Jueves Santo

Patrimonio cofrade a la vista de todos

  • Las cuatro hermandades muestran un legado artístico de primera magnitud

  • El público responde un día más para presenciar los desfiles

Parece mentira cómo cambia el ambiente de la ciudad de un día para otro. El intensísimo Miércoles Santo deja paso a un mucho más reposado Jueves Santo que, un día más, se vivió con normalidad lo que es prácticamente sinónimo de haberse desarrollado de manera espléndida. La meteorología volvió a ser una aliada. Tan sólo que había que ir algo más abrigado que en la jornada anterior.

Son muchas las emociones que se vivieron el miércoles. Las recogidas se dilatan en el tiempo y el cansancio ya va haciendo mella en quienes, un día tras otro, son fieles al desarrollo de la Semana Santa. Las recogidas de la Victoria y la Esperanza congregaron a miles de personas que se mantuvieron en la calle hasta bien entrada la madrugada. Aun así, el Jueves no mostraría muchas muestras de ese cansancio. Ya habrá tiempo para recobrar fuerzas.

Tras la alegría del Miércoles Santo, el Jueves es una llamada a la devoción intimistaLos Judíos es la única cofradía que sale desde la catedral de la Merced

El Jueves Santo supone ya el inicio de la recta final de la Semana Santa y curiosamente es el comienzo de los momentos culminantes que se conmemoran. Tras la emoción y la alegría del Miércoles Santo, Huelva se sumerge en una devoción cofrade más comedida e intimista, como corresponde a la jornada. Además de ello, hay que tener en cuenta que se trata de hermandades que pueden tener el calificativo de históricas, lo que supone todo un orgullo para esta ciudad que ve cómo hay entidades que sí superan el paso de los tiempos pese a las vicisitudes que se hayan podido vivir en el pasado y los problemas del presente.

Ese carácter histórico o al menos veterano se deja sentir en el ambiente que se imprime en este Jueves Santo. Todo se ciñe al centro y todo tiene un sabor a clásico. Son hermandades en las que hay varias generaciones de cofrades. Esa es la razón por la que en los encuentros que se vivieron en la mañana de ayer en los diferentes templos, es muy fácil hallar esa unión de generaciones: los cofrades más mayores que evocan experiencias de décadas pasadas y los más jóvenes, incluso adolescentes. Los veteranos evocan a su vez lo que les contaron sus predecesores. Todo ello representa eslabón tras eslabón en la cadena cofrade que supone, se quiera o no se quiera, una base en la que se sustenta la sociedad onubense.

La jornada de ayer volvió a ver al centro con un gran número de personas. Ya está demostrado que la Semana Santa de Huelva tiene tirón y aunque haya gente que este día lo aproveche para regresar a sus localidades de origen, otros ocupan su lugar. Tampoco ayer era demasiado difícil encontrar a turistas que deambulaban algo despistados por el centro.

Por todo lo dicho anteriormente, y en muy poco espacio de tiempo porque las cofradías salen en muy juntas, el centro se llenó de arte y belleza con unos pasos y unos cortejos que son todo un orgullo para Huelva.

Un punto que merece la pena destacar es el de los trabajos de limpieza que día tras día se llevan a cabo en la zona céntrica. Los miles de personas que se agolpan estos días en esta escaso espacio tiene sus repercusiones y el centro acaba con una alfombra de cáscaras de pipas, bolsas de chuches, latas de refrescos... Pero mucho antes de que dé comienzo la Carrera Oficial al día siguiente, ya está todo bien dispuesto como para ser estrenado de nuevo.

La salida de la Buena Muerte siempre llama la atención y aunque esa salida es angosta y es complicado encontrar sitio para verla bien, merece la pena contemplar los dos magníficos pasos que pone en la calle. Un tanto de lo mismo se puede decir de la Oración en el Huerto, que sacó un palio de los Dolores sencillamente espectacular con un manto que es toda una joya y motivo de orgullo no sólo para esta hermandad, sino para toda Huelva.

Desde La Merced salió la única cofradía que desde la catedral inicia su estación de penitencia: los Judíos que casi supone poner un museo en la calle con sus tres pasos. Finalmente, la Misericordia no se queda atrás con la belleza de la imagen de su crucificado, en la personalidad que imprimen estos cofrades en su discurrir por el centro una vez que salen de su iglesia aledaña a la calle Rábida.

En la Hermandad de los Judíos, hay que destacar la reincorporación de Curro Rodríguez Asuero como capataz del Buen Viaje, quien además ha ejercido esa misma labor este año en su Lepe natal.

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