Un bodegón de Castro Crespo para las fiestas del Patrón de Huelva

En el Balcón

Un cartel innovador, que muestra lo mucho que hay de nuevo en la obra consolidada del artista

Elementos claves en la mirada de Huelva

Cartel de las fiestas de San Sebastián de 2022.
Cartel de las fiestas de San Sebastián de 2022. / Juan Carlos Castro Crespo

El cartel es espectacular. Esa fue la expresión que tuve nada más ver la obra. Solo sabía antes de la presentación que se trataba de un bodegón, el artista no me avanzó más. Suponía que de seguro que algo original estaría creando en esa atmósfera tan especial de su estudio.

La verdad es que Juan Carlos Castro Crespo siempre consigue sorprender a los que tenemos la suerte de ponernos delante de una de sus obras. En este caso del cartel que crea para anunciar las Fiestas de San Sebastián.

Juan Carlos Castro Crespo durante el montaje de una de sus exposiciones.
Juan Carlos Castro Crespo durante el montaje de una de sus exposiciones. / alberto dominguez

No estaría equivocado en decir que es uno de los carteles más excepcionales realizados para las fiestas del Patrón de Huelva. ¡Quizás el mejor!

Una obra que le pone entre los mejores carteles de los que hayamos podido ver en los últimos tiempos (para no irnos más abajo), no solo del Patrón.

El artista se muestra sincero con su arte en una temática de trabajo que no es la habitual, aunque ya nos ofreciera el pasado año pinceladas extraordinarias dedicadas a la Semana Santa.

San Sebastián es un tema que para una persona de Huelva como Juan Carlos Castro forma parte de esa ventana en la que cada mañana alzamos la mirada, porque encontramos en ella la raíz de una ciudad que nos sigue apasionando, aunque a veces nos entristezca el maltrato que sufre.

El cartel consigue enganchar en la visualidad que tiene.

Sí, es sencillo, claro, pero no simple. Una obra que traslada a su estudio; consigue jugar con perspectivas que nos hacen penetrar en el cuadro. Un papel en blanco sobre el que aparecen anotaciones, escalas, textos... desde donde plasma una obra con elementos definidos e innatos en nuestro iris onubense.

Como si fuese la mesa del trabajo, el pliego inmaculado sobre el que construir. Juan Carlos ha dispuesto un bodegón muy onubensista y muy actual.

Especialmente de este momento. Muestra a San Sebastián en un cuadro, testigo de tantas epidemias por las que la ciudad le ha invocado. Ahora también se le ruega.

La ofrenda no podía ser otra que dos palmitos, que juegan con ese movimiento armonioso de sus perspectivas que dejan recaer sus sombras.

El artista muestra en una esquina un lápiz y una goma. Su ofrenda más personal.

El cartel lo tiene todo, fuerza, actualidad... es innovador. Un Juan Carlos Castro siempre joven.

¡Enhorabuena!

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