y que lleve a Jesús al público monte de Justicia llamado del Campo del Príncipe, donde será crucificado y muerto en esta semana. Quede el cuerpo en la Cruz, como espectáculo de todos los malvados; y que sobre la Cruz sea puesto el título en tres lenguas, y que en todas diga JESUS NAZAR. REX JUDAERUM.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios