Rumbo al paraíso: el tren turístico que une El Terrón y la playa de Nueva Umbría
Un viaje eléctrico, sostenible y lleno de encanto por el corazón de uno de los parajes naturales costeros más impresionantes de la provincia de Huelva
Lepe presenta el nuevo servicio de vehículo eléctrico que dará acceso a Nueva Umbría durante el verano
"Bienvenidos al paraje natural Marismas del Río Piedras y Flecha de Nueva Umbría. El Ayuntamiento de Lepe les da la bienvenida a este paraíso y les agradece su visita. Hoy nos adentraremos en un lugar único, donde la naturaleza le regalará un espectáculo de belleza y biodiversidad sin igual".
Así comienza la narración que puede oírse durante la travesía a bordo del tren turístico (JOVAtren) que, cada verano, transporta a cientos de bañistas, visitantes y curiosos desde el puerto de El Terrón hasta la playa de Nueva Umbría, un tesoro costero protegido en el municipio de Lepe.
Dicha narración, disponible tanto en español como en inglés, acompaña cada viaje con detalles sobre la fauna, la flora y la historia de este rincón privilegiado, mientras los pasajeros se dejan llevar por un paisaje que combina marismas, dunas, vegetación autóctona y el infinito horizonte abierto hacia el Atlántico.
El recorrido, de 1,7 kilómetros, dura entre 15 y 20 minutos y se realiza a una velocidad pausada, 16 kilómetros por hora, que permite contemplar sin prisas cada detalle del entorno. El tren es totalmente silencioso gracias a su sistema de propulsión eléctrica, lo que añade un atractivo especial al trayecto: se viaja escuchando únicamente el canto de las aves, el viento sobre las dunas o el rumor lejano del mar. Esta ausencia de ruido, unida al hecho de que es el único medio autorizado para atravesar el paraje, garantiza que la experiencia sea tan respetuosa como inmersiva.
Durante el viaje, los pasajeros descubren que la Flecha es una barra arenosa en constante transformación, moldeada por el mar, el viento y las mareas, y que constituye un refugio vital para numerosas especies. Se explica la función protectora de las dunas y la importancia de la vegetación que las fija, así como el papel del paraje en la migración de aves que, en sus rutas transcontinentales, encuentran aquí un lugar seguro para descansar y alimentarse.
El servicio, gestionado por la empresa JOVAtour (Grupo Jova), funciona desde el 4 de julio hasta el 15 de septiembre y tiene horarios adaptados a las diferentes franjas del día: de martes a viernes, circula de 12:00 a 15:00 horas y de 18:00 a 21:30; los sábados y domingos, comienza un poco antes, de 11:30 a 15:00 y de 18:00 a 21:30 horas. Los lunes no hay servicio. El precio del billete, de ida y vuelta, es de solo dos euros, y las entradas pueden adquirirse tanto en la taquilla instalada en El Terrón como de forma online, admitiéndose el pago en efectivo o con tarjeta.
No solo el JOVAtren es ecológico. También la caseta donde pueden adquirirse los billetes. Y es que tanto el vehículo, cono dicha caseta, se alimentan con la energía solar que producen las placas instaladas en cada uno de esos dos elementos. La caseta expendedora de billetes se encuentra situada en la zona de aparcamientos del recinto romero de la Bella de Lepe, frente al camino que se adentra en el paraje natural.
Este año, por primera vez, el tren cuenta con dos vagones, lo que ha permitido aumentar la capacidad hasta 25 plazas por viaje, además de espacio para personas con movilidad reducida y la posibilidad de viajar con mascotas. Los datos avalan el éxito: si el año pasado se vendieron 3.000 billetes, este verano ya se han superado los 4.000 y se espera alcanzar los 6.000 antes de que acabe la temporada. Los fines de semana son especialmente concurridos, y los jueves de agosto se ofrece un servicio especial al atardecer, con actividades como senderismo o sesiones de yoga en la playa.
La playa de Nueva Umbría, destino final de este peculiar viaje, es un refugio de arena dorada y aguas cristalinas donde conviven amantes del naturismo, familias, pescadores deportivos y quienes simplemente buscan desconectar. El entorno invita a caminar entre dunas, seguir senderos que bordean el litoral y descubrir especies vegetales adaptadas a este medio único, como el barrón, el cardo marino o la azucena de mar. También es un paraíso para la observación de aves, desde garzas y espátulas hasta pequeños correlimos que recorren la orilla.
En definitiva, este tren no solo acerca a los bañistas a la orilla, sino que regala una experiencia completa: un paseo guiado y bilingüe por la naturaleza, un viaje sostenible y silencioso que permite escuchar y sentir el paisaje, y una invitación a redescubrir la calma de un rincón único del litoral onubense.
Y, al final del trayecto, la escena se repite con la misma magia cada día: el tren se detiene suavemente y se apean de él pasajeros cargados con sombrillas, toallas y neveras, mientras otros bajan con prismáticos colgados al cuello. El aire huele a sal y a aventura. Frente a ellos, una playa casi infinita se extiende como una alfombra dorada, lista para recibir a quienes han llegado no solo a un destino, sino a un momento de pura desconexión.
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