Pedro Román Clavero, un adelantado a su tiempo

Conocer a las personas a través de sus obras es lo mejor que les puede suceder. Hace algún tiempo que al indagar sobre la historia de las Hijas de la Caridad, su labor en la Cocina Económica, la construcción de la iglesia de la Milagrosa, el colegio San Vicente... apareció el nombre de un cura: Pedro Román Clavero. Luego con las Hermanas de la Cruz, volvió a salir. Y así en otras muchas instituciones religiosas, benéficas y educativas.

¡Cómo abarcar tanto y hacerlo tan bien! Me apasionó, en cada legajo, en cada periódico donde encontraba información suya veía al joven inquieto y luego al sacerdote maduro, al que Dios le concedió larga vida, levantando ya octogenario la inmensa obra de las Adoratrices.

Pedro Román Clavero tuvo dos etapas en Huelva, una primera en la parroquia de San Pedro de 1874 a 1885, donde fue cura y arcipreste, para luego marcharse a la provincia de Sevilla siendo también arcipreste de varias zonas. Vuelve para hacerse cargo de la Concepción en 1891, de la que fue su párroco hasta su fallecimiento en 1932 y arcipreste desde 1919.

Pedro Román Clavero fue un adelantado a su tiempo, se preocupó de una Huelva llena de necesidades, atendió en su labor social y asistencial a los ancianos promoviendo el Asilo de Huelva y a los niños en la Soledad. Había que dar respuesta a la necesidad alimenticia y puso en marcha la Cocina Económica y la Farmacia Municipal, en la Casa Benéfica de las Hijas de la Caridad.

Se preocupó del desarrollo educativo poniendo en marcha escuelas como el Santo Ángel, María Inmaculada, San Vicente de Paúl y la de las Adoratrices. Dedicó una atención especial a la promoción educativa de las jóvenes.

Trajo a Huelva a las comunidades religiosas del Santo Ángel, las Hijas de la Caridad, las Hermanas de la Cruz y las Adoratrices. Impulsor de la parroquia del Corazón de Jesús.

Vio que era necesario abrir la parroquia a los laicos y creó la Conferencia de Caballeros de San Vicente, pusieron en marcha el Centro Católico Obrero y un barrio para obreros. Cercano y con proyectos en común con San Manuel González y Manuel Siurot, de este fue consejero espiritual.

Su sentido de Iglesia le hace precursor de lo que más tarde sería la diócesis.

Promovió las cofradías y recuperó todas las hermandades de su parroquia pues cuando llegó estaban sin actividad, Sacramental, Vera Cruz y Nazareno. Creó otras como el Carmen, Josefina, el Perpetuo Socorro, el Corazón de Jesús y la Adoración Nocturna.

Sin embargo, a pesar de esta ingente labor, había pasado desapercibido para la Iglesia contemporánea. Le recordamos en el 175 aniversario de su nacimiento y en el 150 de su ordenación sacerdotal. En la parroquia de la Inmaculada Concepción tendrá lugar hoy, a las 12:00, una misa de acción de gracias por todo lo mucho y bueno que hizo por Huelva. Es la apertura de actividades que culminarán en junio del próximo año cuando se cumpla el 90 aniversario de su fallecimiento. Sus restos reposan en la capilla de las Hermanas de la Cruz.

La ciudad le nombró Hijo Adoptivo y fue reconocido con la Cruz de Carlos III y la de Alfonso XII, incluso tuvo su propia calle.

Lo importante es que sus obras siguen hoy vivas y reconocidas por la ciudad.